Batalla de Ayacucho (Perú, 9 de diciembre de 1824)

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Batalla de Ayacucho
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Parte de Independencia del Perú y Guerra de independencia hispanoamericana
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Batalla de Ayacucho
Fecha 9 de diciembre de 1824
Lugar Ayacucho, Bandera de Perú Perú
Resumen Batalla librada entre las tropas independentistas de Simón Bolívar y las fuerzas españolas del Virreinato de Perú. Decidida a favor de los patriotas, no sólo dio la independencia a Perú y a Bolivia, sino a toda la América de habla española.
Resultado Constituyó el golpe final al colonialismo español en América del Sur
Beligerantes
Bandera de Perú Tropas independentista Virreinato de Perú Bandera de España
Comandantes
Antonio José de Sucre José de la Serna e Hinojosa
Fuerzas en combate
5.780 - 8.500 soldados 6.906 - 9.310 soldados
Bajas
310 muertos y 670 heridos 1.800 muertos y 2.000 heridos

Batalla de Ayacucho. Última y decisiva gran batalla de las guerras de emancipación de América del Sur, librada el 9 de diciembre de 1824, en la pampa o llanura homónima, a unos 3.500 m de altitud, en las proximidades de la actual ciudad peruana de Ayacucho, que terminó con la victoria de las tropas independentistas de Simón Bolívar al mando del general Antonio José de Sucre[1], sobre las españolas comandadas por el último virrey del Perú, José de la Serna e Hinojosa[2]. No sólo dio la independencia a Perú y a Bolivia, sino a toda la América de habla española. La Batalla de Ayacucho constituyó el golpe final al colonialismo español en América del Sur.

Antecedentes

Dos días antes de la Batalla de Ayacucho, el 7 de diciembre de 1824, Bolívar envió desde Lima a los gobiernos de Colombia y México, y más adelante al de Chile, el Río de la Plata y Centroamérica, las invitaciones oficiales al Congreso Anfictiónico de Panamá.

En las primeras de ellas afirmaba:

"Después de 15 años de sacrificios consagrados a la libertad de América por obtener el sistema de garantías que, en paz y guerra, sea el escudo de nuestro destino, es tiempo ya que los intereses y relaciones que unen entre sí a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos. Entablar aquel sistema y consolidar el poder de este gran cuerpo político pertenece al ejercicio de una autoridad sublime, que dirige la política de nuestros gobiernos, cuyo influjo mantenga la uniformidad de sus principios y cuyo solo nombre calme nuestras tempestades. Tan respetable autoridad no puede existir sino en una asamblea de plenipotenciarios nombrados por cada una de nuestras Repúblicas y reunidos bajo los auspicios de la victoria obtenida por nuestras armas contra el poder español".
Dos días antes de la batalla de Ayacucho, Bolívar envió las invitaciones oficiales al Congreso Anfictiónico de Panamá

Las principales instrucciones impartidas por Bolívar como primer mandatario de Colombia a su delegación apuntaban a la búsqueda de la unidad de los nuevos Estados hispanoamericanos: renovación del pacto de unión, liga y confederación; determinación del contingente de fuerzas terrestres y marítimas de la confederación; declaración de la Asamblea del Istmo y la efectividad de su arbitraje; tratados de comercio y navegación y la independencia de Cuba y Puerto Rico. A estas proposiciones el Libertador le añadió un plan combinado de hostilidades contra España para obligarla a reconocer la independencia de sus antiguas colonias.

La estrategia del Libertador para la reunión de Panamá quedó más claramente definida después en carta desde Arequipa (Perú), del 30 de mayo de 1825, al general Francisco de Paula Santander, donde además manifestaba su inconformidad con la invitación cursada por el vicepresidente de Colombia a Estados Unidos para participar en el congreso de las repúblicas de la América Meridional:

"He visto el proyecto de federación general desde los Estados Unidos hasta Haití. Me ha parecido malo en las partes constituyentes, pero bello en las ideas y en el designio. Haití, Buenos Aires y los Estados Unidos tienen cada uno de ellos sus inconvenientes. México, Guatemala, Colombia, el Perú y Chile y el Alto Perú pueden hacer una soberbia federación; la que tiene la ventaja de ser homogénea, compacta y sólida. Los americanos del Norte y los de Haití, por solo ser extranjeros tienen el carácter de heterogéneos para nosotros. Por lo mismo, jamás seré de opinión que los convidemos para nuestros arreglos americanos."
Simón Bolívar

Historia

En octubre de 1824, Bolívar consideró que los realistas, quebrantados por la derrota de Junín y otras, y próxima la temporada de lluvias, no emprenderían nuevas campañas. En consecuencia, entregó el mando a Sucre, y el día 7 de octubre marchó a Lima. Para ese momento, el ejército libertador contaba con cerca de 6.500 efectivos organizados en tres divisiones (generales Lamar, Lara y Córdoba) y una de Caballería (general Miller), casi todos colombianos.

