Antonio Mancini
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Antonio Mancini. Pintor italiano. Su estilo partió de un verismo naturalista realizado con vigor plástico, para evolucionar hacia una pintura de factura extraordinariamente libre y rica de color y empastes, con brillantes efectos de superficie.
Síntesis biográfica
Niñez
Nació el 14 de noviembre de 1852, Albano Laziale, Italia. Ingresó a los 12 años en el Instituto de Bellas Artes de Nápoles, donde estudia de 1865 al 1873. Con esa edad es alumno de Domenico Morelli y Filippo Palizzi, destacando por su calidad instintiva.
Siendo apenas un adolescente produjo obras de exquisita calidad, que siendo anecdóticas pasan con el tiempo a ser consideradas como obras de arte, como “Cabeza de una niña” (1867; Nápoles y Capodimonte. Frecuentando el estudio del escultor Raya conoce a Vicenzo Gemito, con el que consolida una profunda amistad. Sus compañeros de estudio son Giuseppe De Nittis, que, junto con Giovanni Boldini, frecuentará más tarde en París. Tras su ceremonia de graduación, Mancini, junto a Francesco Paolo Michetti y Vincenzo Gemito, estuvo al frente de la corriente artística del “Verismo” en el arte napolitano.
Compartiendo un estudio con Gemito, pintó a los niños de calle, los músicos y bailarines de Nápoles, creando un arte antiacadémico y popular. Su patrocinador, Albert, conde Cahen de Amberes (1846 – 1903), lo animó a visitar París en 1875, donde conoció a Manet y Degas. Allí trabaja para la galería “Maison Goupil” y luego para el mecenas y artista holandés Mesdag.
Trayectoria artística
El bienestar económico y la nostalgia le destapan una crisis de nervios como detonante de sus posteriores desórdenes psíquicos. Es casualmente en París que empieza a manifestarse de modo grave su esquizofrenia, por la que es hospitalizado en el Manicomio Provincial de Nápoles en 1881. Aquí queda ingresado por cinco meses, durante los que pinta frenéticamente, sobre todo autorretratos. Vuelve a Nápoles y es ingresado durante cuatro años en una clínica. Después de algún tiempo vuelve a hablar; regresa entonces a París, y también va a Londres, dónde conoce celebridad y riqueza.
Después de una segunda visita a París en 1877, aligeró su paleta antes melancólica y su estilo abandonó el modelado sensual para aplicarse a una visión más decorativa.
En el 79 vuelve a Nápoles y en 1883 se establece en Roma, vinculado por un contrato con dos marchantes de arte: primero en la Galería Messinger, y luego la Du Chêne, que le pone a disposición una villa en Frascati. En 1929 es nombrado Académico de Italia. La primera obra fechada es de 1966: tiene catorce años, aquéllas ejecutadas entre 1966 y 1970 están caracterizadas “por una manera ancha de modelar, de mucha fuerza, resaltando la imagen sobre el fondo y al mismo tiempo de una riqueza de tonos cromáticos de que no es el típico de su entorno (Brizio).
Hacia el 1970 inicia la llamada “segunda manera.” Abandona las tonalidades oscuras, típicas de su primera producción y se da a un colorismo más sonoro, que se acentúa después una decena de años, cuando encontramos en algunos particulares hasta pegado en la tela un objeto mismo en el sitio de la pincelada que debería representarlo, una cinta, un fragmento de vidrio, un trozo de lata. También los sujetos son cambiados, a los viandantes napolitanos, al alboroto de la ciudad culta a lo abierto se sustituyen los cuartos de estar burgueses. Está interesado en el reflejarse de las vibraciones de la luz: se convierte en un desafío, a veces una pesadilla.
(Galetti-Camesasca).
Muerte
Murió el 28 de diciembre de 1930.
Obras
- O`prevetariello (1870, museo de San Martino, Nápoles).
- Retrato de la señora Pantaleoni (1900, museo de arte moderno, Roma).
- Autorretrato con turbante rojo (1929, col. particular).
Niño durmiendo
La hija del Molinero
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