Ladislao Ramírez
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Sumario
Síntesis biográfica
Al fallecer Esteban Rojas en 1844, los terrenos de su propiedad son repartidos entre los hijos, correspondiéndole a maría Dolores un pequeño lote de tierra y algunos animales. El padre de Ladislao, Manuel Ramírez, procede de del Valle de Caujerí.
Juventud
Los Padres de Ladislao mueren jóvenes y desde tierna edad el pequeño crece junto a sus hermanos bajo la protección de su abuela María Dolores y un tío. La etapa de la infancia y adolescencia de los infantes fue dura, teniendo que trabajar de manera ardua en el conuco y cuidar de los animales, en particular la cría de cerdos que constituía el sustento principal de la familia. La muerte de los padres, así como la responsabilidad que asumió ante el trabajo, maduraron pronto al joven montañés. Como el resto de sus hermanos fue educado siguiendo la tradición establecida por el viejo cacique Estevan de fidelidad a la corona española y a la iglesia católica, manteniendo respeto hacia las costumbres. Ladislao, al igual que los restantes descendientes de aborígenes de Yateras y Caujeri no estudia en su niñez ni en la juventud, es analfabeto en esta etapa de la vida. Crece adquiriendo tradiciones que defendieron sus padres y abuelos, aprende los secretos naturales del bosque, el valle y las montañas, aprende sobre la medicina verde y aprende sobre variedades más ventajosas de maíz y de raíces comestibles.
Inicios militares
En 1983 cuando se crea la compañía de voluntarios de Yateras bajo el mando del capitán Pedro Lescaille, ex oficial mambí del conflicto del 68 se incorpora a esta compañía con tan solo 20 años de edad y participa en la persecución de bandidos que amenazaban las zonas cafetaleras y a la comunidad india. Al estallar la guerra de 1985 la compañía a la que pertenecía es integrada a las renombradas Escuadras de Santa Catalina del Guaso que dirige el comandante Pedro Garrido Romero. Es asignado al pelotón que manda el sargento indio Ezequiel Rojas Rojas. Se destaca en las acciones combativas y los indios se convierten en un activo aliado local de la metrópoli, llegando a constituir un peligro real para la causa independentista en las serranías de Yateras. En abril, al conocerse de la ruta que seguían los expedicionarios de la Goleta Honor que dirige el general Antonio maceo, Ladislao participa directamente al lado de Ezequiel Rojas en la persecución de los expedicionarios de la Goleta Honor, estando presente en la acción del cafetal La Alegría.
De las filas españolas a las filas mambisas
Entre el 9 y 11 de mayo, la valiente conspiradora, partera y espiritista revolucionaria Cristina Pérez logra convencer al cacique José Francisco Rojas de que al frente de los indios se incorpore el Ejército Libertador, entre los hermanos de Ladislao que dan su paso al frente para incorporarse al Ejército Libertador se encuentran Lucas, Jacinto, Carlos ¨Cansio¨, José y Natalio. Tres hermanos Ramírez Rojas deciden esperar, quedando a cargo de familia y el conuco. Ladislao que contaba con 20 años, Jacinto que estaba enfermo con 27 años y Jorge con 21. Se une a los mambises el 20 junio, participa ese año entre otras, en las acciones de Los Plátanos, al noreste de ingenio de San Antonio donde apoya a la capitana y enfermera Cristina Pérez a retirar heridos del escenario combativo; en el ataque al fortín de Romelié y en el hostigamiento del poblado de Felicidad, ocasión en la que herido en un pie, lo que lo obliga a permanecer un tiempo en el campamento de El Jucaral. La mayor experiencia combativa la adquiere en los días finales de agosto en los combates de Sao del Indio –Casimbas de Filipinas, bajo el mando del comandante Francisco Rojas, estas acciones desarrolladas donde los indios de Yateras se destacan, el regimiento al que pertenecen comienza a ser llamado Regimiento ¨Indios de Yateras¨, refiriéndose el Regimiento ¨Hatuey¨.
