Displasia de codo en perros

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Displasia del codo en perros
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Es una enfermedad degenerativa muy frecuente en perros jóvenes.

Displasia del codo en perros. Es una enfermedad degenerativa muy frecuente en perros jóvenes. El codo de los perros es una de las articulaciones más congruentes y estables del cuerpo, permitiendo, por su complejidad, dos ejes de o grados de movimiento supinación-pronación del antebrazo y, flexión-extensión. Su complejidad viene dada por su composición: articulación humeroradial, humeroulnar y, radioulnar proximal.

Origen

Su origen es genético multifactorial y se transmite a la descendencia, pero la aparición de esta patología obedece también al medio ambiente, la alimentación, el peso corporal, la firmeza de ligamentos, ejercicio físico, traumatismos.

Definición

Se refiere al desarrollo de un grupo de 4 enfermedades asociadas con el “anormal desarrollo” de la articulación (las más comunes), y pueden ocurrir independientemente o en combinación una de la otra.

Patología

La única de las patologías que presenta síntomas radiológicos a la edad de cuatro a siete meses, es el proceso ancóneo, el resto a partir del año. Cuanto más prematuro sea realizado el diagnóstico, antes se podrá instaurar un tratamiento adecuado, evitando así la formación de una artrosis que, por un lado producirá dolor, y por otro limitará la capacidad funcional del codo afectado durante el resto de la vida del perro, con los consiguientes trastornos ocasionados al mismo.

Causas

Las etiologías más frecuentes incluyen:

  • Incongruencia de las superficies articulares.
  • Proceso de No unión de la apófisis ancónea (cúbito)
  • Patología que involucra la apófisis coronoidea medial del cubito (fragmentación)
  • Osteocondritis del cóndilo medial del húmero (OCD)

Síntomas

Los síntomas aparecen durante el crecimiento ( 4 y 5 meses de edad), el perro presenta intolerancia al ejercicio, que se manifiesta por cojera, ésta pueden ser al iniciar un movimiento, o tras ejercicio prolongado. En algunos casos, en los que la artrosis es muy discreta, el perro puede mantener un grado casi normal de actividad durante toda su vida.

Diagnóstico

El primer paso en el diagnóstico es el examen clínico por un veterinario. Si se sospecha la displasia del codo, se realizan radiografías. La posición más comúnmente usada es la imagen lateral de la articulación con una flexión de 45º. Esta forma permite ver la apófisis ancónea y la congruencia general de la articulación con la aparición o no de artrosis.

Placa

El fragmento de la apófisis coronoides puede no ser visible como en la RX siguiente, y se hace necesario siguiendo los signos clínicos, la realización de una artroscopia.

La edad para los diagnósticos de rutina es a los 12 meses. Pero las radiografías de control si se presenta dolor o claudicación pueden realizarse a cualquier edad. Ambas articulaciones deben ser radiografiadas. La proyección medio lateral, se hace con el codo flexionado 45º lo que da buena imagen general, pero superposición de los cóndilos del húmero. Puede hacerse una vista adicional cráneo caudal para poder observar los márgenes laterales de la articulación. Las RX se identifican con el número de pedigree del animal, fecha y profesional actuante.

Tratamiento

El tratamiento debe ser siempre quirúrgico, en función del grado y antigüedad de la lesión. Primero se debe intentar su resolución espontánea, y a pesar que algunos veternarios dan reposo por el dolor que produce, es preferible administrar analgesia.

Pronóstico

La evolución es muy variable en función del tipo y el grado de la lesión, pero en general es desfavorable sin cirugía. El tratamiento quirúrgico, y si se realiza antes de la aparición de la osteoartrosis, el pronóstico es bueno. En los casos que ya existan cambios degenerativos, y a pesar de haber realizado la cirugía, si bien el dolor desaparece, queda la limitación del movimiento articular.

Prevención

  • Los perros de razas predispuestas y que tienen un desarrollo precoz y de gran tamaño debe aportársele una dieta evitando excesos de proteínas, así como el abuso del calcio y vitaminas.
  • Durante la etapa de crecimiento, el ejercicio debe ser limitado evitando juegos en los que el perro salte (ej. frisby) y evitar pequeños traumatismos repetidos, que predisponen a producir o a agravar las lesiones.
  • Control genético: Está demostrado que la herencia influye en la aparición de la displasia de codo, se recomienda restringir la reproducción de aquellos que padecen la enfermedad, independientemente de que el grado de afección sea grande o pequeño (esto evitará a largo plazo que se extienda esta grave patología).

Fuentes