Traumatismo renal

Traumatismo renal
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Traumatismo renal. Son lesiones traumáticas del riñón. Los traumatismos del riñón ocupan cerca del 3% de las hospitalizaciones por trauma y está presente en aproximadamente 10% de los pacientes que sufren un traumatismo abdominal.

Concepto

Las lesiones traumáticas del riñón no son frecuentes, pero si potencialmente graves y pueden asociarse a lesiones de otros órganos intraabdominales, en especial, higado y bazo. Se produce mas frecuentemente en los accidentes del tránsito y en actividades industriales, sobre todo en hombres. En pacientes con enfermedades renales previas (hidronefrosis, ectopía y otras), un traumatismo abdominal legero puede provocar la ruptura renal.

Clasificación

  • Contusión del parénquima renal sin solución de continuidad, con integridad de la cápsula renal.
  • Fisuras incompletas del parénquima que si afectan la pelvis o los cálices, producen hematuria intensa y si desgarran la capsula renal, determinan la presencia de un gran hematoma perorrenal.
  • Fisuras completas que se extienden desde la cápsula hasta la pelvis y que pueden incluir el ureter y provocar extravasación intensa de orina y sangre. Los desgarros aislados de la vía excretora son excepcionales.
  • Rupturas del pedículo vascular, cuyo sangramiento profuso puede ser rápidamente miortal.
  • Desgarros peritoneales asociados a la lesión renal con sangramiento intraperitoneal y lesiones de otras visceras, fracturas costales y vertebrales.

Fisiopatología

El mecanismo de la ruptura renal se explica por el hecho de que los riñones contienen una gran cantidad de líquido, es decir, orina y sangre, pues la fuerza de un golpe súbito en el abdomen se trasmite con igual intensidad a todos los tejidos y hace estallar el rión por el aumento brusco de su tensión interior.

El mecanismo más común de producción de la lesión traumática es un golpe directo sobre el abdomen o los flancos. Pocas veces es ocasionado por una caida sobre los pies desde una altura (contragolpe). Las heridas penetrantes por proyectiles o armas blancas se producen raramente en tiempo de paz.

Cuadro Clínico

El dolor del área renal puede quedar oculta por la gravedad de otras lesiones. La hematuria macroscópica no es necesariamente proporcional a la gravedad de la lesión y se descubre por lo general a partir de la primera micción. Cuando es copisosa pueden formarse coágulos en la vejiga con posibilidad de retención de orina.

En los pacientes con las lesiones traumaticas renales graves o en los politraumatizados, pueden encontrarse signos de shock por hipovolemia o signos de hemorragia. Sobre el flanco y la espalda puede notarse escoriaciones y equimosis, así como dolor local. La presencia de una masa en un flanco puede deberse a la extravasación de sangre u orina; pero si el peritoneo subyacente ha sido desgarrado, estos líquidos pueden pasar a la cavidad peritoneal y no constituir nunguna masa palpable.

Diagnóstico

El diagnóstico de la lesión traumática renal debe basarse en los antecedentes del traumatismo, en el cuadro clínico, en las investigaciones complementarias de laboratorio, los estudios radiográficos y, en casos excepcioonales, en la investigación mediante instrumentos. La determinación del hematócrito seriado es de gran importancia. Una anemia progresiva significa que existe una hemorragia importante que exige una intervención quirúrgica urgente. En casi todos los casos se encuentra hematuria en el sedimento urinario y signos de infección, si se desarrolla una complicación séptica.

La radiografía simple del abdomen es de gran utilidad. Puede mostrar opacidad aumentada en el área renal. Borramiento de las sombras renales y de los psoas, escoliosis lumbar de concavidad hacia el lado afectado, fracturas costales y de apófisis transversa y signos de ileo paralitico. La urografía por infusión es el método ideal para observar las vías urinarias superiores. Debe realizarse lo mas pronto posible, en cuanto el herido llegue al hospital. En las radiografías se puede ver un riñon normal en el lado opuesto (dado fundamentalmente para la conducta a seguir). Si la lesión es mínima, el funcionamiento y la configuración del riñón son normales, tanto el parénquima como de la vía excretora. Si existen fisuras se aprecian deformaciones delos cálices y de la pelvis, extravasaciones del medio de contraste dentro de la sombra renal o en el espacio perirrenal, así como el desplazamiento del uréter o de la pelvis por la extravasación urohemática. En casos de duda, la arteriografía renal selectiva puede ser de gran utilidad.

Tratamiento

El tratamiento comprende tres faces: urgencia, medicamentoso y quiúrgico.

urgencia

Este está ditigido a la resolución del schok que se produce a consecuencia de la hipovolemia.

Medicamentoso

Este lleva como medida general el reposo en cama que debe mantenerse mientras exista hematuria macroscópica. Como las dos tereceras partes de los riñones traumatizados sufren solamente contusión, el sangramiento desaparece espontáneamente. El alta definitiva se da cuando desaparece la hematuria microscópica.

Quirúrgico

Del 10 al 20 % de los casos puede requerir un tratamiento quirúrgico de urgencia, debido sobre todo a la hemorragia. Este puede consistir desde el drenaje del espacio perirrenal, hasta la sutura de fisuras, y nefrectomías parciales o totales.

Fuente

  • PORTILLA SÁNCHEZ RICARDO, MALVERDE MEDEL MARIANO, MORALES CONCEPCIÓN JULIO CÉSAR, PRESMANES FERNÁNDEZ FIDEL. Urología/Mariano Malverde Medel, Julio César Morales Concepción, Fidel Presmanes Fernández__Editorial Pueblo y Educación, 1988.