Drácula

Revisión del 19:46 20 jun 2011 de Humberto0601ad jc (discusión | contribuciones) (Cine y televisión)
Drácula
Información sobre la plantilla
Dracula portada.jpg
Portada del libro Drácula
Autor(a)(es)(as)Bram Stoker
GéneroNovela de Terror
PaísBandera de Inglaterra Inglaterra

Drácula es una novela del escritor irlandés Bram Stoker publicada en 1897. Es una obra maestra de la literatura de terror, precisamente la que dio su forma literaria definitiva al mito del vampiro, aunque este mito ya existiera antes, enraizado en antiguas creencias populares de Centroeuropa. De un modo u otro, su figura también la trataron antes otros escritores, desde Alejandro Dumas, Guy de Maupassant o Sheridan Le Fanu hasta Nikolái Gógol o Edgar Allan Poe.

Personaje principal

El libro se inspira en un personaje del siglo XV, el boyardo valaco Vlad Drakul, llamado Tepes (el empalador), que fue un héroe de la independencia rumana frente a los turcos, y al cual alude el conde Drácula de un modo superficial y bastante genérico durante una conversación nocturna que mantiene en su castillo con el héroe de la novela, Jonathan Harker. Pero en esta novela la apariencia física de su protagonista ya no es la de un caudillo guerrero renacentista, sino la de un aristócrata rumano, decadente y algo anticuado, aunque claramente perteneciente al siglo XIX.


Cine y televisión

El éxito absolutamente increíble que desde el principio han tenido las proezas sangrientas del conde Drácula ha logrado que esta novela fuera llevada a la escena en diversas ocasiones (una de ellas fue una comedia musical de Broadway). Pero en realidad fue con el advenimiento del cinematógrafo cuando el conde vampiro se convirtió en un personaje aterradoramente familiar para millones de espectadores. Más de un centenar de películas, rodadas en los países más diversos, han presentado al público la negra silueta y los afilados colmillos del sangriento conde de Transilvania, y algunas se han hecho merecidamente famosas.

Entre ellas destacan Nosferatu, de Friedrich Wilhelm Murnau, con decorados del más puro expresionismo alemán, y ya desde los mismos comienzos mudos del cine (1922); y la clásica Drácula de Tod Browning (1931), una verdadera joya del terror rodada en blanco y negro con una atmósfera inquietante que se consigue a base de penumbras, nieblas y medias luces, y con el vampiro encarnado por un atormentado Bela Lugosi.

Mucho más tarde, la productora inglesa Hammer realizó la famosa serie sobre este personaje, en la que el príncipe de las tinieblas estaba interpretado de un modo muy convincente por Christopher Lee. La película dirigida por Francis Ford Coppola en 1992, con gran despliegue de medios, comenzó con una referencia al primitivo Vlad Tepes, a la causa de su rebeldía contra Dios y a la maldición de la que es objeto por ella. En todas estas películas, la larga capa negra del señor de la noche, su rostro espectral, sus afiladas uñas y su boca ávida de sangre han perseguido los sueños de millones de personas y, por lo que parece, aún seguirán persiguiéndolos durante mucho tiempo más.

Fuente