Osvaldo Herrera
Osvaldo Herrera González | |
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| Capitán | |
| Nombre | Osvaldo Herrera González |
| Lealtad | Ejército Rebelde |
| Participó en | Guerra de Liberación de Cuba |
| Nacimiento | 25 de julio de 1933 Santa Clara, Villa Clara, |
| Fallecimiento | 23 de julio de 1958 Cuartel de Bayamo, Bayamo, |
| Causa de la muerte | Ahorcado |
Osvaldo Herrera González. Capitán del Ejército Rebelde, tuvo una activa participación en la última etapa de la lucha por la libertad de Cuba.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en la ciudad de Santa Clara el 25 de julio del año 1933. Cursó sus primeros estudios en su ciudad natal. Matriculó sus estudios de bachillerato. Al estar los estudiantes el 10 de marzo en una de las manifestaciones de la directiva estudiantil donde se encontraba Osvaldo, fue expulsado del Instituto de Segunda Enseñanza por su actitud y manifestaciones revolucionarias. Posteriormente, matriculó Derecho en la Universidad de La Habana, sin abandonar la labor conspirativa.[1]
Labor revolucionara
Perseguido con saña, subió a la Sierra Maestra en septiembre de 1957 y se incorporó a la Columna No. 1 José Martí, comandada por el líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz. De ahí pasó a las órdenes del entonces capitán Camilo Cienfuegos, quien pronto lo nombró teniente auditor y juntos planearon un ataque a Bayamo, que incluía varios puntos claves. Ascendido a capitán por su capacidad y valor, Osvaldo Herrera fue seleccionado para reorganizar el Movimiento 26 de Julio en Bayamo, Las Tunas y Holguín.
Combate en la Sierra y los llanos del Cauto
Todavía con el grado de teniente, bajó Osvaldo Herrera el 31 de marzo de 1958 a los llanos del Cauto. Llevaba el Diario de Campaña porque el capitán Camilo Cienfuegos le había dado la misión de llevar el diario del pelotón en el que escribió que, a pesar de haber caminado toda la noche, estaban contentos. Eran las 6 y media de la mañana en un amanecer distinto, pues se vieron frente a los llanos que se extendían, los calificó de maravillosos. El 25 de abril de 1958 fue ascendido a capitán, y el 30 de mayo de 1958, el Comandante Camilo Cienfuegos le confió una difícil y compleja misión. Ese día Camilo tomó la importante decisión de nombrar al capitán Osvaldo Herrera para dirigir la reorganización del Movimiento en las ciudades de Bayamo, Holguín y Victoria de Las Tunas, ya que había llegado a la conclusión de la ineficiencia del 26 de Julio en esos lugares.
La noche del 15 de junio se despidió de su querido jefe, Camilo. Describió el momento donde explicaba que, en horas de la noche, partió para Holguín el capitán Osvaldo Herrera, con la misión de reorganizar el Movimiento en esa ciudad. Fue esta la última vez que Camilo vería a su valeroso y querido combatiente. Después de innumerables recomendaciones del Comandante, ambos se despidieron con un fuerte abrazo[2].
Bajo el pseudónimo de Orlando Leyva
La actividad de Osvaldo en dichas ciudades fue breve, pero intensa. Adoptó el pseudónimo de Orlando Leyva y se movía con celeridad de un lugar a otro. En carta a Raúl Castro, Camilo valoró su trabajo y contaba que en Holguín y Bayamo tenía un hombre, el Cap. Osvaldo Herrera, como coordinador de las 4 ciudades, que estaba trabajando muy bien y si lo creía útil podía escribirle o mandarle algún hombre de confianza, el nombre que usaba era ORLANDO. La casualidad hizo que lo detuvieran en Holguín. Trasladado a Bayamo, un «chivato» lo reconoció y comenzaron las horribles torturas. Silvina Leyva, detenida junto a Osvaldo, refirió que él estaba decidido a no decir nada.
Muerte
Muy duros debieron ser los últimos minutos del capitán del Ejército Rebelde Osvaldo Herrera en las mazmorras de la tiranía. Como segundo de la tropa de Camilo Cienfuegos en los llanos del Cauto y capitán auditor, había llevado el Diario de Campaña y conocía al detalle todo lo relacionado con la guerrilla.
También su más reciente condición de coordinador del M-26-7 en las ciudades de Bayamo, Manzanillo, Holguín y Victoria de Las Tunas lo hacían dueño de secretos sumamente codiciados por el enemigo. Sometido a salvajes torturas en el cuartel de Bayamo, no sabía hasta dónde podría resistir y temía tener un minuto de flaqueza.
