Santuario de Nuestra Señora de Montesclaros

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Santuario de Nuestra Señora de Montesclaros
Información sobre la plantilla
Institución
Portada Imagen del santuario JC 11.jpg
Los orígenes se remontan a los siglos IV-V.
Tipo de unidad:Religiosa
País:España
Dirección:Ubicado al sur de Cantabria, Valdeprado del Rio, demarcación de Los Carabeos. España.

El Santuario de Nuestra Señora de Montesclaros está situado en el sur de Cantabria, Valdeprado del Rio, demarcación de Los Carabeos. Es un conjunto rodeado de bosques de roble, hayas, avellanos y plantas bajas tales como argomas, helechos, brezos. Está a 950 metros sobre el nivel del mar.

Orígenes

Los orígenes del Santuario de Nuestra Señora de Montesclaros no son exactos. Es probable que surgiera a partir de la pequeña capilla semirupestre que existe en lo más profundo de las dependencias del santuario, que pudo ser excavado en tiempos de la Repoblación como pequeña iglesia o lauda anacorética similar a las que encontramos en el conjunto construcciones rupestres de Valderredible. En esta pequeña dependencia se piensa que se ocultó una imagen de la virgen, junto a otras reliquias de distintos santos, por parte de un grupo de cristianos que venía huyendo de la morisca tras la batalla de Alarcos (año 1195).

Historia

Según cuenta la leyenda, un día de 1178, un pastor de Los Carabeos observó como uno de sus toros iba y volvía continuamente de un matorral de difícil acceso. Al seguirlo lo encontró frente a una cueva que emanaba luz, arrodillado sobre sus patas delanteras. El joven vio que la luz procedía de una imagen de la Virgen. Tras anunciar la noticia en el pueblo cercano de Los Carabeos, se organiza una procesión que subió al monte rezando y cantando a la Virgen (tradición que continua en la actualidad).

A principios del siglo XIII se descubren estos restos e inmediatamente después se levanta en el lugar una primera ermita, modificada y ampliada en distintas ocasiones hasta el siglo XVI.

Estas antiguas dependencias fueron excavadas en 1966 dejando al descubierto la primitiva cueva, así como distintas capillas y dependencias del primer santuario de donde han salido piezas artísticas de valor como un cancel de altar de raigambre visigoda o distintos sarcófagos con tapa decorada, difíciles de datar cronológicamente.

Imágen de La Virgen.

Desde un principio el Santuario gozó de gran fama hasta el punto de contar con patronazgo real desde el año 1217 de manos de Fernando III.

El siglo XIX fue nefasto para el Santuario. Primero por el saqueo DE LA FRANCESADA EN 1808. Después por la supresión del convento en 1821, según la política de secularización de la legislación de las Cortes de Cádiz que supone, ya en 1834, la exclaustración definitiva del monasterio.

Esta sede es testigo de una larga historia de por lo menos XV siglos. Los vestigios arqueológicos e históricos así lo prueban. Y la Virgen de Montesclaros ha sido siempre el epicentro. Constantemente llegan peregrinos, aún en invierno, que vienen unos a dar gracias por favores recibidos, otros para recordar sus orígenes cuando sus padres los traían y les mostraban la devoción a María, otros vienen a cumplir sus promesas o a renovar su fe... o en demanda de favores. Es la vida de multitud de personas que tenemos por señal en nuestro caminar a Ntra. Sra. de Montesclaros, y que así ha venido sucediendo desde tiempos inmemoriales.

Dependencias

La cueva

La cueva

El monasterio alberga una cueva en el fondo de sus instalaciones, que pudo haber sido habitáculo de ermitaños desde los orígenes del cristianismo en la zona. Parece ser que los primeros difusores del cristianismo por estos lugares fueron los soldados romanos de Julióbriga, a 8 km de Montesclaros. Cabe sospechar que, como el cristianismo era perseguido en la época romana, algún cristiano pudo refugiarse en estos montes y establecer su morada en la cueva. Es posible a juzgar por la capilla prerrománica que la imagen de la Virgen haya sido traída por los visigodos (al lado de la capilla prerromanica se dibuja un arco típicamente gótico), alrededor del año 1000 y que en algún momento fue enterrada en la cueva, ante los temores de la época; según la tradición fue descubierta por un toro que pastaba en la zona, como hacen aún hoy día. La imagen actual es del siglo XIV con algunas restauraciones y fue coronada canónicamente el 10 de septiembre de 1967, después de ser nombrada Patrona de la Merindad en 1721 y Alcaldesa Mayor en 1954.

El altar y la capilla

En una cueva anexa existe un altar de estilo ramirense siglo IX, con símbolos probablemente celtas, en una capilla prerrománica. El altar y la capilla nos hablan de una pequeña comunidad que celebraba la Eucaristía.

Interior de la Iglesia

Frente al altar se encuentran dos sarcófagos: uno de ellos tiene en una inscripción una fecha, un nombre y un título que acreditan otro tipo de eventos históricos en torno al santuario: "Martín Fernández, señor principal de los Carabeos y caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, colocado en el sarcófago en el año 1385; a su lado está colocado otro caballero de la misma orden.

Sarcófagos frente al altar

Los retablos

En la iglesia, de los siglos XVII y XVIII: Consta de una sola nave con capillas laterales comunicadas por un estrecho corredor bajo los contrafuertes. Las cubiertas de los tres tramos de la nave son de cúpula con pechinas de motivos clásicos en el tramo del altar. el retablo de San José es barroco del siglo XVIII. El de la Virgen es de principios del siglo XX, donación del Arzobispo de Burgos, don Manuel Gómez Salazar, nacido en la cercana Arija.

Actualidad

Se celebran dos fiestas principales al año: el último domingo de mayo se celebra; «La Fiesta de la Rosa»; la otra fiesta el segundo domingo de septiembre «El día de los Procuradores» para agradecer a los alcaldes y a sus pueblos, de la Merindad de Campoó, el aprecio y defensa que siempre manifestaron por el Santuario y Convento y sus valores espirituales y culturales.

Ese legado intangible se ha mantenido con el transcurrir del tiempo y ahora en la segunda mitad del 2017, la hospedería de Montesclaros, alberga un proyecto que se ha convertido en el motor vital de Antonio Rodríguez, gerente de la Fundación San Martín de Porres, que presta servicios desde hace más de 30 años a personas sin techo o en riesgo de exclusión social en Madrid.

Fuentes