Diferencia entre revisiones de «Síndrome del nido vacío»

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==Recomendaciones==
 
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    Normaliza tus emociones: debes leer información sobre el síndrome para poder entenderlo mejor. Esto te ayudará a no asustarte por las sensaciones que experimentes y a no psicopatologizar un hecho que, en un primer momento –echar de menos al ausente–, es absolutamente normal.
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    Tu rol de madre o padre continúa: con independencia de que tus hijos vivan o no en casa, por lo que, junto a ellos, busca otra manera de satisfacerlo que beneficie a ambas partes (por ejemplo colaborando con las necesidades que puedan tener en su nueva vida independiente, etcétera).
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*Normaliza tus emociones: debes leer información sobre el síndrome para poder entenderlo mejor. Esto te ayudará a no asustarte por las sensaciones que experimentes y a no psicopatologizar un hecho que, en un primer momento –echar de menos al ausente–, es absolutamente normal.
    Busca nuevos roles o actividades en tu vida: dedica tiempo a eso que tanto te hubiera gustado hacer y has tenido que dejar de lado por el cuidado de la familia.
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*Tu rol de madre o padre continúa: con independencia de que tus hijos vivan o no en casa, por lo que, junto a ellos, busca otra manera de satisfacerlo que beneficie a ambas partes (por ejemplo colaborando con las necesidades que puedan tener en su nueva vida independiente, etcétera).
    Visita a tus hijos con frecuencia y que ellos también te visiten a ti: es bueno establecer momentos en los que la familia se reúna de forma periódica en el hogar. La frecuencia puede variar en función de las necesidades y costumbres, y de la distancia entre los domicilios. Recuerda que no es tan importante la cantidad como la calidad y el deseo de mantener estos encuentros.
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*Busca nuevos roles o actividades en tu vida: dedica tiempo a eso que tanto te hubiera gustado hacer y has tenido que dejar de lado por el cuidado de la familia.
    Disfruta de tu relación de pareja: si aún contáis con teneros el uno al otro, disfrutad de estos nuevos momentos de intimidad (podéis viajar, salir con otras personas de vuestra edad con las que compartáis aficiones, apuntaros a actividades en común, etcétera).
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*Visita a tus hijos con frecuencia y que ellos también te visiten a ti: es bueno establecer momentos en los que la familia se reúna de forma periódica en el hogar. La frecuencia puede variar en función de las necesidades y costumbres, y de la distancia entre los domicilios. Recuerda que no es tan importante la cantidad como la calidad y el deseo de mantener estos encuentros.
    Mantén el contacto con tus hijos tanto como necesites: pero respetando también su independencia e intimidad.
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*Disfruta de tu relación de pareja: si aún contáis con teneros el uno al otro, disfrutad de estos nuevos momentos de intimidad (podéis viajar, salir con otras personas de vuestra edad con las que compartáis aficiones, apuntaros a actividades en común, etcétera).
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*Mantén el contacto con tus hijos tanto como necesites: pero respetando también su independencia e intimidad.
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Si los síntomas no desaparecen pasado un año, si aparecen de forma intensa y demorada (por ejemplo dos años después de haberse ido tus hijos), o si te causan especial malestar, acude a un psicólogo especializado que pueda ayudarte a afrontar mejor el 'síndrome del nido vacío'.
 
Si los síntomas no desaparecen pasado un año, si aparecen de forma intensa y demorada (por ejemplo dos años después de haberse ido tus hijos), o si te causan especial malestar, acude a un psicólogo especializado que pueda ayudarte a afrontar mejor el 'síndrome del nido vacío'.
 
Una etapa se ha cerrado, darle la bienvenida a la que comienza, y hacer de cada día una aventura nueva.
 
Una etapa se ha cerrado, darle la bienvenida a la que comienza, y hacer de cada día una aventura nueva.
== Fuentes ==
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==Fuentes==
 
* http://monicamoralesrodriguez.blogspot.com/2011/07/sindrome-del-nido-vacio.html
 
* http://monicamoralesrodriguez.blogspot.com/2011/07/sindrome-del-nido-vacio.html
 
*http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/familia-y-pareja/como-afrontar-el-sindrome-del-nido-vacio-11459
 
*http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/familia-y-pareja/como-afrontar-el-sindrome-del-nido-vacio-11459
 