Era el 23 de julio de 1958, y tan solo dos días después cumpliría 25 años. De sus labios no saldría ninguna palabra comprometedora. La muerte era preferible a la delación. Sus padres, compañeros y amigos, y la Patria entenderían su sacrificio. Herrera vino al reconocimiento de grupos entre los que visitó y reconoció con un trabajo extraordinario en las acciones llevadas a cabo por el entonces Teniente Rebelde, Isael Cruz Saavedra, el que se encontraba internado en la ensenada de Malagueta, el cual luego de unas dos horas recibiendo instrucciones militares, llegaron con él hasta Tunas y de ahí lo llevaron al carro que lo traería a Holguín para quedarse en la casa del coordinador del Movimiento 26 de Julio, se desconocía que estaba siendo vigilada. Fue detenido por los cuerpos militares de la dictadura y trasladado al regimiento para ser interrogado y, al no querer hablar o delatar a los compañeros de lucha, fue trasladado al cuartel de Bayamo donde, al no poder resistir las torturas, decidió ahorcarse, poniendo el cinto en su cuello y amarrándolo de la colombina y dejándose caer, y así muere el día 23 de julio de 1958.[3]
Orden al Valor Osvaldo Herrera
Su muerte le causó un profundo dolor a Camilo Cienfuegos, quien al conocer que ha sido designado por Fidel Castro para dirigir una columna invasora que llevaría la Revolución hasta Pinar del Río, le propone al máximo líder que se llame Osvaldo Herrera, en homenaje al valiente santaclareño, inmolado en la flor de su vida. Fidel explicó que ya se había escogido el nombre de "Antonio Maceo", y Camilo comprendió que al tratar de reeditar la página más gloriosa de la Guerra del 95, el más adecuado, sin duda, era el del genial táctico y estratega mambí.
No obstante, en la orden firmada por Fidel asignándole a Camilo Cienfuegos la misión de la invasión, está el mayor y mejor reconocimiento al revolucionario santaclareño. Para premiar, destacar y estimular los actos de heroísmo en los soldados y oficiales de la Columna Invasora No. 2 Antonio Maceo, se creó la medalla del valor Osvaldo Herrera, capitán de dicha columna, que se arrancó la vida en las prisiones de Bayamo después de gallarda y heroica actitud de resistencia frente a las torturas de los esbirros de la tiranía. Varios centros e instituciones de su ciudad natal y de Villa Clara se honran con llevar el nombre de Osvaldo Herrera, incluido el barrio que le viera crecer como hombre y revolucionario. También el Instituto donde librara tantas batallas estudiantiles ostenta su nombre. En el mes de septiembre del año 1961, en la localidad de Vázquez, Municipio Puerto Padre, Las Tunas, se inauguró el Centro Escolar, el cual tiene el alto honor de haberle sido otorgado el nombre de Osvaldo Herrera González. En su inauguración estaban los padres de tan valiente y heroico soldado de la Patria, de igual forma los miembros de las tropas del Ejército Rebelde, padres, alumnos, maestros y vecinos de la localidad.
Dignos tributos a un joven que tanto hizo por la Patria con tan solo 24 años y de quien escribiera Camilo en hermosa carta de consuelo a sus padres y hermanos, vísperas de su partida hacia Occidente, el 18 de agosto de 1958, donde les refiere que ellos perdieron al hijo, al hermano amado, pero las tropas al compañero insustituible, fiel y valiente y la Revolución perdió uno de sus mejores capitanes, Cuba uno de sus mejores hijos, y continúa Camilo en su histórica carta, que a él y a su tropa les consolaba saber que murió como un hombre, como un héroe, resistió en la prisión, sin debilitar en ningún momento su voluntad de acero, y después de un gesto de valor que la historia recogerá en su día, se privó de la vida, prefirió llevarse a la tumba todos los secretos que sabía, antes que divulgarlos y poner en peligro la vida de otros compañeros.
Referencias
- ↑ Águila Zamora, Hedy et al (2010): Síntesis histórica municipal de Santa Clara. Editora Historia. Instituto de Historia de Cuba. Habana.
- ↑ Díaz Martínez, Fernando (2012): Camilo un huracán de fuego y amor. Casa Editorial Verde Olivo, La Habana.
- ↑ Gálvez,William (1979): Camilo: Señor de la Vanguardia. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1979, p. 23.
Fuentes
- Águila Zamora, Hedy et al (2010): Síntesis histórica municipal de Santa Clara. Editora Historia. Instituto de Historia de Cuba. Habana.
- Díaz Martínez, Fernando (2012): Camilo un huracán de fuego y amor. Casa Editorial Verde Olivo, La Habana.
- Gálvez,William (1979): Camilo: Señor de la Vanguardia. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1979, p. 23.


