Ritmo circadiano de sueño-vigilia

Para otros usos de este término, véase Ritmo circadiano (desambiguación).
Ritmo circadiano de sueño-vigilia
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Concepto:El ritmo circadiano de sueño-vigilia es un ciclo biológico de aproximadamente 24 horas que regula los períodos de sueño y vigilia en los seres humanos y otros organismos. Este ritmo está controlado por un "reloj biológico" ubicado en el núcleo supraquiasmático (NSQ) del hipotálamo, que se sincroniza con señales externas, principalmente la luz y la oscuridad.[1]

El ritmo circadiano de sueño-vigilia es fundamental para mantener un equilibrio saludable entre el descanso y la actividad. Este ciclo no solo determina cuándo dormimos y cuándo estamos despiertos, sino que también influye en funciones fisiológicas como la temperatura corporal, la liberación de hormonas y el metabolismo. La alteración de este ritmo, como en el caso del jet lag o el trabajo por turnos, puede tener efectos negativos en la salud.[2]

El ritmo circadiano de sueño-vigilia es fundamental para mantener un equilibrio saludable entre el descanso y la actividad. Este ciclo no solo determina cuándo dormimos y cuándo estamos despiertos, sino que también influye en funciones fisiológicas como la temperatura corporal, la liberación de hormonas y el metabolismo. La alteración de este ritmo, como en el caso del jet lag o el trabajo por turnos, puede tener efectos negativos en la salud.[2]

Características principales

Regulación por el núcleo supraquiasmático

  • El núcleo supraquiasmático (NSQ) en el hipotálamo actúa como el "reloj maestro" que controla el ritmo circadiano de sueño-vigilia. Recibe información lumínica directamente de la retina y ajusta los ciclos de sueño y vigilia en consecuencia.[1]

Influencia de la luz

  • La luz es el principal sincronizador externo (zeitgeber) del ritmo circadiano. La exposición a la luz durante el día suprime la producción de melatonina, promoviendo la vigilia, mientras que la oscuridad la estimula, facilitando el sueño.[2]

Ritmos endógenos

  • Aunque el ritmo circadiano de sueño-vigilia está influenciado por factores externos, es intrínseco al organismo y persiste incluso en ausencia de señales ambientales, como en condiciones de aislamiento.[1]

Mecanismos de regulación

Melatonina

  • La melatonina, conocida como la "hormona del sueño", es producida por la glándula pineal en respuesta a la oscuridad. Su liberación ayuda a inducir el sueño y mantener el ritmo circadiano.[3]

Hormonas y neurotransmisores

  • Otras hormonas, como el cortisol, y neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, también desempeñan un papel crucial en la regulación del ciclo sueño-vigilia.[2]

Genes reloj

  • La regulación molecular del ritmo circadiano depende de genes como CLOCK, BMAL1, PER y CRY, que interactúan en bucles de retroalimentación para mantener el ciclo de 24 horas.[1]

Alteraciones del ritmo circadiano de sueño-vigilia

Trastornos del sueño

Jet lag

  • El jet lag ocurre cuando el ritmo circadiano se desincroniza debido a viajes transmeridianos, causando fatiga, insomnio y dificultad para concentrarse.[2]

Trabajo por turnos

  • El trabajo en turnos nocturnos o rotativos puede alterar el ritmo circadiano, aumentando el riesgo de problemas de salud como enfermedades cardiovasculares y trastornos metabólicos.[1]

Importancia clínica

Salud mental

Enfermedades crónicas

Tratamientos

  • La terapia de luz, la administración de melatonina y la higiene del sueño son estrategias comunes para regular el ritmo circadiano de sueño-vigilia.[4]

Referencias

Fuentes

  • American Academy of Sleep Medicine. (2014). International Classification of Sleep Disorders. ISBN: 978-0-9915434-1-0. Consultado el 18 de marzo de 2025.
  • Ritmos circadianos y sueño. (s. f.). National Institute of General Medical Sciences. [3] Consultado el 18 de marzo de 2025.
  • Trastornos del ritmo circadiano. (s. f.). Sleep Foundation. [4] Consultado el 18 de marzo de 2025.