Sobrenatural

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Concepto:Sobrenatural ( del latín: super, supra "arriba" + natura, naturalis "naturaleza") es el término utilizado para definir algo que se tiene como por encima, que excede o está más allá de lo que se entiende como Natural o que se cree existe fuera de las leyes de la Naturaleza y el Universo observable.

Sobrenatural. La Ciencia limita las explicaciones a los fenómenos de explicación natural, un proceso conocido como naturalismo metodológico, y no considera las explicaciones sobrenaturales, ya que no pueden ser investigadas empíricamente. Los temas sobrenaturales son a menudo asociados con la idea de lo paranormal y lo oculto.

Características

Las características de los fenómenos propuestos como sobrenaturales son la anomalía, la singularidad, y falta de control. Por lo tanto, las condiciones en que tales fenómenos se cree que se manifiestan no pueden ser reproducibles para examen científico como sobrenatural se tiende a definir fenómenos que parecen o se suponen reales, pero que no se pueden explicar científicamente, por su propia naturaleza. Al utilizar el término sobrenatural, comúnmente va asociada a la frase fenómenos sobrenaturales. Los adherentes a las creencias sobrenaturales sostienen que estos hechos existen tanto como los hechos del mundo natural. Los opositores argumentan que hay explicaciones naturales y científicas para lo que a menudo se percibe como sobrenatural. En las sociedades seculares, los milagros religiosos suelen ser percibidos como afirmaciones sobrenaturales, al igual que los hechizos y maldiciones, la adivinación, y el más allá.

Diferencia entre los fenómenos sobrenaturales y paranormales

Aunque los llamados fenómenos paranormales suelen ser considerados como una subcategoría de los fenómenos sobrenaturales, para los adherentes a dichas creencias, lo sobrenatural no sería sinónimo de lo paranormal. Postulan que los llamados fenómenos paranormales no serían trascendentes a la naturaleza, sino inmanentes a ella, excepto que se salen de la norma (a causa de su rareza, o como anomalía); y aunque no hayan sido explicado en términos concretos de la ciencia actual, si se les pudiese aplicar un estudio más formal y pueden llegar a dar lugar a teorizaciones dependientes de los criterios epistemológicos vigentes (ex: condiciones en laboratorio; etc.) los llamados fenómenos sobrenaturales forman parte o del mito, o del ocultismo; y su teorización pertenece al ámbito del esoterismo.

Clasificación

Existen tres clasificaciones de fenómenos sobrenaturales:

  • Los subterfugios, es decir, una voluntad de ocultar intencionadamente la verdad (es el caso de la magia exhibicionista)
  • La descripción no racional de fenómenos antes considerados sobrenaturales, de los cuales actualmente si existe una explicación natural; realizada por descubrimientos científicos (como las auroras boreales)
  • Los fenómenos (reales o irreales) no estudiados o no explicados científicamente, para los cuales la ausencia de elementos concretos hace ilegítima toda supremacía de una teoría sobre otra.

Ejemplos de lo que se considera fenómenos sobrenaturales

Algunos fenómenos o creencias que se asocian a fenómenos sobrenaturales:

Los milagros

Se llama milagro, en la definición del Diccionario de la Lengua Española, a un hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divinoReal Academia Española. Dependiendo del enfoque desde el cual se aborde el concepto, existen variadas definiciones de la palabra milagro. Aún dentro de las diferentes religiones, la palabra se asocia a varios sentidos.

Etimología

La palabra milagro encuentra su raíz en el latín miraculum que significa mirar. Los latinos llamaban miraculum a aquellas cosas prodigiosas que escapaban a su entendimiento, como los eclipses, las estaciones del año y las tempestades. Así entonces, miraculum proviene de mirari, que en latín significa "contemplar con admiración, con asombro o con estupefacción". Dicha forma latina se mantiene aún hoy con idéntica grafía en el francés, en el inglés como miracle, y en el italiano como miracolo, entre otras lenguas neolatinas. Es así como, desde el punto de vista etimológico, la palabra milagro no dice relación necesariamente con una cierta intervención divina, sino que se liga al asombro ante lo inefable, tal como lo plantearan los latinos.

Escepticismo de científicos y filósofos

Se suele argumentar que los milagros, entendidos como una intervención en el universo de una entidad todopoderosa superior al propio universo, no pueden ser estudiados por el método científico. De acuerdo al filósofo Karl Popper, una proposición no puede considerarse ajustada al método científico si fuese imposible verificar su eventual falsedad. Hablando de los milagros mismos, científicamente, se pueden hacer hipótesis que buscan explicar un determinado fenómeno, para demostrar o no una explicación al suceso por medio de un experimento.

