Batalla de Varna

Batalla de Varna
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Enfrentamiento entre otomanos y cruzados en Varna
Fecha 10 de noviembre de 1444
Lugar Varna, Bandera de Bulgaria Bulgaria
Resultado Derrota de los cruzados
Consecuencias Aislamiento de Constantinopla
Beligerantes
Bandera de Turquía Imperio Otomano Bandera de Hungría Reino de Hungría,

Bandera de Polonia Reino de Polonia, República de Venecia, Principado de Valaquia, Estados Pontificios

Comandantes
Murad II Ladislao III de Polonia y V de Hungría †, Juan Hunyadi y Mircea II de Valaquia
Fuerzas en combate
60.000 20.000 [1]
Bajas
8.000 a 20.000 11.000 a 13.000 [2]

Batalla de Varna. Tuvo lugar el 10 de noviembre de 1444, cerca de Varna, Bulgaria. Los otomanos, bajo las órdenes del sultán Murad II, derrotaron al ejército formado por húngaros, polacos, válacos y soldados de otras nacionalidades de Europa, al mando de Ladislao III de Polonia y Juan Hunyadi, marcando así el último esfuerzo serio y organizado realizado por el mundo cristiano para salvar a Europa Oriental, incluyendo a Constantinopla, de la amenaza del Islam.

Antecedentes

Tras las victorias de Juan Hunyadi en su lucha contra el sultán Murad II, el papa Eugenio IV, envió al cardenal Giuliano Cesarini a entrevistarse con rey Ladislao III de Polonia y Hungría, con el objetivo de poner en marcha una cruzada que terminase con la amenaza de los otomanos al mundo cristiano. El plan de campaña era similar al usado en la cruzada de Nicópolis de 1396.

Juan Hunyadi

El 22 de julio de 1443, Ladislao partió de Hungría con un ejército de 35.000 soldados. A pesar de obtener una serie de victorias que debilitaron el poder otomano en los Balcanes, la severidad del invierno obligó al rey a ordenar el regreso del ejército a sus bases húngaras en febrero de 1444. En junio de ese mismo año, obligado por las derrotas, Murad II firmó una tregua por diez años por la que se suavizaban las condiciones de los pueblos cristianos de los Balcanes y renunció al trono, sucediéndole su hijo de 12 años, Mehmed II.

Esta fue una oportunidad que el papa no dejó escapar. Apenas Hunyadi volvió a Hungría, recibió ofertas tentadoras para reanudar la guerra y hacer realidad el ideal de expulsar a los otomanos de Europa. El plan era el siguiente: un ejército cruzado seguiría el curso del Danubio, avanzando hacia la ciudad de Varna, para luego navegar a lo largo de la costa hasta Constantinopla, y así empujar a las fuerzas otomanas fuera de Europa. Por su parte, una flota veneciana impediría el tránsito de soldados turcos de Anatolia a Europa.

Alentado por el cardenal Cesarini, Ladislao rompió la tregua con el sultán, bajo el pretexto de que los juramentos hechos a los infieles eran inválidos, y el 22 de septiembre de 1444, el ejército polaco-húngaro cruzó el Danubio. El avance fue rápido, sobrepasando las fortalezas otomanas, en tanto que búlgaros locales se les unían. Con estas noticias, Murad fue llamado de regreso al trono por su hijo, pero se negó a ello, basándose en que él ya no era sultán. Su hijo le ordenó entonces que dirigiera sus ejércitos.

El 10 de octubre, cerca de Nicópolis, unos 4.000 caballeros válacos bajo el mando de Mircea II también se unieron al ejército. Los cruzados ocuparon varios pequeños castillos y fortalezas a lo largo de su marcha y el 6 de noviembre se encontraban a 30 km. de Varna. Allí, Hunyadi fue informado de que Murad II había sobornado a los genoveses para que transportaran a su ejército a Europa.

El 9 de noviembre, un gran ejército otomano de alrededor de 60.000 hombres se aproximó a Varna desde el oeste. En un consejo militar realizado por Hunyadi, Cesarini insistió en una rápida retirada. Sin embargo, los cruzados estaban encajonados entre el mar Negro, el lago de Varna, y el enemigo, por lo que Cesarini propuso entonces defenderse usando los carros de guerra hasta que llegara la flota cristiana. Los nobles húngaros y los comandantes lo apoyaron, pero Ladislao y Hunyadi rechazaron las tácticas defensivas y escogieron el combate.

