Hamelín

Hamelín
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EntidadCapital del distrito de Hamelin-Pyrmont
 • PaísBandera de Alemania Alemania
Población 
 • Total57 906 hab.
 • Densidad566 hab/km²
Hamelin-portada-inicial.jpg

Hamelín . Ciudad de Baja Sajonia, Alemania, a orillas del Río Weser. Forma parte de la interesante ruta del cuento de los Hermanos Grimm. Fue escenario de ejecución de los asesinos condenados en el Juicio de Bergen-Belsen por crímenes contra la humanidad luego de la Segunda Guerra Mundial. Está rodeada por las Colinas de Weserbergland y tiene un entorno natural magnifico.

Surgimiento

Los primeros restos arqueológicos datan de la Edad de Piedra. Se trata de asentamientos muy primitivos. No se sabe con seguridad cuando se construyeron las primeras estructuras de la aldea. Según los escritos del monje benedictino Rekanbert, las primeras construcciones de la ciudad datan del año 790. Como es frecuente en la Edad Media, el desarrollo de la ciudad se dio en torno a las edificaciones eclesiásticas. Se construyó en el siglo XII una fortificación en forma de una muralla de unos nueve metros de alto, con sus respectivas torres y portales para proteger la ciudad de los posibles ataques que en aquellas épocas eran muy frecuentes.

Construcciones Eclesiásticas

Historia

Entre 1426 y 1572, Hamelín estuvo asociada a la poderosa Liga Hanseática, lo que condujo a un gran desarrollo económico y comercial. En el año 1540 se instituyó la Reforma Evangélica en la ciudad.

En el siglo XVI, hubo una gran bonanza económica que solo se vio frenada por la Guerra de los Treinta Años. Es en este siglo cuando se produce la construcción de los edificios más suntuosos de la ciudad, que forman parte del actual casco histórico. A lo largo de la Edad Moderna se continuaron haciendo construcciones militares para defender la ciudad. De esta época data la Fortaleza de Hamelín cuya primera fase fue concluida en el año 1684.

Hamelín es conocida como “La Gibraltar del norte” por lo dificultoso que suponía poderla conquistar. Estaba rodeada de murallas y en ellas había veintidós torres que la protegían sobremanera. Actualmente sólo se conservan dos de ellas, Haspelmathturm y Pulverum.

En el año 1866, dejó de estar bajo el dominio de la Casa de Welfs, después de setecientos años de dominio, para convertirse en parte de Prusia. Fue en el año 1923 cuando se convirtió en “ciudad libre”, lo que significaba privilegios administrativos y burocráticos, que permitirían un amplio desarrollo económico y social de la ciudad. Con la reforma administrativa realizada en la Baja Sajonia dejó de serlo en 1972. La ciudad tuvo la fortuna de no haber sufrido daños devastadores durante la Segunda Guerra Mundial por parte de los aliados, como si sucedió en numerosas ciudades alemanas, lo que ha permitido ver todo su esplendor a la altura del siglo XXI.

Las calles de Alte Markstrasse y Neue Martstrasse tienen una gran exaltación de la belleza y han sido ampliamente reproducidas por pintores conocidos. Entre estas calles existe una gran rivalidad entre sus habitantes quienes desean que se aprecie la ostentación de los ricos comerciantes o burgueses de la época de antaño. Por tal razón, ambas calles están dotadas de los más bellos edificios.

Peculiaridades

En Hamelín cada casa tiene un cartel que indica a quien perteneció, los trazos de su historia, quien la construyó y la fecha de su edificación, lo que permite comprobar la antigüedad de cada edificio así como la utilidad dada al mismo.

La calle principal, Osterstrasse, está llena de casas de madera unidas a edificios. Hay dos espléndidas casas renacentistas, Die Leisthaus y Die Stiftsherrenhaus, que albergan la colección permanente del Museo de Hamelín. En su interior se halla una maravillosa colección de objetos, con el teatro mecánico. La fachada exterior es de piedra arenisca de la Leisthaus mostrando esculturas con las siete alegorías y en la cúspide sobresale una dorada “cabeza de la envidia”; esta es la típica casa patricia de finales del siglo XVI de la Baja Sajonia.

Al lado se halla otra de las joyas arquitectónicas de la ciudad, la Stiftsherrenhaus, donde se aprecian dioses planetarios, alusiones a la Biblia y todo un mundo figurativo.

La Plaza del Mercado es el epicentro del casco viejo que reúne los edificios más interesantes de la ciudad y es donde se representa en su magnífica fachada renacentista (Casa de las bodas) el cuento de los hermanos Grimm. Suena la flauta, repican las campanas y a través de una pequeña ventana salen los personajes del cuento que interpretan la historia de una manera resumida. La ventana se abre a horas determinadas.

