Roquero solitario

Monticola solitarius
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Monticola solitarius macho.JPG
Otros nombresMerla solitraria
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Aves
Familia:Turdidae
El Monticola solitarius es una especie de ave paseriforme de la familia Turdidae que se caracteriza por el plumaje azulado de los machos adultos.

Descripción

Monticola solitarius hembra

Pájaro rechoncho, de 19 a 20 centímetros de longitud, con cola más bien corta y pico algo largo.

De coloración general gris-azul fuerte, con algunos reflejos azules claros; partes inferiores algo más claras. Alas y cola, negro pizarra ribeteadas de azulado. Picos y patas negro. En otoño-invierno más pardos, con ribetes parduscos, más o menos extendidos según la época, con aspecto más oscuro, casi negruzco.

La hembra tiene las partes superiores gris-parduscas, oscuras con ribetes negruzcos y barreado pardo difuso. Alas pardas con ribetes grises en las plumas; cola negruzca; garganta blancuzca con ribetes negruzcos y tinte pardusco. Partes inferiores grisáceas con tonos algo azulados, barreados en orlas oscuras, pardas, con ribetes ocráceos, claros.

Hábitat

Roquedos desnudos, acantilados marinos, roquedos de montaña, canteras abandonadas, jarales montanos y barales, así como zonas esteparias con escasa vegetación o desnudas. Ocupa frecuentemente edificios abandonados, ruinas, puentes, iglesias y castillos, incluso en el interior de pueblos. En zonas esteparias aprovecha cárcavas, barrancos y ramblas de yesos. Fuera de la época de cría, algo más repartido, por zonas menos abruptas.

Distribución

Se distribuye por Eurasia y norte de África, llegando por el este hasta Corea y Japón; existe una población aislada en Malasia y Sumatra. En Europa abarca los países mediterráneos.

En España es especie sedentaria que efectúa desplazamientos altitudinales entre septiembre y octubre; además se produce la entrada de invernantes europeos. Presenta una distribución típicamente mediterránea y discontinua, ciñéndose a los sistemas montañosos y afloramientos rocosos, siendo un nidificante repartido por casi toda la Península, algo más abundante en el sur y el este que escasea en las regiones cantábricas.

En Baleares, cría siendo sedentario. Falta o es muy local en amplias regiones llanas sin lugares apropiados de cría. En Canarias, no citado. Presente en todas las Comunidades Autónomas excepto Canarias.

Costumbres

Se posa en rocas, árboles, ruinas, etc. Con las alas colgando y la cola desplegada; escondidizo, sobre todo en alta montaña, se oculta tras los roquedos con un vuelo corto y bajo. Anda por las piedras bastante velozmente.

Bastante solitarios, se ven ejemplares sueltos, pares y grupitos familiares, aunque a veces pueden encontrarse dos o tres parejas no muy alejadas entre sí.

Caza sus presas al acecho, permaneciendo inmóvil vigilando una grieta donde da el sol y que él con un sexto sentido sabe que está ocupado por una lagartija que pronto asomará.

Su canto es fuerte, aflautado, de estrofas cortas y poco variadas. Suele cantar desde un posadero y también durante el vuelo de celo, en el que asciende verticalmente y desciende luego con las alas replegadas.

La construcción del nido empieza sobre mediados de abril, escogen un agujero en un muro, el fondo de una pequeña cueva o una grieta en el cortado rocoso. Está formado con hierba seca y raicillas forrado de hierbas más finas y tiene forma de copa. Ponen de 4 a 5 huevos de color azul pálido muy manchada con finísimos puntos rojizos, alrededor del polo grueso. La incubación realizada por la hembra, tiene una duración aproximada de unos 15 días. Los pollos, nidícolas, con plumón, en cabeza y dorso, negruzco, son alimentados por la pareja y vuelan sobre los 24 días.

Se alimentan de insectos, gusanos, caracoles, pequeños vertebrados y algunas bayas.

Fuente