Raúl Suárez Martínez
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Florentino Raúl Suárez Martínez. Mártir de la localidad de Rodas. Desde muy joven se incorporó a la lucha revolucionaria. Fue miembro del Movimiento 26 de Julio y uno de los 82 expedicionarios del Yate Granma. En la localidad varios centros de importancia llevan su nombre como homenaje a su labor revolucionaria.
Biografía
Nació el 12 de octubre de 1935, en la Finca El Guanal, en las cercanías del poblado de Rodas. Hijo de Ofelia Martínez Alonso y Francisco Suárez Rangel. De estirpe netamente campesino. Fue hijo único de aquella unión, cuando contaba apenas con un año de edad sus padres se separan y por la precaria situación económica de la madre, la crianza del niño es confiada a sus tías paternas.
Infancia y juventud
El niño tenía el pelo negro y encrespado, los ojos muy negros y muy vivos. Siempre fue muy tranquilo.
Gabriel Revilla es enfermero retirado y recuerda que el patio de su casa se comunicaba con el de los Suárez. En una ocasión Adela tía de Panchito, el papá de Raúl, llamó a Rosa, su madre y le dijo: “Mira para que conozcas a Raulito, el hijo de Pancho”. No olvido la vivacidad de sus ojos y la maraña de su pelo negro. Le gustaba montar mucho a caballo, desde chiquitico andaba por las calles en su caballo, a veces a pelo limpio; era muy dinámico e inquieto.
Le encantaba practicar todos los deportes, hacer amistades y jugar, hacer todo géneros de broma y era muy cariñoso. Tenía una clara inteligencia y a pesar de su temperamento bullicioso daba con frecuencia muestra de madures. Los paseos por el río, nadar, correr, jugar y hacer bromas era una constante para él. Raúl era un muchacho muy alegre, de carácter fuerte y un poco rebelde, era guapo pero no provocaba las peleas, su temperamento, era de esos que llaman sanguíneos; era muy dinámico, incansable, le gustaba el juego y el deporte, y en estos era muy versátil: lo mismo boxeaba que corría, que jugaba a la pelota o al voleibol, este último deporte era su fuerte.
Nunca fue rencoroso, tenía muchos amigos y le gustaba compartir con ellos lo que tenía. Nunca tuvo un acto de egoísmo con nadie y poseía un gran sentido del respeto y de la justicia. Ya adolescente, formó parte del equipo de voleibol de Rodas que estaba dirigido por Pepe Castillo he integrado por: Héctor Ariz, Blas Regojo, Andrés Alemanis, Osmel Martínez, entre otros. En una ocasión estaban celebrando un tope en Santo Domingo y Raúl, tratando de salvar una pelota, se lanzo con tal violencia contra una pared que se descompuso el brazo, pero no hubo forma de que se retirara del juego hasta el final, el era así, ponía alma, corazón y vida en lo que estaba haciendo.
A pesar de su carácter jodedor era muy serio cuando las circunstancias lo exigía, tenía razonamiento muy claro y era muy apasionado, cuando tomaba una decisión era imposible hacerlo cambiar. La firmeza fue la regla de oro de su vida.
Era muy disciplinado en los entrenamientos y muy combativo en el juego, remataba, a veces era pasador, integralmente era un buen jugador. Mantenía buenas relaciones con el resto de los compañeros y era de fuerte constitución física, nunca le tuvo miedo a nada, era muy intrépido. Además practicaba otros deportes, a pesar de ser muy pequeño de estatura, cuando se ponía los guantes era de temer por su combatividad. En el patio de la casa de socorro él y algunos compañeros improvisaron un ring rústico, y allí estaba Raúl para cambiar guantes con el primero que llegara.
En el año 1942 comienza a asistir a la escuela pública intermedia No. 1 Félix Varela en Rodas cursando sus estudios primarios. Al llegar a la adolescencia su tía decide mudarse para Cienfuegos y se establecen en la calle Santa Cruz comprando posteriormente una farmacia mejorando su situación económica y Raúl coopera en sus ratos libres a los ingresos de la familia.
Entre 1948 y 1950 Raúl ingresa en la primaria superior No.1 Atilano Díaz Rojas, en Cienfuegos. En 1950 ingresa en la escuela profesional de comercio pues para entonces la situación económica de la familia había mejorado y les permitió adquirir una farmacia donde Raúl colaboraba sin abandonar sus actividades estudiantiles. Raúl interrumpió los estudios en la escuela de comercio e ingresó en la escuela técnica industrial general José B. Alemán, en rancho Boyeros, en la especialidad de cerámica. Esta escuela constituye un importante jalón en su vida como revolucionario, pues allí es donde se completa su radicalización y se vincula con el Movimiento 26 de julio, desarrollando una intensa actividad que le permitió contacto con Ñico López y otros miembros de la dirección nacional de movimiento.