Paranl

El problema es que, muchos de los que afirman la existencia de milagros, suelen no efectuar un análisis serio antes de concluir que algo no tiene explicación. Además, parece para muchos una contradicción lógica afirmar que a "algo que no tiene explicación científica" pueda atribuírsele una "explicación sobrenatural". Eso hace que, en parte del mundo académico, la existencia de milagros haya perdido credibilidad -aún para personas teístas liberales-, y se busque descartar su existencia por medio de la lógica, aún cuando se trate de supuestos hechos no explicables por las leyes naturales.

El psiquiatra Sigmund Freud escribía que, a la ciencia le corresponde encontrar una verdad objetiva detrás de las cosas y, por lo tanto, no es posible declarar que la ciencia es sólo un campo de la actividad humana, y que la interpretación mágica (o de religiosos conservadores) sea un campo diferente. Se trata de un argumento que suele ser usado para reclamar la veracidad de hechos no ordinarios, argumento que suele ser simplemente una interpretación personal dada en base a sus creencias. Freud llama a la búsqueda de la verdad e insta a hacer una crítica a las creencias que quieran usurpar el terreno de la objetividad y de la misma ciencia.

Se suele invertir la carga de prueba por parte de quien afirma la existencia de un milagro. Sin embargo, desde el punto de vista de la filosofía de la ciencia, "quien dice que algo existe es quien lo debe demostrar", mediante razones lógicas. En ese caso, la carga de prueba del escéptico se restringe a refutar y descartar la descripción del milagro.

Por esa misma razón, en el pensamiento escéptico, la posibilidad de un milagro se autodestruye cuando la atribución de milagro a un suceso se funda únicamente en la percepción o el pensamiento subjetivo. Eso, porque desde el siglo XVIII, el empirismo dejó expuesto que los sentidos o las percepciones pueden engañarnos. Hay que recordar que el cerebro, desde el punto de vista neurológico y evolucionista, no está diseñado para entender al mundo, sólo para sobrevivir.

Por lo tanto, no se puede afirmar que no existan razones, dentro del mundo académico, para sostener una postura escéptica ante tales sucesos, puesto que pueden ser analizados en el marco de la lógica, como hizo David Hume. A veces, los llamados milagros en sentido laxo carecen de una investigación seria, y no suelen tomar en cuenta otros aspectos que pueden ser condicionantes de la opinión: fanatismo, Efecto placebo, efectos de tratamientos previos, o el estado psíquico o emocional de la persona.

Sin embargo, no es posible generalizar una única postura científica. "Le Bureau des Constatations Médicales" y de "Le Comité Médical International" de Lourdes, que rigen el análisis científico de las curaciones producidas en Lourdes, lo hacen de forma sumamente estricta]. Para que una curación se considere inexplicable para la ciencia se deben cumplimentar una serie de requisitos, entre los que se cuentan: (a) que la dolencia sea incurable; (b) que se haya puesto de manifiesto la total ineficacia de los medicamentos o protocolos empleados en el tratamiento de dicha dolencia; (c) que la curación haya sobrevenido de manera instantánea o casi instantánea; (d) que la curación haya sido absoluta; (e) que la curación no sea resultante de una interpretación derivada del estado psíquico de la persona. De los aproximadamente 7000 casos de curaciones registrados en expedientes, sólo 67 han sido reconocidos como "milagros". Tal es el grado de rigor manifestado en este tema que la curación de Marie Bailly, aquejada de peritonitis tuberculosa en último estadio (el famoso "Dossier 54" de los Archivos de "Le Bureau des Constatations Médicales" de Lourdes), y testimoniada por el Dr. Alexis Carrel (Premio Nobel de Medicina en 1912), no se encuentra incluida entre los casos considerados "milagrosos" por la Iglesia Católica, simplemente por una insuficiente constatación del estado psíquico de la paciente previo a su curación.

Desde que David Hume demostró que nuestras percepciones pueden engañarnos, los testimonios carecen -para algunos- de credibilidad en el mundo académico. Desde el punto de vista médico, el milagro no es considerado por muchos una contradicción de las leyes de la naturaleza], sino una aceleración inexplicable del proceso normal de curación".