La Iglesia del Mercado o de San Nicolás se sitúa en un lateral de la plaza. En su interior se puede contemplar una de las imágenes más populares de la ciudad, el vitral del flautista. Esta es la segunda iglesia más antigua de la ciudad y está situada junto a la Casa de las Bodas y al pie de la Plaza de los Caballos. Desde su torre se puede contemplar toda la ciudad y sus alrededores.

Uno de los edificios más importantes de la ciudad es el Monasterio de San Bonifacio que destaca por su esbelta torre y presenta una esplendida imagen pegada al río. En su interior se encuentran piezas muy interesantes y una sacristía románica magnifica. La catedral fue diseñada y construida en forma de basílica, pero después de un gran incendio en el año 1209, fue reconstruida durante los siglos XIII y XIV como iglesia gótica. La catedral es la iglesia más antigua de la ciudad, siendo de corte evangélico luterano. El edificio de la catedral es uno de los edificios emblemáticos de [[Hamelín].

La Casa de las Bodas, contrariamente a lo que su nombre puede parecer no está destinado a las ceremonias de casamientos solamente sino a todo tipo de celebraciones. Es el último edificio renacentista del estilo Weser, ya que debido al estallido de la Guerra de los Campesinos Alemanes el sector de la construcción en la ciudad se interrumpió por completo. La Casa de las Bodas se construyó entre los años 1610 y 1617.

La Casa Rattenfangerhaus(Casa del cazador de ratas) es uno de los edificios imprescindibles de la ciudad y se sitúa a la entrada de principal. Actualmente es un conocido restaurante. Esta construida al estilo del renacimiento de Weser que se distingue por el uso de entramados de madera. Fue construido en el año 1602. El edifico lleva este nombre por una inscripción en uno de sus laterales. Ese escrito es uno de los testimonios más antiguos e importantes de lo ocurrido con el famoso cazador de ratas.

La calle Bungelosenstrasse (la calle sin tambores) fue el último lugar por donde pasó el flautista con los niños el 26 de junio de 1284. Todo el mundo sabe que en dicha calle no se puede tocar ningún instrumento, ni cantar, ni reír, en memoria de los desaparecidos En dicha calle se encuentran restaurantes que sirven los típicos platos de la Baja Sajonia algunos de los cuales hacen alusión al cuento.

Parte Comercial

La calle Backerstrasse es la parte comercial donde se encuentran todo tipo de tiendas, restaurantes, terrazas y continuaremos contemplando sus magníficas casas. El final de la calle conduce a la orilla del río Weser.

Calle Comercial

Sobre el origen del cuento

Se cuenta que en el año de 1248, la ciudad de Hamelín sufría una plaga increíble de roedores. Sus habitantes desesperados aceptaron la propuesta de un forastero de extrañas vestimentas coloridas, de alejar a las ratas y ratones de la ciudad. Sin embargo, el forastero pedía unos importantes honorarios por realizar el trabajo.

Placa incrustada en el suelo con la imagen de un roedor

Los habitantes de Hamelín aceptaron el acuerdo y el forastero se puso a la tarea de sacar a las ratas de la ciudad. Sacó su flauta y empezó a entonar una melodía. Sorprendentemente, los roedores parecían estar encantados con la música del flautista, así que le siguieron en su camino fuera de la ciudad. El flautista los condujo en dirección al río Weser, donde ratas y ratones fueron muriendo ahogados. Los habitantes de Hamelín, contentos y aliviados, inmediatamente se arrepintieron de haber acordado un sueldo con el forastero y decidieron no pagarle, por lo que el flautista, enfurecido, se alejo de la ciudad.

Escultura icónica del flautista de Hamelín

Un tiempo más tarde el flautista volvió a Hamelín, esta vez vestido de cazador. Y mientras los habitantes de la ciudad estaban en misa, el forastero sacó su flauta y una vez más entonó la melodía mágica. En esta ocasión no fueron los roedores los que le siguieron, sino niños a partir de los cuatro años. Los niños siguieron al flautista y no se le volvió a ver nunca más. Solo tres volvieron por haberse retrasado, uno cojo que no puede seguir el ritmo, uno ciego y el otro mudo.

A cerca de la leyenda

Al parecer la leyenda del flautista se basa en dos leyendas que existían independientemente la una de la otra. Una es la de la expulsión de las ratas y la otra la del éxodo de niños de la ciudad. La primera leyenda no tiene ninguna base histórica, pero la segunda está relacionada con un éxodo de personas jóvenes de la ciudad causado por la “Colonización de Oriente”, proceso migratorio que se produjo en el territorio alemán en dirección hacia la Europa del Este en plena Edad Media.

Fuentes