Su vida privada
Ladislao con 28 años a diferencia de otros indios mambises, sabe emplear de manera acertada el dinero recibido y adquiere una finca de 2 caballerías de tierra en La Redonda, punto situado a unos 3 km al sur de San Andrés. Así compra dos bueyes, dos vacas, un mulo, algunos chivos y aves de corral, contaba con 28 años cuando levantó su bohío, cercó los potreros, aró la tierra destinada al cultivo del café y maíz y en menor medida sembró boniato, malanga, plátano y yuca. Informado Ladislao de las intenciones de los representantes de los terratenientes de comenzar los deslindes de tierra, después de consultar a Serafín Rojas, decididos se adelantan a los acontecimientos y salen de San Andrés al frente de una caballería, a la que suman en la ruta otros guajiros, integrada por más de 100 montunos, atravesaron los poblados de Felicidad, El Palmar y finalmente arriban a Jamaica. Se concentran frente a la Alcaldía Municipal y después en el Centro de Veteranos, donde organizan un campamento y reclaman sus derechos. Desde principios de 1898, Ladislao mantiene relaciones amorosas con la casi adolescente india Eusebia Rojas Ramírez, hermana de Serafín Sánchez; ese año nace San Andrés, Antonio, el primogénito entre los 12 hermanos, hijos herederos del color de la piel y los rasgos que asemejan a los primeros pobladores. A partir de 1922 Eusebia está enferma y Ladislao inicia relaciones con la joven Daniela Lara mujer blanca, quince años más joven que él, con la que procrea 10 hijos, la tez de estos descendientes era ligeramente blanca, manteniendo el predominio de la piel cobriza y el pelo lacio. En total con las dos mujeres, Ladislao procrea 22 proles; 11 hembras y 11 varones; de los hijos de Eusebia, obtuvo 56 nietos y de los de Daniela 42, en total 98. Aproximadamente un centenar de descendientes que están dispersos desde La Caridad de los Indios hasta La Habana y más allá de Sudamérica. Apreciaba la medicina verde, dominando las propiedades de muchas plantas curativas. Estimaba el empleo de las aguas medicinales y cuando se trasladaba a la zona de Rebollar; aprovechaba para bañarse en un arroyo que descendía de las alturas de la Cobrera.
En la pared central de la sala de su vivienda de vega del Cedro, Ladislao tenía una foto grande de él, donde aparece el indio cacique vestido de traje y a su lado otra foto del general Antonio Maceo. En otra pared, el machete mambí que utilizó en la campaña del 95 y un elegante sobrero de cordón que empleaba cuando viajaba a Guantánamo.Triunfo de la revolución
Al triunfo de la Revolución Cubana 1959, Ladislao contaba con 86 años de edad iba de finca en finca en su mulo preferido Corojito, y estaba atento a los asuntos importantes de la dispersa comunidad indocubana de La caridad, La Escondida, Levisa, incluso más allá de Jucaral.
Muerte
En una mañana de principios de febrero de 1974, Ladislao realizó su último recorrido. Visita a los compadres y amigos de La caridad y La Escondida, y conversa brevemente con ellos, montado en la silla de su cabalgadura como siempre acostumbraba. Regresa a Rancho del Cedro antes del mediodía, se bajó del animal con la ayuda de un nieto, acarició la cabeza de su mulo Corojito y le dijo: ¨Este ha sido mi último viaje, no te montaré más¨. Falleció a la edad de 100 años, el 4 de marzo de 1974. Sus restos reposan en el cementerio de La Caridad de los Indios, próximo a la tumba del capitán Serafín Rojas y de otros compañeros mambises del 95.
Fuente
- Boletin “Cajobabo” Volumen doble No. 1/2017 y No. 2 /2018
- http://cubarte.cult.cu/periodico-cubarte/acerca-de-los-cubanos-y-cubanas-descendientes-de-los-pueblos-originarios-de-cuba-nuevos-acontecimientos/