Cristianismo

Según el cristianismo, un milagro es en sí un hecho sobrenatural en el cual se manifiesta el amor de Dios hacia los seres humanos. Aunque un milagro auténtico sería un signo de la existencia de Dios y de su amor, el cristianismo desaconseja la búsqueda en un milagro de una mera evidencia científica de la existencia de Dios, promoviendo en cambio su creencia mediante la fe. Sin embargo, en la actualidad la fe cristiana y la ciencia no se consideran excluyentes. Es importante tener en cuenta que cuando se analiza un relato de milagro desde la perspectiva literaria, no se hace ningún juicio sobre el valor histórico del mismo. La investigación histórica tienen sus propias reglas, que son diferentes de las literarias.

San Pablo presentó al carisma de obrar curaciones y al poder de obrar milagros como procedentes del espíritu de Dios y destinados al bien común: "En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. (...) A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro fe, en el mismo Espíritu; a otro carisma de curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad." (I Corintios 12, 1.7-11)

Postura de los creyentes cristianos

La posición de los creyentes cristianos no es precisamente opuesta, sino distinta. El milagro no es considerado hoy un suceso mágico que controla las fuerzas cósmicas, sino -en la postura de los creyentes- un suceso que dependería de Dios (de quien, por otra parte, también dependerían todas las leyes naturales). Para los creyentes, científicos o no, la atención no se centra en lo sorprendente o extraordinario del hecho ocurrido, sino en la autoridad de quien supuestamente lo realizó Dios. Además, el milagro, en el pensar de los creyentes, sólo se concede por motivos que escapan al intelecto del ser humano, y que se sitúan en el mismo misterio de Dios.

Hay, pues, hechos que resultan para la ciencia inexplicables por las leyes naturales, al menos hasta el día de hoy. La forma de interpretación de esos hechos depende de la creencia o del pensamiento de cada cual, y no definen al hecho en sí, sino al individuo que lo interpreta.

Catolicismo

Para la religión católica el milagro sería un hecho sin explicación científica razonable. Agustín de Hipona ofrece la siguiente definición de milagro: “Milagro llamo a lo que, siendo arduo e insólito, parece rebasar las esperanzas posibles y la capacidad del que lo contempla” (De utilitate credendi, 16,34). Tomás de Aquino, en el siglo XIII, define milagro como algo hecho por Dios más allá de las causas que son conocidas por los hombres (cf. Suma teológica, I parte, q. 105, a. 7).

Cuando se le atribuye un milagro a una persona difunta que, además, es reconocida por su vida ejemplar según los parámetros cristianos, ésta puede llegar a ser beatificada y luego canonizada por el Papa.

Más allá

El más allá (también llamado ultratumba, la otra vida o la vida tras la muerte) es un término genérico que hace referencia a la idea de que habría una continuación de la existencia después de la muerte, según creencias populares esta continuidad se daría en un propuesto mundo espiritual más allá del mundo.

El más allá como creencia

En la cultura popular, el más allá es una creencia. Generalmente se piensa que es una creencia no verificable porque se suele aceptar que queda fuera del conocimiento experimental y el acceso fortuito de la mayoría de la gente. Como resultado de esto, la creencia popular confía en varias fuentes para los conceptos asociados al más allá, enumerados a continuación por su presunto grado de fiabilidad:

  • Testimonio de individuos que dicen tener conocimiento experimental de facetas del más allá.
  • Por haber muerto y haber sido enviados de vuelta a esta vida.
  • Por haber visitado el más allá durante un periodo de inconsciencia (experiencia cercana a la muerte).
  • Por haber visto el más allá durante una visión reveladora.
  • Por tener el raro don personal de recordar una existencia de ultratumba (antes de la vida).
  • Testimonio de individuos que supuestamente tienen entendimiento especial del más allá: Santos
  • Obradores de milagros.
  • Conversos espectaculares.
  • Testimonio atribuido a visitantes del más allá:
  • Dios
  • Ángeles
  • Espíritus
  • Intuiciones humanas de la bondad que presumiblemente emana del más allá:
  • Especulación y extrapolación.
  • Mezcolanza

Históricamente las tradiciones religiosas han formalizado y sistematizado las ideas sobre el más allá en formas ampliamente divergentes. Aunque el comienzo de la era de la información está trayendo a la luz cada vez más credibilidad y uniformidad a la evidencia de vida tras la muerte a través de los límites religiosos y fuera de éstos, la mayoría de las concepciones sobre el más allá continúan siguiendo descripciones tradicionales, vistas con frecuencia como racionalmente débiles por los escépticos (particularmente ateos y agnósticos de mentalidad laica y humanista) que mantienen que al morir dejamos de existir completamente.

