Arqueo-Cuba
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Arqueo-Cuba Proyecto emprendido por profesionales cubanos e italianos, sobre sitios arqueológicos de La Habana y Matanzas, con la ayuda de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo y otras instituciones de ese país, con la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas, entre otros actores cubanos. Se realizó entre 2021 y 2024 enfocados en el desarrollo territorial, mediante la implementación de planes de docencia, estudios medioambientales e intervenciones arqueológicas. Los resultados fueron dados a conocer en octubre de 2025.
Sumario
Inicios del proyecto
Se inició en abril de 2021 y se realizó una presentación ante los medios en noviembre de ese año, como parte de la XXIII Semana de la Cultura Italiana en Cuba.
Participantes
Los participantes fueron, por la parte italiana:
- Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo.
- ONG ARCS-Arci Culture Solidali
- Universidad de Roma “La Sapienza”.
- Ministerio Italiano de los Bienes Culturales y el Turismo.
- Parque Nacional del Circeo.
Por la parte cubana:
- Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana, como socio principal de este proyecto, así como direcciones, secciones y empresas de esta oficina, tales como:
- Dirección de Plan Maestro.
- Dirección de Patrimonio Cultural.
- Sección de Museos Arqueológicos.
- Dirección de Gestión Cultural.
- Empresa Restaura.
- Agencia de Viajes San Cristóbal.
- Dirección de Cooperación Internacional.
- Gabinete de Arqueología de la Oficina del Conservador de Matanzas.
- Dirección de Plan Maestro de Matanzas.
- Dirección de Cooperación Internacional de esa entidad.
Sitios investigados
Las labores arqueológicas se realizaron en La Habana y Matanzas.
- En La Habana, en el entorno de la Bahía de La Habana, en tres sitios:
- Fortaleza San Carlos de La Cabaña.
- Polvorín San Antonio.
- Guasabacoa II.
- En Matanzas:
- Lugar donde se situó la iglesia fundacional de la ciudad.
- Finca La Cañada, en la cuenca del río San Juan, municipio Limonar.
Principales resultados
- Mediante la implementación de Arqueo-Cuba, las Oficinas de La Habana y Matanzas han mejorado su capacidad de investigación y estudio en el campo arqueológico y territorial, al equipar las estructuras disponibles para ellos.
- La experiencia de la Oficina del Historiador de la Habana en sí misma, combinada con la de la Universidad de Roma La Sapienza, permitió apoyar la estructuración del Gabinete de Arqueología de Matanzas, lo cual incidió en la mejora de sus capacidades de investigación.
- Asimismo, la estructuración de un SIG en la ciudad de Matanzas y su fortalecimiento en la OHCH, facilitaron considerablemente la socialización de los resultados de la investigación arqueológica como fuente documental para estudios geográficos, históricos, medioambientales, así como para enriquecer los planes de manejo y estrategias ambientales locales.
- Arqueo-Cuba contribuyó activamente a la formación profesional a través de talleres, seminarios y programas de capacitación. La oferta, diseñada a partir de las necesidades formativas identifcadas, incluyó un análisis en profundidad sobre la gestión de parques arqueológicos, sobre el uso de tecnologías digitales para el aprovechamiento y catalogación del patrimonio arqueológico, sobre las herramientas para promover formas de turismo sostenible y sobre la inclusión de las comunidades locales en el cuidado del patrimonio.[1]
Resultados de las investigaciones en los sitios
- Fortaleza San Carlos de La Cabaña
La intervención arqueológica fue concebida con la finalidad de realizar un diagnóstico que, en términos cualitativos y cuantitativos, permitiera reconocer, caracterizar y documentar elementos culturales que han formado parte de la formación del paisaje histórico de la bahía de La Habana. De antemano, este espacio exterior era entendido como un yacimiento arqueológico que se prolongaba entre dos recintos de alto valor patrimonial: la fortaleza y la bahía.
Las evidencias halladas, vinculadas de algún modo con la vida cotidiana dentro de la fortaleza y la ocupación del promontorio, resultaron muy interesantes, y abarcaron un rango cronológico entre los siglo XVIII y XX, con alguna excepción del siglo XVII. Tal es el caso de una porción de vasija elaborada en la concha del molusco Sinistrofulgur perversum.
Aunque varios documentos refieren los primeros intentos por fortificar el cerro de La Cabaña, así como la existencia de pequeñas obras de vigilancia anteriores a la construcción de la fortaleza y otras ocupaciones temporales, de esos momentos más tempranos poco o nada permanece, pues la envergadura de la obra de fortificación supuso grandes movimientos en el terreno que modificaron los contextos más tempranos.
Especialmente desconocido es el asentamiento de indios floridanos –o indios de los cayos– que arribaron a finales del siglo XVII a La Habana con el propósito de comerciar, y se establecieron en el cerro de La Cabaña. Es probable que con esa ocupación se relacione dicho hallazgo, pues estos gasterópodos habitan desde Carolina del Norte (Estados Unidos de América) hasta la península de Yucatán (México), por lo que es muy significativo que se exhumen en contextos arqueológicos cubanos. Las conchas fueron utilizadas por las poblaciones originarias de la Florida, quienes solían portarlas en sus travesías como recipientes, algunas de ellas talladas.
El estudio somero de la vegetación, muy agredida por la incidencia de la salinidad, la quema intencional constante y la abrupta pendiente de la ladera, reportó la presencia de la planta conocida como Boca de León (Rhytidophyllum crenulatum), especie endémica local que solo se había observado en edificaciones cercanas al Castillo de la Real Fuerza (Centro Histórico de La Habana).
Como resultado de la búsqueda y registro de datos arqueológicos, históricos y medioambientales, se realizaron una serie de recomendaciones a todas las instituciones que comparten las responsabilidades de protección y comunicación de los valores del sitio, pues la fortaleza forma parte del Parque Histórico Militar Morro-Cabaña.
Se sugirió, que futuros planes de gestión o proyectos de inversión comprendan nuevas formas de accesibilidad y usos públicos con el propósito de potenciar la condición de hito de visibilidad de la ladera de San Carlos de La Cabaña, como escenario de observación transmarino (Lugo, 2023), y que los resultados se vuelquen hacia el montaje de una sala expositiva dedicada a la vida cotidiana en el recinto amurallado. Se consideró que estas recomendaciones podían ser de utilidad para futuras propuestas de gestión, que incluyan estrategias de protección patrimonial dirigidas a mitigar los efectos negativos del cambio climático y la antropización.
Referencias
- ↑ Arqueología y sostenibilidad ambiental por una cooperación territorial de enfrentamiento al cambio climático Habana Radio, consultado el 16 de octubre de 2025