*http://www.google.com.cu/url?sa=i&source=images&cd=&ved=0CAUQjBw4CA&url=http%3A%2F%2F4.bp.blogspot.com%2F-6h768ggZUdk%2FTi30Mgb574I%2FAAAAAAAAAFg%2F3UgCG8kbWCE%2Fs1600%2Fnido_vacio_copia.jpg&ei=4o1aVIyYDtCTyQT_yYHwDA&psig=AFQjCNGHVkDxvE2KXzpQgK3Qs5stgYmCSw&ust=1415307106321797
 
*http://www.google.com.cu/url?sa=i&source=images&cd=&ved=0CAUQjBw4CA&url=http%3A%2F%2F4.bp.blogspot.com%2F-6h768ggZUdk%2FTi30Mgb574I%2FAAAAAAAAAFg%2F3UgCG8kbWCE%2Fs1600%2Fnido_vacio_copia.jpg&ei=4o1aVIyYDtCTyQT_yYHwDA&psig=AFQjCNGHVkDxvE2KXzpQgK3Qs5stgYmCSw&ust=1415307106321797
 
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Revisión del 13:29 11 nov 2014

Síndrome del nido vacío
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El Síndrome del nido vacío. Se refiere a un conjunto de sentimientos de carácter negativo (tristeza, vacío, soledad, melancolía, ansiedad o irritabilidad) que experimentan los padres cuando sus hijos se marchan definitivamente de casa. El sentimiento de soledad es el más importante de todos, y puede aparecer ante la ausencia de uno o varios de sus hijos. Este Síndrome carece de entidad clínica diagnosticable en los principales manuales médicos. No obstante, existen una serie de síntomas frecuentes que lo caracterizan y ayudan a establecer el diagnóstico.

Factores que lo provocan

En algunos casos, las manifestaciones de este síndrome pueden ser más acusadas debido a la sensación de una mayor ruptura emocional o a la pérdida de influencia sobre los descendientes. Este es el caso en el que los hijos se marchan de casa para formar otra familia, casándose, o simplemente yéndose a vivir junto a su pareja.

Síntomas y diagnóstico

  • Sentimientos de tristeza.
  • Sensación de soledad, vacío.
  • Aburrimiento.
  • Sensación de no tener nada que hacer.
  • Llanto (o ganas de llorar) más frecuente del habitual durante un período prolongado.
  • Recuerdos constantes de cuando los hijos eran pequeños (hablan de ello, ponen fotos de esa época, etcétera).
  • Sensación de pérdida de sentido de la propia vida.
  • Sentimiento de que nunca va a ser tan feliz como cuando sus hijos estaban en casa.
  • Quejas somáticas.

Los padres se encuentran en un constante proceso de adaptación a cada una de las etapas evolutivas de sus hijos, y con frecuencia se cuestionan si los están cuidando y educando correctamente. Los vástagos son una gran fuente de satisfacción y también de preocupación, que algunas veces unen a la pareja, y otras la separan. Cuando deciden irse de casa e independizarse, los hijos dejan una gran ausencia en el hogar familiar y los padres pueden sufrir entonces lo que se conoce popularmente como ‘síndrome del nido vacío.

Características

Las características y síntomas no se incluyen en los principales manuales diagnósticos. Este hecho hace que los datos epidemiológicos no sean fiables, puesto que no existen criterios determinantes para establecer o no el síndrome. No obstante, los estudios apuntan a que el Síndrome del nido vacío es más frecuente por lo general entre las mujeres, aunque puede afectar a ambos sexos. Este hecho se debe a que a la mujer se le ha venido asignando tradicionalmente el rol de cuidadora de la familia, por lo que cuando su prole se marcha, uno de sus roles personales queda sin cubrir. No obstante, las funciones que desempeñan actualmente hombres y mujeres con respecto al cuidado de los hijos tienden a igualarse, por lo que la incidencia de este síndrome es cada vez más similar en hombres y en mujeres.

Las emociones negativas asociadas a este problema no tienen por qué aparecer en todas las ocasiones ni con la misma intensidad. Estas son algunas recomendaciones que te pueden ayudar a prevenir la aparición del Síndrome de nido vacío o reducir su impacto.

No debemos olvidar que para hablar de Síndrome de nido vacío estos síntomas deben aparecer después de que uno o varios hijos abandonen el hogar (entre la semana y meses inmediatamente posteriores), y no estar asociados a ningún otro problema emocional que pudiera explicarlos mejor, como es el caso de un trastorno del estado de ánimo.

