El Juicio Final

Juicio Final
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Concepto:Megaevento que cierra precisamente la serie de eventos finales que estudia la Escatología.

Juicio Final. Juicio Universal, Día de la Ira, Día del Juicio, etc. son algunas de las expresiones con las que se hace referencia a uno de los eventos finales que estudia o plantea la Escatología, rama de la Teología cristiana que se dedica a teorizar sobre estas cuestiones, siempre a la luz de lo que dicen los textos de las sagradas escrituras judeocristianas, más conocidas como la Biblia.

En estos textos se define una visión religiosa del fin de la humanidad, la Tierra y el universo que se realizará precisamente a través de un juicio que decidirá el destino final de cada ser humano y angelical para toda la eternidad. La utilización de las mayúsculas para describir esta expresiones se debe a su contexto religioso y la magnitud que presupone dicho evento.

Definición

El Juicio Final es la prueba de que Dios es infinitamente justo y ha dispuesto todo con sabiduría para que la verdad se conozca y se aplique la justicia en cada hombre y criaturas angelicales con el destino eterno que ellos mismo hayan merecido. El Juicio Final revelará que la justicia de Dios triunfa sobre todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte.

Visión del Juicio Final según varias religiones

Judaísmo

La creencia en el Juicio Final en esta religión, se sustenta en varios pasajes bíblicos de la Biblia hebrea o Tanaj, como aquel relativo al Valle de Josafat. En otros pasajes se dan enigmáticos cálculos sobre cuándo llegará ese tiempo del fin.

Catolicismo

Según la doctrina católica, inmediatamente después de la resurrección de los muertos tendrá lugar el Juicio Final, Juicio Universal o Juicio General. El Juicio Final es una verdad de fe expresamente contenida en la Sagrada Escritura y definida por la Iglesia de una manera explícita.

Protestantismo

Según la escatología cristiana, en el día del Juicio Final, tras la Segunda venida de Jesucristo y la resurrección de la carne, toda la humanidad será juzgada según sus obras.

Entre los textos de NT que describen ese momento están el Evangelio de Mateo (cp. 24 y 25), el Evangelio de Marcos (cp. 13), el Evangelio de Lucas (cps. 17 y 21) y el Apocalipsis. Sea o no el autor de este último texto el mismo que el del Evangelio de San Juan, sí parecen estar relacionados ambos en su interés por la ampliación de la concepción escatológica propia del cristianismo primitivo: si el Evangelio de Juan comienza con un principio en el Verbo (el "Logos"), en el Apocalipsis (20, 7-15) se describe el Juicio Final, y la llegada de la Nueva Jerusalén.

No obstante, la lectura del libro del Apocalipsis se realizaba originariamente como la esperanza de un cristiano en la caída de Roma y en el final de la persecución contra los primeros cristianos. Su inclusión en los libros canónicos supuso el cambio de interpretación, pasando de ser profético a ser también alegórico. En la Epístola a los Romanos (2:5-11) se utilizan las expresiones Día de la Ira y Juicio de Dios.

Mormonismo

Los Mormones o Santos de los Últimos Días creen que todos los muertos (quienes moran en el mundo de los espíritus) recibirán instrucciones y conocimiento, y la oportunidad de recibir las ordenanzas del evangelio si las desean, antes del juicio final y la resurrección. En el día del juicio final los justos serán recompensados.

Islam

El Día del Juicio (Yaum al-Qiyāmah, "Día de la Resurrección", o Al-sā'ah, "la Hora", en el árabe coránico) se describe en diversos pasajes del Corán y los hadices. La sura 82 lo denomina Día de la Retribución.

Al igual que los cristianos, los musulmanes creen que la vida presente es tan solo una prueba preparatoria para la próxima existencia, un examen para cada individuo; y que un día llegará en que el universo sea destruido por completo y que los muertos sean resucitados para el juicio de Dios, comenzando una vida que nunca terminará. En ese día, todas las personas serán recompensadas por Dios de acuerdo con sus creencias y acciones.

Los musulmanes, que mueren creyendo la profesión de fe -"No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta", serán recompensados con su admisión en el Paraíso (Yanna), y los que mueran sin creer perderán el Paraíso por siempre y serán enviados al fuego del Infierno (Yahannam).

Hinduismo

La religiones que manejan el concepto de reencarnación (metempsicosis), como el hinduismo, carecen de un Día del Juicio Universal para toda la humanidad; pero la determinación de cómo un individuo nace de nuevo es un juicio particular sobre los méritos de la vida justamente vivida (karma).

Budismo

Algunas variantes del budismo incluyen un marcado componente escatológico con un infierno compartido con las creencias hinduistas y jainistas, el Naraka, y una creencia en la vuelta de un Buda como Maitreya, tras un período milenario de olvido de sus enseñanzas (dharma).[2]

Egipto

En la cosmovisión egipcia, los fallecidos eran juzgados en el ritual del "Pesaje del corazón", descrito en el famoso Sortilegio 125. Guiado por el dios Anubis ante la presencia de Osiris, debían jurar que no había cometido ningún pecado mediante la recitación de un texto conocido como la «Confesión Negativa».

