Diferencia entre revisiones de «Rumiación en el adulto»
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Revisión del 11:17 29 nov 2012
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Sumario
Síntomas
Por lo general no hay síntomas, y el paciente no refiere náuseas, ni dolor o disfagia. Durante los períodos de estrés, el paciente puede ser menos cuidadoso al ocultar la rumiación; al ver el acto por primera vez, otras personas envían al paciente a un médico.
Diagnóstico
La rumiación suele diagnosticarse mediante la observación. El estudio general del paciente descubre problemas emocionales subyacentes. Las radiografías seriadas del tracto GI o la endoscopia son imprescindibles para descartar trastornos que causan obstrucción mecánica o un divertículo de Zenker, y se puede utilizar la manometría esofágica para identificar una alteración de la motilidad. Los estudios de contraste con bario han tenido rara vez éxito en la demostración del trastorno.
Tratamiento
El tratamiento es de apoyo. Aunque por lo general la farmacoterapia no es de utilidad, la cisaprida a dosis de 10 a 20 mg v.o. 4 veces/d, un estimulante de la actividad motora intestinal, ha tenido un éxito variable. (Precaución: Existe riesgo de graves interacciones farmacológicas.) Si el paciente está motivado puede responder a técnicas de conducta (p. ej., relajación, biorretroacción). A menudo se requiere consulta psiquiátrica cuando el alimento es expectorado continuamente y está causando pérdida de peso.
Fuente
Reinaldo Roca Goderich y coautores. Manual de Merck. Décima Edición. Consultado el 27 de noviembre del 2012.