La batalla

Mapa de la batalla de Varna

Despliegue de las tropas

En la mañana del 10 de noviembre, Hunyadi desplegó su ejército en forma de arco para evitar que fueran rodeados, aprovechando así las características del terreno para equilibrar su desventaja numérica. El flanco izquierdo del ejército cruzado lo asentó junto al lago de Varna, mientras que el derecho estaba limitado por unas colinas. La artillería y los carros de guerra se dispusieron de tal manera que apoyaran este flanco, por ser el más vulnerable. Como no confiaba demasiado en los válacos, dejó a este contingente como reserva.

El ejército cruzado constaba de 6.000 húngaros, 4.000 soldados polacos y 1.000 cruzados occidentales reclutados por el cardenal Cesarini, 5.000 soldados aportados por Hunyady y 4.000 combatientes válacos. En total las fuerzas cruzadas ascendían a unos 20.000 soldados. [3]

Por su parte, Murad II desplegó a su ejército en la forma tradicional. Los jenízaros ocuparon el centro, la caballería de Rumelia el flanco derecho y la caballería de Anatolia el flanco izquierdo. El sultán colocó a los sipahis en el centro, justo detrás de los jenízaros. Al percatarse de la debilidad del flanco derecho cruzado, ordenó a la caballería akinji que tomase el terreno elevado situado al noroeste de Varna.

Inicio de la batalla

El sultán Murad II

Los otomanos comenzaron la batalla con un ataque de la caballería ligera sobre el flanco derecho cruzado, siendo rechazados por la caballería pesada de los cruzados y por fuego de artillería. Tras enviar a los sipahis para que reforzaran su ala izquierda, Murad ordenó atacar el flanco izquierdo cruzado pero tampoco tuvo éxito.

El flanco derecho húngaro, sin embargo, empezó a sentir la presión, y muchos soldados trataron de escapar a la pequeña fortaleza de Gálata en la otra orilla de la bahía de Varna, muriendo la mayoría en los pantanos alrededor del lago, donde también cayó el enviado del papa Cesarini. Sólo algunos sobrevivientes pudieron refugiarse tras los carros de guerra. Ante esta situación, Hunyadi ordenó a los válacos que reforzaran el flanco y con estos refuerzos, los turcos comenzaron a huir. Los válacos irrumpieron en un campamento otomano fortificado, y después de saquearlo abandonaron el combate. El resto de las fuerzas cruzadas continuó la persecución hasta que el ala izquierda turca se reagrupó tras los jenízaros.

Tras reorganizar sus fuerzas y reforzar el flanco izquierdo, Hunyadi avanzó con dos escuadrones de caballería hacia los sipahis, los derrotó y los persiguió. Algunos de ellos alcanzaron el río y lo cruzaron a unos 30 km de distancia. Murad II viendo todos sus esfuerzos frustrados creyó llegado el momento de retirarse.

Derrota de los cruzados

Ladislao V de Hungría y III de Polonia

Sin embargo, el rey Ladislao, ignorando el consejo de Hunyadi de que esperase hasta que él regresara, se puso al frente de 500 de sus caballeros y cargó contra el centro otomano, intentando hacer prisionero a Murad. Logró sobrepasar a la infantería jenízara, pero fue rodeado por estos. Hunyadi, que había ido a comprobar el estado del flanco izquierdo, cuando vio a Ladislao entre los jenízaros intentó rescatarlo, pero el rey fue asesinado y su cabeza cortada para luego ser llevada a la corte otomana.

Tras la muerte del rey, la derrota fue inevitable. Las tropas cruzadas se desorganizaron debido a la propagación del pánico, y Hunyadi a duras penas logró reunir los restos del ejército, para finalmente retirarse del campo de batalla.

Consecuencias

Las consecuencias de la batalla fueron graves. Los cruzados sufrieron de 11.000 a 13.000 bajas, entre ellas el rey de Hungría y el delegado papal. Muchos de los prisioneros fueron asesinados o vendidos como esclavos. Por su parte, los otomanos perdieron de 8.000 a 20.000 soldados, quedando incapacitados de perseguir al ejército cruzado y continuar la campaña en Europa.

A la muerte de Ladislao, le sucedió Ladislao el Póstumo, de tan sólo 4 años de edad. De esta forma, Juan Hunyadi se convirtió en su tutor y en el regente de Hungría. La derrota también aseguró el dominio de los Balcanes por los otomanos, lo que posibilitó la caída de Constantinopla en 1453.

Referencias

  1. Sedlar, Jean W. East Central Europe in the Middle Ages, 1000-1500. Tomo III. University of Washington Press: Seattle, 2011.pp. 247
  2. Bartok, B. János Hunyadi: Preventing the Ottomans from conquering Western Europe in the Fifteenth century. BiblioBazaar, 2012. pp. 88
  3. Ibíd.

Fuentes