Si estos síntomas del Síndrome de nido vacío se prolongasen en el tiempo o causas en una interferencia significativa en la vida del afectado, sería recomendable solicitar ayuda psicológica con el fin de prevenir o tratar posibles trastornos de ansiedad o del estado de ánimo (por ejemplo depresión), que pueden ser resultado de un mal manejo de este síndrome.

Cómo prevenirlo

Cuida tu relación de pareja durante toda vuestra vida. Cuando nacen los hijos, las parejas dejan de serlo para convertirse únicamente en padres/madres. Por ello, cuando sus hijos se marchan de casa pierden su rol principal en la familia. Intenta compensar la dedicación a tu pareja y a tus hijos.

Permite y acepta la autonomía de tus hijos como personas independientes de ti; de esta manera no sentirás la necesidad de tener que controlar lo que hacen (comen, visten, hábitos…). Esto facilitará tu adaptación al momento en el que se vayan de tu casa, pues sabrás que saben cuidarse solos.

Mantén siempre activos entretenimientos propios o intereses. Que tus hijos se marchen de forma progresiva, si es posible. Por ejemplo, que empiecen por irse solo el fin de semana, después un día también entre semana, etcétera. Procurar que la marcha de tus hijos no coincida con algún momento de duelo en la familia. Si es así, sería aconsejable que les sugirieses que demorasen su partida unos meses, siempre que les sea posible

Cómo afrontar el síndrome del nido vacío

Síndrome del nido vacío es el nombre dado a una etapa psicológica que puede afectar a los padres (por lo general las mujeres) cuando los hijos abandonan el hogar, ya sea por situaciones laborales, matrimoniales o porque para los jóvenes, ya es hora de empezar su ciclo de vida por sí mismos y probarse nuevas oportunidades. Los hijos contemplan la necesidad de experimentar su vida, sin el cobijo de sus padres.

Este síndrome se relaciona con sentimientos de tristeza y pérdida, que la madre o el padre experimentan, dado que no estaban lo suficientemente preparados para entrar a esta nueva etapa de la vida. Y para algunos de ellos es una clara señal de que ya no son necesarios en la forma en que una vez fueron. Este síndrome se puede presentar mucho más en mujeres que en hombres, sin embargo, también los padres sienten el vacío aunque de un modo diferente a como lo experimentan las mujeres, dado que ellas han sido las responsables del hogar durante mucho tiempo, ellas velan por el bienestar de los hijos desde que nacen y tratan en la medida de lo posible, satisfacer las necesidades de quienes la rodean. El hombre al acudir al trabajo todo los días y llegar por las tardes- noches, ve la vida desde otra perspectiva, pero esto no significa que no extrañe la convivencia que tenía con sus hijos.

Cuando el hijo decide dejar el hogar, para muchas mujeres es una seña de que él o ella, pueden solventar su vida por sí mismos, y esto se sabe a nivel racional que es lo correcto y sobre todo que es una ley de vida, sin embargo, el problema es que a nivel emocional, se siente otra cosa; precisamente se experimenta un vació dentro de sí, algo que falta y que no deja estar en paz, entrando en una lucha entre lo que la razón indica y lo que las emociones experimentan, por lo tanto es una etapa de confusión y de lucha con uno mismo. Esta situación se recrudece cuando la madre ha estado dedicada a ser ama de casa y pasa el 100% de su tiempo avocada a sus hijos y al hogar. La casa y ellos se convierten en su pilar y su bastón, y al faltar pareciera que la vida ha perdido todo el sentido. El problema es que en algunas mujeres esto se puede traducir en: No soy necesaria, no soy importante, ya no valgo nada, se acabó mi labor, etc. Generando esto graves problemas de salud debido a la depresión que se está experimentando.

Es muy natural que un padre siente cierta tristeza cuando los hijos dejan el hogar. De hecho es normal tener ganas de llorar de vez en cuando o incluso entrar en la habitación del hijo ausente y sentarse ahí durante un tiempo como una forma de sentirse más cerca de él o ella. Por lo tanto, no se avergüence de sus sentimientos. Lo que debemos estar alerta es cuando se pierden las ganas de comer, se presenta exceso de sueño o insomnio, ya no se desea establecer contacto con otras personas; todo esto nos hablaría de que la persona no está pudiendo asimilar este cambio en su vida, o dentro de sí pensó e imaginó que las cosas no iban a cambiar. De hecho en nuestro país, muchos padres para evitar pasar por esta etapa, se traen a las esposas o esposos de sus hijos a vivir con ellos, estando dispuestos a mantener a todos, con tal de no pasar por esta situación y enfrentarse a una nueva forma de vida.

