Diferencia entre revisiones de «Criollos en Cuba»
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Revisión del 12:06 30 mar 2012
Los criollos en Cuba. El concepto de criollo se aplicó a los naturales de la Isla desde el mismo siglo XVI. Por ello, los identificaban, definían y unían más allá de los factores étnicos, raciales, religiosos o de origen de sus padres.
Orígenes
Durante la etapa de 1544 – 1689 la población de Cuba estaba fuertemente mezclada aunque la mayoría habían nacido en el país. En este periodo presentan sus perfiles los criollos, un nuevo tipo social diferente a sus progenitores españoles, africanos e indios. Este es el resultado de la mezcla, selección y creación de los elementos humanos y culturales que convergen en la Isla.
Sus rasgos definitorios irían formándose a través de la interacción con el medio natural, social y espiritual: gustos, costumbres, tradiciones, hábitos, modo de pensar y actuar responden a las necesidades e interés surgidos en el medio social y cultural.
El modo de vestir, el tipo de alimentación y los hábitos de vida, los sentimientos y sus manifestaciones son el resultado de lo que la naturaleza tropical y la sociedad ofrecen o de la adaptación de lo que se trae desde afuera.
De sus propias experiencias nacen sus nuevas tradiciones que tienden a reafirmar la pertenencia a la tierra que los vio crecer y a conformar su propia personalidad frente a lo externo.
El lenguaje y el modo de expresión, los nuevos conceptos tomados del acervo indio o negro, conformaron no sólo un nuevo modo de pensar, de decir o definir.
Mezcla religiosa
Durante el siglo XVIII, la espiritualidad se expresa a través de simbolizaciones religiosas aunque no respondía a lo externo del español.
Todas las villas se colocaban bajo un símbolo religioso. Santiago de Cuba lo hacia con una imagen grabada en una tabla: el Santo Ecce Homo; La Habana, si bien mantenía a San Cristóbal, tenia una virgen negra y marítima: la de Regla. La Virgen del Cobre fue el caso más significativo.
En las minas de Santiago del Prado o del Cobre, su administrador, el peninsular Sánchez de Moya, impone la Virgen de Toledo: protectora de los herreros españoles. Poco después, en 1612, fue trasladada a las minas del Cobre.
Durante cierto tiempo la de Toledo se mantuvo en el centro del lugar y la del Cobre en las afueras. Por fin se impuso el símbolo criollo sobre el español.
Se le llamaba peninsular a aquel español que llegaba desde Europa y se le llamaba criollo a la persona nacido en el país: bozal al africano y criollo al negro nacido en la Isla.
Surgimiento del cubano
Los criollos (palabra que significa el “pollo criado en casa”) comenzaron a constituir un nuevo pueblo con origen multicultural y transcultural, es decir, mezclado, seleccionado y modificado tanto material como espiritualmente.
Estos fueron los puntos de partida sobre los que se asentaron la configuración del cubano y su cultura.
Durante la lucha de liberación, los criollos también se vieron obligados a defenderse de los enemigos de España. Piratas y corsarios provenientes de Haití o Jamaica, seguían hostigando las poblaciones criollas que sólo tenían como defensa la capacidad y habilidades militares de sus propios habitantes. La Habana y Santiago de Cuba quedaron bajo el abrigo de sus fortalezas.
Fuentes
- Eduardo Torres-Cuevas. Historia de la iglesia y de la religiosidad católica en Cuba.
- Colectivo de autores: Diccionario de la literatura cubana. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1980.
- Instituto de Historia de Cuba, Historia de Cuba. Editorial política, La Habana, 1996.
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