La otra vida como una existencia individual

Alma

Para que exista el más allá, debe haber algo que sobrevive al cuerpo cuando llega la muerte. Esta cosa inmaterial suele ser llamada alma o espíritu.

El más allá como recompensa o castigo

Una noción del más allá que es común al Judaísmo, a casi todo el Cristianismo y el Islam es que las almas humanas van por toda la eternidad a un lugar de felicidad o tormento, como el paraíso, el infierno, el purgatorio o el limbo.

Muchas religiones afirman que tras la muerte la gente es recompensada o castigada en función de sus actos o su fe.

La Biblia cristiana, por ejemplo, contiene las siguientes palabras de Jesús: "Con la medida que uses serás medido." Para muchos, la creencia en la otra vida es un consuelo en relación a la muerte de un ser querido o la perspectiva de la propia muerte. Por otra parte, el miedo al infierno y similares puede hacer parecer la muerte aún peor.

En las informales creencias populares de muchos cristianos, las almas de la gente virtuosa suben al Cielo y son convertidas en ángeles tras su muerte. Sin embargo, una lectura más ortodoxa de las escrituras sugiere que los muertos esperan hasta el Juicio Final, que irá seguido de la resurrección de los fieles.

Respecto a la eternidad de la otra vida, algunos consideran la vida normal como relativamente insignificante, excepto para determinar si se irá o no a la otra vida, y cómo. La vida normal es sólo una situación provisional, y la metáfora de una tienda de campaña como alojamiento provisional es usada en la siguiente cita:

Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2ª Corintios 5:1

Según la antigua religión egipcia, el más allá era muy importante para ellos. El creyente tenía que actuar con bondad y conocer las fórmulas descritas en el Libro egipcio de los muertos. Si el cadáver era embalsamado y enterrado adecuadamente, generalmente en una mastaba, el difunto podría continuar su vida en los Campos de Aaru. Si, durante el Juicio de Osiris, las obras pasadas del difunto habían sido inadecuadas, el monstruo Ammit devoraba su corazón (símbolo de sus actos pasados), perdiendo el derecho a la vida eterna.

Finalmente, existen personas que creen en el universalismo, que afirma que finalmente todos serán premiados independientemente de los que hayan hecho o en qué hayan creído.

El más allá como reencarnación

Otro concepto relacionado con la otra vida que aparece entre hinduistas y budistas es la reencarnación, ya sea como personas o como animales. Una consecuencia de las creencias hindúes y budistas es que nuestras vidas actuales son también la otra vida, y tanto unos como otros interpretan los sucesos de éstas como consecuencias de las acciones hechas en vidas anteriores karma. Aunque hay algunas investigaciones científicas que parecen sugerir que los humanos podrían reencarnarse como humanos (véanse, por ejemplo, los escritos del Dr. Ian Stevenson y de Carol Bowman), hay muy poca o ninguna evidencia que sugiera que los humanos se reencarnan como animales, o viceversa.

Algunos neopaganos creen en la reencarnación personal, mientras que otros creen que la energía del alma se reintegra con un continuum de energía tal que es reciclada en otros seres vivientes a medida que nacen.

Muchos cristianos creen en la reencarnación, aunque vaya contra la doctrina moderna de la Iglesia, que establece que hay una sola vida por la que se merecerá recompensa o castigo. Sin embargo, algunos consideran la reencarnación como una doctrina olvidada del cristianismo.

Estudios relacionados

Fantas

El estudio de las opiniones sobre el más allá es ámbito de la Escatología, que trata de los asuntos relacionados con el alma, la resurrección de los muertos, la era mesiánica y el fin del mundo. La cuestión de si hay o no vida tras la muerte está estrechamente relacionada con el problema mente-cuerpo, y éste es uno de los problemas clásicos de la llamada psicología racional, y por tanto una noción (actualmente muy desfasada) del ámbito de la metafísica.

Algunos fenómenos considerados antiguamente sobrenaturales y ahora son considerados paranormales en fase de estudio las entidades sobrenaturales vampiro, hombre lobo, fantasma, etc.)

Enlaces Externos

Fuentes

  • elcastellano
  • a b Rivas, Luis H. (2010). Diccionario para el Estudio de la Biblia. Amico. pp. 200. ISBN 9789872519513.
  • lourdes-france
  • Berthier, René (1977). 101 Reponses a un chretien. Librairie Hachette. p. 206. ISBN 2245001702.
  • Juan Pablo II, audiencia general nov 1987, Milagros y Prodigios en Jesucristo
  • Constitución Apostólica Divinus Perfectionis Magister
  • Testimonios en la iBethel.tv (en ingles)