Horacio Malvicino
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Horacio Malvicino. Guitarrista, arreglista y compositor argentino.
Síntesis biográfica
Horacio Malvicino guitarrista, arreglador y compositor nace el 20 de octubre de 1929 en Concordia (Entre Ríos), Argentina.
Trayectoria
El padre de Horacio Malvicino es muy tanguero y el un muchacho que recién comienza a meterse en el tango. Un día lo llama con un grito: «¡Vení, escuchá esta versión!». Es “La cumparsita”, en una versión muy diferente a las conocidas. A él siempre le habían atraído los músicos que con sus arreglos intentan una expresión distinta, tenía los discos de Maderna y los de la fugaz orquesta de Héctor Artola dos intentos de búsqueda hacia nuevos sonidos en el tango. Cuando se pone a su lado a escuchar se susurra: «Es una orquesta europea. Cuando la voz del locutor informa que se trata de la de Alain Debray: «¿Qué le dice? Un francés, ¿muy bueno, eh?». Vuelve sobre el tema unos meses más tarde, cuando se entera que Debray es un seudónimo de Malvicino.
En su libro El tano y yo el propio músico cuenta: Rodríguez Luque, hombre de radio y productor excelente hace mucho por mí para que llegara a director del sello Víctor. Un día, la RCA de Francia le propone producir un disco instrumental con temas originales de toda América del Sur y que de la Argentina fueran dos tangos. Elegí “La cumparsita” y “El choclo” y, además, que fuera una versión más for export, europea en definitiva.«Hice los arreglos y algunos detalles como reemplazar el bandoneón por el acordeón, poner algo de percusión, los palitos esos que se usan en la música tropical, los violines al unísono y bronces. Se graba y se envía. Es Horacio Malvicino y su orquesta.
«Se olvida, pasan dos años hasta que un publicista encuentran en la RCA una apertura musical para la campaña de un producto en la televisión. Son dos minutos y, muy pronto, las disquerías comienzan a pedir al sello esa versión de “La cumparsita”, muy solicitada por el público.
«Rápidamente, se fabrican discos en 45 rpm con ese tango y en la otra faz la música del film francés Zeta. La etiqueta rezaba: «por Alain Debray y la orquesta de Champs-Élysées. Resulta que su apellido [[Italiano no había gustado y entonces juntan Alain, por el actor Delon y el apellido Debray, por el periodista Francés que había realizado un reportaje al Che Guevara, Régis Debray. Se edita en 26 países, son dos millones de unidades las vendidas pero aquí, cuando saben que no es un Francés sino un simple músico argentino, las ventas bajan muchísimo».
Otros tangos grabados más adelante como Debray son : “A media luz”, “Adiós pampa mía”, “Balada para un loco”, “Caminito”, “Cicatrices”, “El pañuelito” y “El escondite de Hernando”.
Asimismo, forma parte de una idea que concretara el singular glosador Juan Francisco López Lopecito, el trío Los Muchachos de Antes, con repertorio de la guardia vieja. Los músicos, vinculados al jazz son : Panchito Cao (director y clarinetista), Aldo Nicolini (contrabajo) y Malvicino (guitarra eléctrica). Los títulos del repertorio: “El esquinazo”, “El torito”, “Qué noche”, “Amor y celos”, “Armenonville”, “El Porteñito”, “El africano”, “El apache argentino”, entre otros clásicos.
Como arreglador y director hace de todo, escribe para obras musicales en televisión, fábrica jingles, musicaliza películas y acompaña infinidad de conjuntos de ritmos diversos y de tango. Pero lo suyo es el jazz hasta que lo atrapa Astor Piazzolla.
En 1955, el autor de “Nonino” le propone formar parte de su octeto junto a Enrique Francini, José Bragato, Hugo Baralis, Roberto Pansera pronto reemplazado por Leopoldo Federico, Atilio Stampone y Aldo Nicolini luego reemplazado por Juan Vasallo y el propio Astor El maestro (como lo llama Malvicino en su libro).
Antes del debut, deciden pedirle a Osvaldo Pugliese que los escuche. Es una función con varios temas sólo para él, efectúa en el Rendez Vous, de Osvaldo Fresedo. Al terminar le preguntan si lo que se proponen presentar es o no tango. Pugliese con toda seriedad les dice que sí y siguen adelante.
La presentación es en el palacio Hume de don Ignacio Pirovano, ubicado en la avenida Alvear y Rodríguez Peña, luego sede del Ministerio de Cultura de la Nación. Están el dueño de casa y una serie de invitados suyos.
El octeto origina una verdadera revolución. El público más tradicional casi hasta el presente, no deja de denostar esa música, pero para otros sectores culturales de entonces, es una innovación y despierta admiración. Pero los insultos duran años. Hoy Piazzolla es mundialmente aceptado. Orquestas sinfónicas, cuartetos y solistas de todo el mundo tocan sus transcripciones.
Malvicino tiene sus primeros contactos con el tango a los 16 años, en Concordia su ciudad natal, con el bandoneonista Alberto Caracciolo y el guitarrista Héctor Besada. Luego, forman un conjunto para actuar en Buenos Aires en Radio Splendid, pero nada de tango sino música hawaiana. Caracciolo toca el órgano y escribía los arreglos.