Si analizamos con detenimiento esta etapa de la vida de la pareja y de la familia, implica un tiempo de cambio y no solamente para los chicos que dejan el hogar, sino también, para los padres para experimentar una nueva etapa de sí mismos. El cambio se da en todos los que pertenecen a esa casa. El hijo que se va enfrentará su propia vida y lo que esto conlleve, ya no tendrá ni comida, ni ropa limpia, ni su cama tendida, si él por sí mismos no se dan a la tarea de responsabilizarse de esta situación, —no es lo mismo abrir el refrigerador y encontrar algo delicioso que comer, que enfrentarse a sólo unos bocados o en su defecto a no encontrar nada—. Por lo tanto, crecerán en otros aspectos que antes no se habían explorado.

En el caso de los padres se pueden dar a la tarea de descubrir las actividades que se habían querido hacer pero que no se había tenido tiempo; así que es buen momento para hacer una "lista de deseos" de las cosas que le gustaría intentar y luego trabajar con él. Lo más probable es que todavía se tiene la mitad de su vida para vivir, para ponerse en contacto con lo que se es, reconstruir la confianza y empezar a planificar para realmente hacer algo con su nueva libertad. Usted puede ser un padre solo y único en la actualidad: en cuyo caso, esto podría ser un buen momento para ampliar el círculo de amigos y realizar diversas actividades, como por ejemplo viajes de fin de semana, o clases de salsa. Es importante ver esta etapa como nuevos retos. Muchos padres disfrutan de la segunda mitad de su vida enormemente y terminan haciendo todo tipo de cosas que nunca hubiera soñado cuando sus hijos estaban en casa. La partida de los hijos puede, como todo en la vida, tener su lado positivo

  • Compartir abiertamente los sentimientos de dolor, ayuda a superarlos y refuerza los lazos de la pareja.
  • Se dispone de tiempo libre, para emprender actividades que hace mucho debieron abandonarse, o por qué no, actividades nuevas, ya sea de forma individual o compartida.
  • La soledad permite potenciar el diálogo y la intimidad de la pareja, incrementar la actividad sexual, disfrutar del espacio.
  • Es la oportunidad para hacer planes, encontrarse con amigos, realizar actividades, planificar viajes.
  • Hacer una evaluación de la etapa pasada, disfrutar los logros, aceptar lo positivo de la etapa que comienza, aprovechar la disminución de las presiones.

Recomendaciones

  • Normaliza tus emociones: debes leer información sobre el síndrome para poder entenderlo mejor. Esto te ayudará a no asustarte por las sensaciones que experimentes y a no psicopatologizar un hecho que, en un primer momento –echar de menos al ausente–, es absolutamente normal.
  • Tu rol de madre o padre continúa: con independencia de que tus hijos vivan o no en casa, por lo que, junto a ellos, busca otra manera de satisfacerlo que beneficie a ambas partes (por ejemplo colaborando con las necesidades que puedan tener en su nueva vida independiente, etcétera).
  • Busca nuevos roles o actividades en tu vida: dedica tiempo a eso que tanto te hubiera gustado hacer y has tenido que dejar de lado por el cuidado de la familia.
  • Visita a tus hijos con frecuencia y que ellos también te visiten a ti: es bueno establecer momentos en los que la familia se reúna de forma periódica en el hogar. La frecuencia puede variar en función de las necesidades y costumbres, y de la distancia entre los domicilios. Recuerda que no es tan importante la cantidad como la calidad y el deseo de mantener estos encuentros.
  • Disfruta de tu relación de pareja: si aún contáis con teneros el uno al otro, disfrutad de estos nuevos momentos de intimidad (podéis viajar, salir con otras personas de vuestra edad con las que compartáis aficiones, apuntaros a actividades en común, etcétera).
  • Mantén el contacto con tus hijos tanto como necesites: pero respetando también su independencia e intimidad.

Si los síntomas no desaparecen pasado un año, si aparecen de forma intensa y demorada (por ejemplo dos años después de haberse ido tus hijos), o si te causan especial malestar, acude a un psicólogo especializado que pueda ayudarte a afrontar mejor el 'síndrome del nido vacío'. Una etapa se ha cerrado, darle la bienvenida a la que comienza, y hacer de cada día una aventura nueva.

Fuentes