Entonces el corazón del difunto era pesado en una balanza contra la diosa Maat, que encarnaba la verdad y la justicia. En este punto existía el riesgo de que el corazón del difunto diera testimonio y revelara los pecados cometidos en vida, pero si la balanza permanecía en equilibrio significaba que el fallecido había llevado una vida ejemplar, tras lo que Anubis lo llevaría hasta Osiris y podría encontrar su sitio en el más allá, convirtiéndose en maa-kheru, que significa «reivindicado», o «justo de voz».

Si el corazón no estaba en equilibrio con Maat, lo esperaba la temible bestia Ammyt, la Devoradora, lista para engullirlo y mandar la vida de la persona en el más allá a un cercano y poco placentero final.

Grecia

Minos, Radamantis y Éaco eran los jueces de los difuntos, juzgaban las necesidades de los muertos y promulgaban leyes que gobernasen el inframundo. Éaco era el guardián de las llaves del inframundo y juzgaba a los humanos europeos, Radamantis era señor de los Campos Elíseos y juzgaba a los humanos de Asia, mientras que Minos tenía el voto decisivo.​ Cuando la sentencia se conocía, las almas ni virtuosas ni malvadas volvían a los Campos de Asfódelos, las impías o malas eran enviadas al camino del tenebroso Tártaro, y las heroicas o benditas iban al Elíseo.

Fecha

Jesucristo (en su condición de hombre, lógico) aclaró que ni siquiera Él conoce el día ni la hora en que se llevará a cabo este acontecimiento, sino sólo Dios El Padre. Así que aquellas personas que pretenden conocer la fecha del fin del mundo, son simplemente unos farsantes.

No hay que preocuparse por intentar conocer esa fecha, sino sólo por estar siempre bien preparados, pues no se sabe en qué momento sucederá.

Profundizando en los eventos del Juicio Final

El juicio final será causa de terror y tristeza para todos los que rechazaron el evangelio de salvación (Ap 6:15-17) y será causa de gozo y celebración para el pueblo de Dios (19:1-5). “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” (Apocalipsis 20:11-15).

Las mayoría de las iglesias evangélicas dan una interpretación más literal a lo mencionado en Apocalipsis, entendiendo que este evento marca el fin de la historia humana y el principio del estado eterno. Segun la Biblia hay seguridad en cuanto a que:

  • a- No habrá errores en las audiencias porque el que juzga es un Dios perfecto (Mateo 5:48; 1 Juan 1:5).
  • b- Dios es siempre perfectamente justo y equitativo (Hechos 10:34; Gálatas 3:28).
  • c- Dios no puede ser engañado (Gálatas 6:7).
  • d- Dios no puede ser influenciado por prejuicios, excusas o mentiras (Lucas 14:16-24).
  • e- Jesucristo será el juez.
  • f- Todos los incrédulos serán juzgados por Cristo, y serán castigados según las obras que han hecho. La Biblia es muy clara que los incrédulos están acumulando ira contra ellos mismos (Romanos 2:5) y que Dios "pagará a cada uno conforme a sus obras" (Romanos 2:6).
  • g- Los creyentes también serán juzgados por Cristo, pero en el Tribunal de Cristo, no ante el Gran Trono Blanco que es donde se realizará el juicio de los impíos y ya que la justicia de Cristo ha sido imputada a los creyentes y sus nombres están escritos en el libro de la vida, serán recompensados, no castigados, según sus obras.
  • h-El juicio final será un tiempo de regocijo para unos pocos y la máxima pesadilla para todos los demás. Jesús dijo que sólo unos pocos se salvarían, mientras que los demás se perderían (Mateo 7:13-14).
  • i- Aún los ángeles rebeldes serán juzgados
  • j- La muerte y el Infierno serán lanzados al Lago de fuego, así como todos los humanos y ángeles rebeldes

Véase también

Bibliografía

  • La Santa Biblia, versión Reina-Valera 1960
  • Lenoir, Frédéric (2018) [2008]. Breve tratado de historia de las religiones. Barcelona: Herder Editorial.
  • The New Jerusalem Bible (1990). Doubleday. ISBN 0-385-14264-1.
  • Tuloup, François.- L'ame et sa survivance depuis la préhistoire jusqu'à nos jours.- Fasquelle.- Paris.-1947.
  • Ruiz Larrea, Elena. Torcello: aproximación iconográfica al mosaico del juicio final, Cuadernos de arte e iconografía / Tomo VI - 11. 1993. Anna Maria Damigella, Problemi della cattedrale di Torcello, in Commentali", XVII, 1966, pp. 3-15.
  • García, M. (1992). Los signos del juicio final. Gonzalo de Berceo. Obra Completa, 1035-1062.
  • Abboud-Haggar, S. (2000). Apocalipsis, resurrección y Juicio Final. En pos del tercer milenio. Apocalíptica, mesianismo, milenarismo e historia, 109, 43.
  • Piñero, A., & Segura, E. G. (2010). El juicio final: En el cristianismo primitivo y las religiones de su entorno (Vol. 1). Edaf.

Fuentes