Maniobras

Disposición estratégica de las tropas que combatieron el 9 de diciembre de 1824 en la batalla de Ayacucho.

Por su parte, La Serna había logrado concentrar unos 19.000 hombres y su mejor oficialidad, organizados en cuatro divisiones; tres de ellas de infantería (generales Canterac, Valdés y Monet) y una de Caballería, que mandaba el propio virrey. El 24 de octubre La Serna se puso en marcha con la idea de desgastar a los patriotas mediante marchas y contramarchas -considerando que el grueso de sus tropas eran resistentes nativos de Perú- y posteriormente aniquilarlos en una gran batalla campal.

Diciembre 3 de 1824

En el curso de esas maniobras, el 3 de diciembre, La Serna sorprendió a los patriotas en el cruce de la quebrada de Corpahuaico y les hizo 300 bajas, les ocupó uno de los dos cañones que poseían y gran cantidad de municiones.

Diciembre 8 de 1824

Luego de nuevas marchas y maniobras, en la tarde del 8 de diciembre quedaron ambos ejércitos uno frente al otro, al sureste del poblado de Ayacucho, junto al cerro Cordoncanqui.

Diciembre 9 de 1824

Allí se enfrentaron, el día 9 de diciembre, los independentistas, con 5 800 hombres y un cañón, contra 9.300 realistas con 14 piezas, que ocupaban una posición dominante en el cerro. La acción comenzó sobre las 09:00 horas con el intercambio de disparos de los cazadores de ambos bandos y una hora después, La Serna, fiado en su superioridad artillera, pasó a la ofensiva, pero fue rechazado y contraatacado por los patriotas. Las tropas de Córdoba treparon el escabroso cerro y capturaron a La Serna. Alrededor de las 13:00 h se consumaba la victoria de los insurgentes con la total derrota del ejército realista.

Capitulación española

Canterac, ahora al mando de los colonialistas, acompañado por Lara, capituló ante Sucre en el propio campo de batalla, comprometiéndose a abandonar todo territorio peruano ocupado por los españoles, incluyendo la fortaleza de El Callao, el parque de artillería y los almacenes militares.

Junto a La Serna y Canterac, se rindieron los mariscales Valdés, Monet, Villalobos y Carratalá; los generales de brigada Bedoya, Feraz, Camba, Somocurcio, Cacho, Atero, Landázuri, Vigil, Pardo y Tur, 16 coroneles, 68 tenientes coroneles, y 484 mayores y otros oficiales. Los libertadores sufrieron 310 muertos y 670 heridos mientras que los realistas perdieron 1.800 muertos y 2.000 heridos.

Fin del poder colonial español

La victoria de Ayacucho marcó el fin del poder colonial español en América del Sur, aunque todavía quedaron focos de tozuda resistencia, como el del general Olañeta en Alto Perú, asesinado por los suyos el 28 de mayo de 1825 y la fortaleza de El Callao, que resistió hasta el 22 de enero de 1826. Pero antes, el 6 de agosto, un congreso declaró independiente el territorio de Alto Perú, que recibió el nombre de república de Bolívar, cambiado más tarde por el de Bolivia.

De este trascendental hecho, Martí escribió:

"catorce generales españoles, acurrucados en el cerro de Ayacucho, se desceñían las espadas de España".

Véase también

Referencias

  1. Mariscal, considerado el militar más completo de todos los próceres, participó desde muy joven en la gesta emancipadora de Hispanoamérica. Su conducción en la Batalla de Ayacucho fue de las más brillantes de la guerra y le valió el título de Gran Mariscal de Ayacucho.
  2. Militar y administrador colonial español, último virrey del Perú. Desde 1815 fue destinado para servir como oficial en el Alto Perú tras haber combatido en la guerra de independencia española contra la ocupación Napoleónica. Fue derrotado por el general Antonio José de Sucre con su ejército en la Batalla de Ayacucho. La Serna resultó con siete heridas de gravedad en la batalla; y bajo la capitulación de Ayacucho se le permitió regresar a España

Fuentes