Literatura catalana

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Literatura catalana
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Concepto:Conjunto de obras literarias escritas en catalán, en valenciano y en mallorquín.

Literatura catalana. Conjunto de obras literarias escritas en catalán, en Valenciano o en mallorquín.

Historia

Orígenes

Los primeros textos conservados son un breve fragmento de una traducción del Forum iudicum (siglo XII) y el sermonario llamadoHomilies d’Organyà (siglo XIII). Se ha descubierto en el Archivo Capitular de La Seu d'Urgell un manuscrito en lengua catalana fechado alrededor del año 1150. Mucha mayor entidad literaria debió de tener la primitiva poesía popular, hoy perdida, pero de la que dan testimonio posterior autores como Ramon Llull, y que en ocasiones aparece prosificada en las crónicas.

Por otra parte, la vinculación política y cultural con las cortes feudales del mediodía de Francia, iniciada con el matrimonio de Ramón Berenguer III y Dolça de Provenza (1112), daría lugar al singular fenómeno de una poesía culta escrita en provenzal, que Joan I (Juan I) siguió estimulando con la creación del Consistori de Barcelona (1393). Ya en el siglo XV, la obra de Ausiás March marcó la ruptura definitiva con la lengua y las convenciones de los trovadores provenzales.

Edad Media

La prosa alcanzó una temprana madurez gracias a la obra excepcional de Ramon Llull (1235-1315), tan rica en géneros y en registros expresivos. Las grandes crónicas de los siglos XIII y XIV (las de Jaime I, Bernat Desclot, Ramón Muntaner y Pedro IV) son vigorosas narraciones de corte épico, con sugestivas aportaciones autobiográficas. Fue el rey Pedro IV el Ceremonioso, rey de Aragón conocido en la historiografía catalanista como Pere III, quien reformó la cancillería, que se convirtió en escuela de lengua y estilo, órgano unificador de la prosa y, a finales de siglo, centro del humanismo.

Bernat Metge, autor de Lo somni (El sueño, 1399), es el máximo exponente de esta prosa áulica. Presentan vivaces proyecciones narrativas las obras apologéticas de autores tan diversos como el franciscano Francesc Eiximenis y el dominico Vicent Ferrer (san Vicente Ferrer). Mediado el siglo XV, junto a la novela en verso L’espill (El espejo, 1460), de Jaume Roig, tenida como precursora de la novela picaresca castellana, destacaron dos grandes novelas de caballerías: la anónima Curial e Güelfa (1443) y Tirant lo Blanc de Joanot Martorell (1415-1468), elogiada por Miguel de Cervantes y que Vargas Llosa define como “novela total”.

Menor calidad literaria ofrecen las piezas de teatro medieval conservadas. Se trata de obras anónimas, de carácter popular y de origen litúrgico. La Navidad, la Pascua y la Asunción de María ofrecen los núcleos temáticos preferidos. A través de repetidas modificaciones y adaptaciones, muchas de estas piezas se siguieron representando hasta el siglo XIX y, en algún caso, como el Misteri d’Elx (Misterio de Elche), cuyo texto actual es básicamente del siglo XVII.

Factores muy diversos, como la unión de los reinos de Aragón y Castilla (1479), la desaparición de la cancillería, el uso del castellano por intelectuales como Luis Vives, los condicionamientos comerciales sobre la impresión de libros y, más tarde, la política represiva de Felipe V tras la guerra de Sucesión, ayudan a explicar la crisis que cualitativa y cuantitativamente afectó a la producción literaria en catalán desde el siglo XVI al XVIII. A lo largo de estos siglos siguió viva la literatura popular, transmitida oralmente o difundida en pliegos de cordel. Por otra parte, poetas como Pere Serafí (1510-1567), Francesc Vicenç García (1579-1623) o Ignasi Ferreres, y prosistas como Cristófor Despuig o Rafael Amat, entre otros, marcaron una continuidad dentro de la decadencia, a veces, reflexionando sobre ella.

Siglo XX

La Guerra Civil, con sus secuelas de exilio y represión, supuso una profunda convulsión en el panorama literario. Entre los primeros autores tolerados por la censura franquista, a mediados de la década de 1940, figuran Josep Pla y el poeta, dramaturgo y novelista Josep Maria de Sagarra, consagrados ya antes de 1936 y dotados de un singular poder para captar al lector medio de la época.

En 1943 se autorizó la publicación de algunos textos poéticos y la reedición de clásicos en catalán, en medio de un periodo considerado de desorientación e inmovilismo. Pero no es hasta la década de 1960, en que la situación política internacional condiciona cierta apertura, cuando la vida literaria cobra un renovado dinamismo, perceptible no sólo a través de los libros, sino en las actividades de entidades privadas como la Agrupació Dramática de Barcelona; en la entusiasta acogida popular que reciben poemas cantados con la voz de Raimon, Lluís Llach o Maria del Mar Bonet; en la difusión que van alcanzando revistas como Serra d’Or.

Se produjo también la vuelta de muchos exiliados: Carles Riba, Pere Quart o el narrador Pere Calders; autores que habían iniciado su producción antes de 1936 alcanzan su plenitud creadora como Salvador Espriu, los poetas J. V. Foix y Joan Vinyoli, o los novelistas Llorenç Villalonga con Bearn (1956 y 1961) y Mercé Rodoreda, autora de La placa del Diamant (La plaza del Diamante, 1962); escritores en buena parte formados durante la posguerra confirman felizmente su valía, como los poetas Gabriel Ferrater y Vicent Andrés Estellés, el poeta y dramaturgo Joan Brossa, los poetas y narradores Joan Perucho, Blai Bonet y Jordi Sarsanedas, o el novelista y dramaturgo Manuel Pedrolo. Formados en estos años, y ahora ya en posesión de una obra consolidada por su continuidad y la recepción obtenida por parte del público y de la crítica, son el poeta y ensayista Pere Gimferrer, el dramaturgo Josep Maria Benet I Jornet y el novelista Terenci Moix.

En las décadas de 1980 y 1990 el desarrollo de políticas educativas y culturales ha favorecido el cultivo del catalán, la expansión de una fuerte industria editorial y la aparición y promoción de nuevos autores, que apuestan por una decidida afirmación de la lengua, como Quim Monzó.

Véase también

Fuentes

  • Broch, Alex. “Panorama de la literatura catalana”. Barcelona: Institució de les Lletres Catalanes, 1998.
  • Comas, Antonio. “Grandes personalidades de la literatura catalana”. Barcelona: María Dolores Lamarca, 1982.
  • Gali I Herrera, Jordi. “La literatura en lengua catalana”. Madrid: Cincel, 1981.
  • Goytisolo, José Agustín (prólogo, selección y traducción). “Poetas catalanes contemporáneos”. Barcelona: Seix Barral, 1968.
  • Riquer, Martín de. “Historia de la literatura catalana”. Barcelona: Ariel, 1987.