Los que fueron sus compañeros en la escuela técnica industrial, recuerdan a Raúl por el sobrenombre Maravilla. Así le decían por su gran elocuencia, por su desenvoltura, por la decisión con que desafiaba las arbitrariedades de los que dirigían el plantel, por sus grandes ojos negros que siempre parecían descubrir cuanto veían aunque fueran imágenes familiares (…) Y le gustaba que le dijeran así: en algunas notas de esas que se pasan los escolares de pupitre a pupitre, Raúl firmaba de esa manera. En 1954, y esto prueba su combatividad dentro del estudiantado, Raúl es seleccionado para representar a la Escuela técnica Industrial en el III Congreso de Estudiantes Secundarios, que se realizó los días 7 y 8 de mayo en la Universidad de la Habana.Con el surgimiento de la república mediatizada el 20 de mayo de 1902, prolifera en Cuba la corrupción administrativa, el caos económico, político y social, la represión, la miseria que, en cada uno de los gobiernos sucesivos, tomaría matices cada vez más escandalosos y sangrientos. Así, el año 1935 se inicia entre huelgas, asesinatos, persecuciones y, en este contexto de profunda crisis, el día 12 de octubre nace Florentino Raúl Suárez Martínez en la finca El Guanal, en las cercanías del pequeño pueblo de Rodas, en la actual provincia de Cienfuegos. En Rodas, el tiempo transcurría entre zafra y zafra y entre una farsa electoral y otra, siempre bajo el denominador común de su existencia cotidiana: luchar por sobrevivir, sin muchas esperanzas de cambios favorables entre una generación y la siguiente. Allí, desde muy temprano, aprende Raúl a comprender las crudas realidades de su tiempo y a compartir lo poco que se tiene con el que no posee nada. De estirpe netamente campesina, fue el único hijo de la unión de Ofelia Martínez Alonso y Francisco Suárez Rangel. Cuando contaba apenas un año, sus padres se separan y, por la precaria situación económica de la madre, la crianza del niño es confiada a sus tías paternas. En 1942 comienza a asistir a la escuela pública intermedia no. 1 "Félix Varela" de Rodas, donde cursa los estudios de primaria. Era un escolar disciplinado, inteligente, despierto, lector infatigable de La Edad de Oro, que en 1948 se gradúa de 6to grado con un .buen expediente escolar.
De 1948 a 1950 asiste a la escuela primaria superior no. 1 "Atilano Díaz Rojo" (hoy secundaria básica "Raúl Suárez Martínez") en Cienfuegos. Viaja diariamente de Rodas a esta ciudad, hasta que en 1950 -al matricular en la Escuela Profesional de Comercio su tía Gloria decide mudarse para Cienfuegos y él va a vivir con ella en la casa situada en la calle Santa Cruz. La situación económica familiar había mejorado y sus tías compran una farmacia donde trabaja Raúl durante sus horas libres para cooperar con los ingresos de la familia, aunque sin apartarse de su dedicación a la lectura y a los deportes. Pero Raúl no olvida su pueblo natal ni a sus amigos de la infancia y vuelve a Rocas casi todos los domingos a visitar los viejos sitios. El cambio de ambiente del pequeño pueblo de Rodas a Cienfuegos, ciudad de una mayor actividad, amplía su círculo de intereses y le revela en mayores dimensiones las características de su medio, las diferencias de clase, el analfabetismo, los desmanes de la corrupta politiquería existente, así como la necesidad de combatirlos. El golpe de estado de 1952 fue más que un simple comentario político en el hogar de la familia Suárez. Su padre Panchito, que en aquel momento ocupaba un puesto público en la zona fiscal de Rodas, se niega a firmar un documento en apoyo a los estatutos de la nueva dictadura militar y, por ello, queda cesante del cargo.
Raúl como revolucionario
Integra las filas del Movimiento 26 de Julio donde es nombrado responsable de la brigada juvenil del movimiento en la zona del Vedado y colaborador directo de Ñico López en la dirección nacional de la brigada sirviendo de contacto con las células creadas en la entonces provincia de Las Villas. El 9 de agosto de 1956 parte hacia México llevando indicaciones de establecer contacto con la dirección del grupo en el exilio a través de la casa de Maria Antonia González. Mas tarde permanece un tiempo en la casa campamento de la calle Sierra Nevada No.12.
Muerte
En 1956 parte desde Tuxpan hacia Cuba en el Yate Granma, yate de recreo que transportaba 82 expedicionarios llegando a Cuba el 2 de diciembre alrededor de las seis de la mañana. Al amanecer del día 8 de diciembre caen el y sus compañeros en una emboscada donde son conducidos hasta la orilla de la playa y junto a Rene Reine y Noelio Capote son ametrallados cobardemente por la espalda, rematados a tiros de pistola por el propio Julio Lauret.
En 1959 con el Triunfo de la Revolución los restos de Raúl y los demás compañeros caídos en combate fueron honrosamente velados en el Capitolio Nacional y hoy descansan en el monumento a los Mártires del Granma, en el Cementerio de Colón.
Fuente
- Multimedia "En busca de un Sueño".
- Museo Municipal Rodas

