Conjunto de Machetes de la Plaza de la Revolución

Conjunto de Machetes de la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales
Información sobre la plantilla
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Nombre del Autor:Guarionex Ferrer Estiú
Ubicación Geográfica:Entrada a Santiago de Cuba. Avenida de los Desfile

Conjunto de Machetes de la Plaza de la Revolución:

El Conjunto de Machetes de la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, de Santiago de Cuba, se considera la obra más importantes del escultor santiaguero Guarionex Ferrer Estiú, es una representación del [machete mambí]], arma, por excelencia, en nuestras luchas independentistas del siglo XIX.

Descripción

Está compuesto por veintitrés formas de acero 10 x CHD. Dispuestas como un entramado de estructuras, que se comportan como vigas en voladizo, algunas de ellas arriostradas entre sí, otras libres, y la segunda apoyada en los muros del recinto. Conceptualmente nos remiten al espíritu de la Protesta de Baraguá y a la fecha del 23 de marzo de 1878 en que reinició la lucha contra el colonialismo español.

El Conjunto de machete de 38 metros de alto y planchas de acero de 20 milímetro, incorporan a la plaza el verdadero sentido de monumento, son machetes que por su dimensión solo pueden ser portado por el pueblo y como elemento de cierre resulta una visión transparente, como para permitir que desde todo los puntos que se sitúe el observador pueda ser apreciado, en su totalidad, el Conjunto Monumentario. Estructuralmente constituyen una red donde los elementos que se comunican entre si forman grupos de tres machetes.

La razón fundamental que conllevó a la utilización de este elemento fue su carácter de símbolo de la rebeldía nacional, expresado en la historia, desde los esclavos y cimarrones, que lo usaban como herramienta de trabajo y arma de defensa, hasta los Mambíses en la Carga al machete; además de la visión que se tiene de Antonio Maceo. El creador de este conjunto, Guarionex Ferrer, plantea que ellos engendran al mismo tiempo ideas y acción. Estos componentes tienen diferentes inclinaciones y dimensiones, todas las puntas son iguales, lográndose una unidad armónica entre ellos así como la semejanza con el machete.

Un aspecto singular es que estos se mantienen oxidados, con vista a evitar el engorroso trabajo del mantenimiento y expresar la autenticidad del material, teniendo en cuenta que el acero es símbolo de fuerza y viveza. Las secciones de los machetes fueron realizadas en la fábrica Paco Cabrera de Las Tunas con el auxilio de un pantógrafo.


Concepción

Antes concebir el conjunto, el autor se dedicó a consolidar sus conocimientos acerca del [[machete mambí], cognición que se ve reforzada al entrar en contacto directo con los ejemplares existentes en el museo Emilio Bacardí. Se nutrió, además, de la experiencia acumulada en la realización de obras abstractas, y al resultar el equipo ganador, tuvo la posibilidad de materializarla en una obra monumental e industrial.

La concepción de estos símbolos conmemorativos cristalizó en una composición de formas libres en el espacio, las cuales exigen ser apreciada desde diferentes ángulos, pues cada plano tiene un nuevo valor y expresión.

Una de las vistas más favorable del conjunto es desde el área de concentración. Al observar la obra desde allí se aprecia como la triangulaciones cobran vidas entre estos símbolos, estas se producen por la proximidad y entrecruzamientos de los machetes. Por otro lado, advertimos una repetición de elementos escultóricos que establecen una secuencia esperada, lo cual crea un ritmo progresivo expresado en el modo en que buscan altura.

Al mismo tiempo, desde cualquier punto en que sea observado el conjunto, la proporción se hace tangible, ya que entre ellos se establecen relaciones armónicas de tamaño y líneas, condicionada al contenido real del mensaje.

Igualmente desde cualquier ángulo, las leyes de organización plástica están presentes, como es el caso de la tensión y la semejanza que se establece de acuerdo con sus tamaños, posiciones y formas.

Este conjunto de machetes toma en cuenta el concepto de la atracción como máxima posibilidad de echar a andar la imaginación. Resulta, además, una obra novedosa, no solo por su gran monumentalidad, sino por que constituye la primer muestra de esta magnitud del uso del acero en nuestro país, por lo que reviste una importancia trascendental para el desarrollo de la plástica Cubana.