«Su padre le tuvo que dar permiso, él es un menor de edad. Cuando definitivamente se instala en la Capital lo ponen a estudiar medicina, vive en sencillos hoteles y agarra todo el trabajo que se le presenta. Pero el dinero apenas alcanzan y yo siempre con la misma ropa. Por eso algún compañero comienza a llamarse Malvestiti. Pasa el tiempo hasta que el recordado Héctor Gagliardi comienza a decirle Malveta, queda mejor, y así queda hasta el presente.
“El Octeto no es tenido en cuenta para grabar, pero aparece el primer sello discográfico independiente, Disc Jockey, gracias al esfuerzo de seis socios, uno de ellos soy yo. El fundador, el de la idea, Rodríguez Luque, hombre de radio con un exitoso programa musical todas las noches por Radio Mitre, Música en el aire, aunque sin nada de tango. Realizamos dos vinilos, en el segundo hubo un tema de cada uno de los componentes. “Tema otoñal” (Francini), “Anoné” (Hugo Baralis), “Neo tango” actualmente “Cabulero” (Leopoldo Federico) y “Tangology” (Malvicino). El octeto no tiene larga vida, económicamente no funciona y los muchachos toman otros rumbos.
«Entonces vino el primer Quinteto de Astor, con Simón Bajour (violín), Kicho Díaz (contrabajo), Jaime Gosis (piano), el Maestro y yo con mi guitarra. Graban un disco que recibe muchos elogios, en él está por primera vez “Nonino” el padre de Astor y comienzan las giras, primero por el continente y luego, por todo el mundo y todos sus rincones».
En su libro confiesa su terrible impuntualidad y su afición por las carreras de caballos, vicio heredado de su padre y que a su vez transmite a sus dos hijos varones. Pierde dinero, pero se da el gusto, cuando ya disfrutando otra posición económica, llega a tener su propio estudio, el San Antonio.
Cuentan que cuando se va Bajour del quinteto, acompaña a Astor a Rosario para escuchar a un violinista que le han recomendado. Curiosamente al hombre lo ven tocando el acordeón, es Antonio Agri que toca los dos instrumentos.
Tiempo después, Piazzolla decide quedarse en Italia y Malvicino inicia una importante actividad como arreglador, forma varias agrupaciones y acompaña cantores de la nueva ola, música que está desplazando al tango.
En 1960 está otra vez con Astor, es en Radio El Mundo junto a Gosis, Elvino Vardaro y otros muchachos. Un lujo. Su “Nonino” se transforma en “Adiós Nonino”, al que siempre le agrega algo. Cuando arregla el comienza con solo de piano de minuto y medio se le ocurre que podía hacerlo Dante Amicarelli. En el ensayo todo va bien. Pero Astor se disgusta porque el ejecutante no tiene dificultades. Ha sabido que, si su trabajo no causa problemas, se ponía mal. Cosas propias de Astor. Entonces cambia todo lo hecho y presenta otro arreglo lleno de trampas y complicaciones. Llama nuevamente a Dante Amicarelli, éste se sienta al piano, echa una rápida mirada al pentagrama y lo toca sin errores. Astor ardía y antes que pudiera decir nada, Dante se adelanta y dice como para sí mismo: «¡Está lindo este arreglito!» Fin del problema, y así llega al disco».
Las idas y vueltas con Piazzolla son permanentes. Después de un tiempo separados vuelven a juntarse en Los Eléctricos, conjunto que integran con Juan Carlos Cirigliano (piano eléctrico), Adalberto Cevasco (bajo eléctrico), El Gordo Giacobe (órgano), Daniel Piazzolla (percusión) y Antonio Agri (violín). Más tarde se separan y Horacio continua con sus cosas, utilizando nuevos nombres artísticos: Gino Bonettiv, El Gaitero de Texas y otros.
«Vuelve con Astor para otra ocurrencia suya, un sexteto. En lugar de violín un violonchelo, José Bragato, Gerardo Gandini (piano), Héctor Console (bajo), Julio Pane junto a él en un segundo bandoneón y yo con mi guitarrita. Después por diversas causas aparecen Ángel Ridolfi (bajo), Daniel Binelli por Pane. La formación no anda, a desinteligencias internas por motivos musicales Astor comienza a sufrir desarreglos de salud y, poco después, resuelve no tocar más en conjunto. Es en París, y allí, cuando baja del vehículo que los lleva, no mira a nadie y al pasar por mi lado me dice: «¡Chau Tano!», es la última vez que lo vi. Él continua unos dos años haciendo giras con grupos sinfónicos hasta que tiene su accidente cerebral».
Finalmente, es importante destacar que jazz toca con todos los grandes músicos del mundo y, en lo referido al tango, aparte de su etapa fundamental con Astor, forma conjuntos para acompañar en grabaciones a una buena cantidad de vocalistas. Sólo como ejemplos y sin orden cronológico, acompaña a Horacio Casares, a Hugo Marcel y a Elvira De Grey's.
Muerte
Horacio Malvicino fallece el 20 de noviembre de 2023, en Concordia (Entre Ríos), Argentina.
