Banco Mundial de Semillas

Banco Mundial de Semillas de Svalbard
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Institución con sede en Noruega
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Es el depósito de semillas más grande del mundo, es capaz de resistir terremotos, impacto de bombas y otros desastres.
Siglas o Acrónimo:BMSS
Fundación:26 de febrero de 2008
Tipo de unidad:Almacén subterráneo de semillas
Director/a :Ministerio Noruego de Agricultura y Alimentos
País:Noruega
Dirección:Svalbard

Banco Mundial de Semillas de Svalbard. Es un enorme almacén subterráneo de semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo, situado en la isla de Spitsbergen, en el archipiélago noruego de Svalbard, cerca de su capital, Longyearbyen.

Con una extensión de más de mil metros cuadrados repartidos entre tres almacenes, es el depósito de semillas más grande del mundo. Fue inaugurado en 2008 para salvaguardar la biodiversidad de las especies de cultivos que sirven como alimento en caso de una catástrofe local o mundial. Se conoce popularmente como la «cámara del fin del mundo» porque es capaz de resistir terremotos, el impacto de bombas y otros desastres.

Origen

A pesar de que su inauguración tuvo lugar en febrero del año 2008, la construcción del banco de Svalbard se inició en el 2006 amparada por el Gobierno de Noruega junto a un gran equipo conformado por el Centro Nórdico de Recursos Genéticos y la Global Crop Diversity Trust, entidad sin fines de lucro que se enfocan en la conservación de los cultivos como fuente de alimentación global.

La intención principal es mantener a salvo la biodiversidad de los cultivos que podrían ser utilizados como única fuente de alimentación para la humanidad frente a grandes desastres que comprometan la supervivencia. Sin embargo, muchos confunden su función con la de un banco genético del cual se pueden extraer muestras con fines investigativos, y no lo es.

El propósito de esta cámara acorazada es servir como el principal centro de almacenamiento donde los diferentes bancos genéticos que hacen vida en el mundo, puedan enviar muestras de su especie y así poder conservarlas en caso de que sus propias instalaciones sufran atentados.

Esta es la razón por la cual la bóveda de semillas de Svalbard reúne millones de muestras de semillas y su cifra crece cada vez más, ofreciendo seguridad a la biodiversidad y tranquilidad para el futuro de la supervivencia.

Localización y diseño

Se construyó en el archipiélago noruego de Svalbard, en el Océano Ártico, en forma de almacén excavado en una ladera a 130 metros sobre el nivel del mar, con el fin de evitar cualquier daño derivado de la subida de éste en el futuro.

La instalación está diseñada a prueba de terremotos y erupciones volcánicas y se encuentra totalmente protegida de la radiación solar. Un sistema refrigerante mantiene una temperatura constante de -18 °C en su interior, necesaria para conservar viables las semillas almacenadas. No obstante, en caso de posibles fallos del sistema, el permafrost mantendría la temperatura de forma natural entre -3 y -4 °, ya que esta capa de suelo se mantiene permanentemente congelada en estas latitudes.

Propósito

Aunque a lo largo de su historia muchos se han referido a este Banco como la “bóveda del fin del mundo”, relacionándolo directamente con la supervivencia de la humanidad en caso de un cataclismo global, lo cierto es que fue creado para reponer la pérdida de semillas en bancos de cualquier país, actuando como una especie de “copia de seguridad” y, al mismo tiempo, preservar la historia de la agricultura.

Una historia escrita por cientos de generaciones que en el pasado decidieron seleccionar y conservar ciertas variedades de semillas, ya fuera por su calidad o por su resistencia a condiciones adversas. En muchos casos, las mismas que Vavilov recolectó en sus viajes haciendo posible el uso global de la diversidad de productos agrícolas de los que disfrutamos en la actualidad.

Los bancos de semillas interesados en enviar sus muestras al Banco de Svalbard deben firmar un contrato garantizando que disponen en su colección de suficiente cantidad de las semillas que se pretenden enviar para certificar su condición de “duplicado”, siendo el proceso totalmente gratuito.