Significado

El hecho de que estas formas sugieren, que los machetes tengan dimensiones tan elevadas y no posean cabos, es lo que hace que su significado un tanto se pierda y predomine más una composición metálica la cual puede ser interpretada de diferentes maneras. El equipo creador estuvo consciente de ello y vio en este conjunto la posibilidad de darle participación activa al espectador.

La posición casi horizontal del segundo machete nos puede remitir al Pacto del Zanjón. Los restantes van creciendo, lo que se interpreta como una Carga al machete, táctica por excelencia utilizada por lo mambíses en nuestras guerras de independencia.

La posición entre cruzada en que están dispuestos algunos de estos elementos, nos sugieres las corrientes de pensamientos que existían en el siglo XIX. Otro nivel de lectura, se relaciona con el sentido en que están orientados, pues indica el Occidente, hacia donde se produjo la invasión que salió el 22 de Octubre de 1895 desde Baraguá.

El machete 23 resalta por su verticalidad y dimensión, que puede interpretarse como el espíritu de intransigencia revolucionaria de Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá o el ideal independentista del pueblo cubano.

Esta amplia gama de valores polisémicos, puede también estar referida a la necesidad de unión al pueblo cubano, ya que una fuerza individual no podrá sostener ningunos de estos machetes.

Este Conjunto se inscribe en el llamado equilibrio oculto, ya que si se tiene en cuenta que en su gran mayoría, están dispuestos oblicuamente, podríamos suponer que hay en ellos sensación de agitación, lucha, movimiento e inestabilidad.

Es importante señalar que los valores de estas formas, varían según la posición del observador. Si se observa desde la carretera central, parecen dispuestas más irregularmente, que inducen en el espectador la sensación de aparente desorden, contrarrestando esto, el machete veintitrés revela seguridad, confianza, firmeza y fuerza.

Ejecución

Para llevar a cabo la ejecución de la composición de machetes fue imprescindible crear las condiciones idóneas del terreno en que habrían de ser levantados, se hizo necesario un movimiento de tierra y se eliminaron materiales de desechos que allí se encontraban. La excavación presentó grandes dificultades, debido a la presencia del manto freático. Una vez concluida esta primera etapa se llevó a cabo la cimentación de dichos elementos, la cual se materializó en dos etapas:

  • Platos de cimiento: Se llevó a cabo la colocación de la primera malla de acero, así como el encofrado en madera y bloque de dicho plato. Este encofrado cumple la función de sostén del hormigón. Una vez concluida la colocación de esta malla, el equipo de cimentación colocó la segunda que estaba aislada de la primera por separadores de acero cabilla a una distancia de aproximadamente un metro.
  • Pedestal: Se confeccionaron las jaulas triangulares pedestales ejecutados con cabilla de acero A3 de fabricación cubana y perno de anclaje, unidos mediante soldaduras eléctricas. Dichos pedestales tendrían como función dar los ángulos de inclinación requeridos a los machetes.

La ejecución del montaje se hizo en dos etapas

  • Preensamblaje: Los elementos machetes divididos en sección de 6 metros fueron enumerados para un correcto ensamblaje, parte de este último se llevaron a cabo en las fábricas de estructuras metálicas Paco Cabreras y 26 de Julio de Holguín, y la otra parte en la propia obra. Se emplearon chapas de acero para la unión entre los diferentes tramos, el tipo de soldadura empleada fue eléctrica, manual en ángulo y a tope de electrodos. El equipo de montaje se vio en la necesidad de usar elementos auxiliares que sirvieron de apoyo a los machetes, tales como banco de preensamble, sobre los cuales serian ensamblados los machetes con mejor precisión.
  • Montaje: Para su realización se auxiliaron de una maqueta, que permitió un análisis mas completo del montaje, se contó con el apoyo de planos, croquis y listados, para hacer un estudio completo y minucioso del montaje. Al mismo tiempo se demandó la utilización de clinómetros para dar las inclinaciones requeridas. Para el montaje se empleó el método de izaje, que requirió de la fabricación de un aditamento especial, que hizo más factible montar todos los machetes con la inclinación requerida.

Fuente

Colectivo de autores. Multimedia Simbolismo de los Machetes de la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, 2008. Joven Club de Computación de Electrónica. Santiago XII.