Iván el Terrible (película)

Iván El Terrible
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Drama ambientado en el siglo XVI | Bandera de Rusia Rusia
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El zar Iván el Terrible, cuadro de Víktor Vasnetsov (1848-1926)
DirectorSerguéi Eisenstein
ProductoraMosfilm Studios
PaisBandera de Rusia Rusia

Iván Grozni (Iván el Terrible) es una película sobre Iván IV Vasílievich ―llamado Iván el Terrible―, quien fue zar de Rusia (1547-1584), y es considerado uno de los creadores del estado ruso. Fue la última obra del cineasta soviético Serguéi Eisenstein (1898-1948).

La película consta de dos partes. La primera parte se estrenó en 1944 pero la segunda parte no se pudo estrenar hasta 1958 debido a la censura política. En principio debía ser una trilogía, pero Eisenstein murió antes de terminar el rodaje de la última parte.

Rusia como factor influyente

Cuando, al estudiar Historia Moderna, se nos enseña que uno de los grandes acontecimientos universales de esa etapa es la aparición de Rusia como factor influyente en los asuntos europeos, como nación poderosa a la que es preciso tomar en cuenta por vías pacíficas y bélicas, nunca se deja de señalar el significado que tuvieron en el hecho los mandatos de Pedro I y de Catalina II. Ambos fueron llamados «Grandes» y la denominación ha impuesto respeto a los trillados profesores de la materia, obligándolos a prestar atención a sus acciones desbordadas ya, por otra parte, sobre este mundo occidental que, para muchos ha sido y es todo el globo terráqueo y la humanidad entera.

Pero el zar Iván IV no consiguió que se le llamase Grande. Gobernó más de un siglo antes que pedro cuando todavía Moscovia no era personaje de graves resonancias europeas. A Ivan hay que abonarle, a pesar de descalabros posteriores liquidados por la actuación de Pedro, nada menos que la integración bajo un mando único, de una nación independiente que no solo se desensilló el yugo tártaro, sino que sometió a territorios tártaros a su yugo.

La película

Con el apasionante tema de Iván IV, Serguéi Eisenstein proyectó dos cintas. La primera se conoció en Cuba, en el curso «El cine: industria y arte de nuestro tiempo», que desarrollaba en la Escuela de Verano de la Universidad de La Habana, dictada por el crítico cinematográfico José Manuel Valdés Rodríguez, quien no dejó de aprovechar la coyuntura para rendir con ocasión de la exhibición del filme, un fervoroso tributo de admiración a la memoria de Eisenstein, una de las más grandes figuras artísticas de nuestro siglo y, sin duda el más brillante y completo nombre de la historia del cine. Iván el Terrible, obra póstuma de Eisenstein, producida en los estudios de Alma Atá, con Moskvin en la fotografía y Prokofiev en la partitura musical. Es pieza concebida con imponente criterio monumentalista de ejecución y, en lo interpretativo, impostada en un tono épico que excede, por ejemplo lo dramático a lo Shakespeare, para rozar la tragedia antigua.

Fotografía

En lo fotográfico cada escena constituye una composición en la que el equilibrio de planos, el juego de figuras, las luces y las sombras son un milagro plástico. Como si el lente no se detuviese sobre improvisados, fugitivos conjuntos de personajes y decorados sino sobre cuadros, murales de grandes maestros medievales o renacentistas.

Música

La música es excepcional la partitura de Prokofiev, funcional de principio a fin, de enorme riqueza melódica en temas como el del zar y también de magnifico trabajo reconstructor en los fragmentos polifónicos.

El ritmo

El ritmo es lento y difiere mucho del actual ritmo cinematográfico.

Monumento cinematográfico

Como obra póstuma, Eisenstein no podía dejar técnicamente nada mejor conseguido ni nada más interesante. Iván el Terrible es sin discusión una cinta que, como Alejandro Nevsky, habrá que citar siempre a la hora de referirse a los grandes monumentos cinematográficos.

Fuentes

  • Aguirre, Mirta: Crónicas de cine. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1988.