La eficacia del Banco fue puesta a prueba por primera vez durante la guerra civil en Siria. Este conflicto forzó a los trabajadores de la sede en Alepo del Centro Internacional de Investigación Agrícola en las Zonas Secas a abandonar sus puestos ante la amenaza de un ataque sobre la instalación.

En 2015, los científicos del ICARDA solicitaron al Banco colecciones de semillas para cultivarlas en las sedes situadas en Líbano y Marruecos hasta alcanzar la cantidad necesaria que les permitiera retomar sus investigaciones y, al mismo tiempo, garantizar la condición de “duplicado” requerida para poder reenviar las semillas al Banco de Svalbard, que recuperaría las colecciones para almacenarlas después de cumplir su función como reserva frente a una crisis.

De igual forma el terremoto de Nepal devastó los cultivos de sus tierras por lo que fue necesario abrir las puertas del banco mundial de semillas para hacer uso de sus especies duplicadas.

Semillas se almacenadas

Tiene la sorprendente capacidad para almacenar 4,5 millones de semillas provenientes de diferentes especies y hasta la fecha, la cifra supera el millón. Cada variedad tiene un aproximado de 500 semillas por lo que se han podido clasificar unas 5.832 especies de origen vegetal.

Entre ellas 140.000 muestras diferentes de variedades de trigo, 150.000 de arroz, 70.000 de cebada y entre 10.000 y 20.000 de diferentes tipos de patatas, guisantes, sorgo y muchos otros cultivos. Aunque la Bóveda es propiedad de Noruega, los países e instituciones que aportan las semillas siguen siendo sus propietarios, nadie, salvo los depositarios, pueden acceder a ellas. El almacenamiento es gratuito. Entre la larga lista de semillas preservadas también se puede mencionar las de cacahuete, apio silvestre, berro, remolacha, albahaca, mostaza o perejil.

Afectación del cambio climático

Es cierto que el cambio climático amenaza de forma contundente al mundo, y el Círculo Polar Ártico no escapa a esta realidad donde el deshielo es cada vez más inminente. Pero la construcción del banco mundial de semillas fue pensada para resistir a las más grandes catástrofes ambientales o a aquellas provocadas por el hombre; por tanto, el cambio climático y sus complicaciones también formaron parte de la lista de posibles amenazas.

Para evitar repercusiones en la seguridad de las reservas de semillas, tanto el túnel como las tres cámaras acorazadas se adentran en el macizo rocoso protegido por el permafrost, cuyas cualidades naturales otorgan una refrigeración innata que no se ve afectada aún en los casos donde algún desperfecto o falla eléctrica limite la refrigeración artificial.

Visitas al banco de semillas

Todo aquel que desea visitar este país busca crear recuerdos inolvidables con sus paisajes y lugares idílicos; pero, el banco mundial de semillas resulta la excepción.

Esta decisión no es capricho de la comunidad noruega, sino que forma parte de los estrictos protocolos de seguridad que se implementaron dado el considerable aumento de semillas que alberga esta gran bóveda y que para muchos países representan un legado que no tiene precio de cara a proteger la alimentación global.

Fue necesaria la presencia de algunos medios de comunicación a fin de dar a conocer al mundo cuál era el propósito de la bóveda de semillas; no obstante, hasta la fecha la entrada a este recinto sólo es permitida para el personal debidamente autorizado y certificado.

Los hechos apuntan a que este lugar de almacenamiento se alza como la póliza de seguros más fiable para los países, por algo se considera el Arca de Noé de las semillas. Podría decirse que era una idea típica de las películas de ciencia ficción, pero gracias a las bondades geográficas de Noruega, su ejecución fue posible. Por supuesto, en un principio los detractores salieron a la luz con la intención de desestimar la idea, pero queda claro que desde el 2008 los resultados han sido favorables y hasta la fecha son 87 los depositantes en diferentes países del mundo que han enviado réplicas de sus semillas hasta estas instalaciones.

El Banco Mundial de Semillas representa una de las mejores creaciones para salvaguardar el futuro de la humanidad y no sorprende que Noruega continúe siendo el epicentro de otras grandes invenciones.

Fuentes