Bula de Oro de 1356

(Redirigido desde «Bula de oro de 1356»)
Este artículo trata sobre Regulación detallada del proceso de elección del Rey de romanos. Para otros usos de este término, véase Bula de Oro (desambiguación).


Bula de Oro de 1356
Información sobre la plantilla
Bula de oro-1356 (portada).jpg
Bula de Oro de de 1356 de Carlos IV de Luxemburgo
Creación10 de enero de 1356 en Nuremberg
Ratificación25 de diciembre e 1356 en Metz
Promulgación1356
Derogación1806
PaísAlemania
AutoresCarlos IV de Luxemburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico
FunciónRegular el sistema de elección del Rey de Romanos y futuro emperador.


Bula de Oro de 1356. (o Bula Aurea de 1356) Fue un edicto o contitución imperial proclamado por Carlos IV de Luxemburgo siendo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1356 que reglamentaba la elección del emperador estableciendo que sería elegido por los siete príncipes electores (Kurfürsten) como los responsables de llevarla a cabo, ellos eran, los arzobispos de Maguncia, Tréveris y Colonia, el Rey de Bohemia, el Conde Palatino del Rin, el Duque de Sajonia y el margrave de Brandeburgo.

¿Qué era la Bula de Oro?

La Crysobullòs Lògos (Κρυσοβυλλὸς Λὸγος, "Ley del Sello de Oro"), o simplemente Crisóbula, era un documento oficial ejecutado por la cancillería palatina del Imperio Bizantino considerado el más importante de los actos imperiales.

En la parte inferior de los documentos oficiales se estampaba una marca con un sello de oro para indicar la importancia del documento. Del griego antiguo χρυσος (chrysos), es decir, "oro" (p. ext. Κρυσοβυλλὸς, crysobullòs, "sello de oro"), y del latín bulla, que significa "objeto redondo" (p. ext. Bulla Aurea) haciendo alusión al sello conque se estampaba los documentos pero se extendió su nombre para designar al documento entero.

Bula de Oro de 1356

Ley constitucional fundamental del Sacro Imperio Romano Germánico, promulgada en Metz el 25 de diciembre de 1356 por el emperador Carlos IV (1347-1378) debe su nombre al hecho de estar validada por un gran sello o bula de oro. El documento regulaba el sistema de elección del Rey de Romanos y futuro emperador y contenía los acuerdos a los que llegaron el emperador Carlos IV y los príncipes electores del Imperio.

Es probablemente la más famosa. En ella que se establecía la el sistema de sucesión imperial donde los siete príncipes electores obtenían el derecho de elegir al Emperador.

Elección Imperial, antecedentes

Bula de oro es el mombre dado durante la Edad Media a los decretos imperiales que por su importancia llevaban el sello de oro del Imperio, que se utilizaba desde Lotario I.

La Bula de Oro es la ley fundamental del Sacro Imperio Romano Germánico y la firmada por Carlos IV en 1356, que regulaba la elección imperial, la posición de los príncipes y diversos asuntos sobre la paz territorial subsistió como constitución del Imperio hasta 1806.

Desde la caída de los Staufen (mitad del [[Siglo XIII|s. XIII), el Imperio era electivo y desde finales del mismo siglo luchaban por la corona real alemana, con resultado variable, las tres estirpes regias, cuyas casas alcanzaron mayor poderío en el este del Imperio, la de los Habsburgo, la de los Luxemburgo y la de los Wittelsbach.

La elección del emperador, en sus inicios, fue un derecho de todo el pueblo alemán. Aunque de hecho sólo actuaran los magnates eclesiásticos y laicos, el resultado se tenía "por voluntad y obra de la comunidad". El resto del pueblo quedó limitado al papel de circunstante y al derecho de aclamación, desaparecido más tarde, en el siglo XVI.

Hasta final del siglo XII no existieron principios fijos sobre la regulación jurídica de la elección. Desde antaño tuvo vital importancia el arzobispo de Maguncia, a quien correspondía la primera voz y la dirección de la elección.

Sello de la Bula de oro de 1356

Estando así la situación institucional alemana, resultó elegido Emperador por los adversarios de Luis de Baviera, Carlos de Luxemburgo, rey de Bohemia, con el nombre de Carlos IV. Educado en París, dominaba el francés, alemán, latín, italiano y checo, gozó de las simpatías de la corte pontificia de Aviñón, pero despertó la desconfianza de los nacionalistas germánicos. Carlos IV, hombre práctico, sabía negociar, era buen diplomático y muy perseverante en sus ideas. La base de su poder era el reino de Bohemia y sus derechos imperiales los empleó en Alemania en beneficio de su dinastía, con la intención de estabilizar la situación.

La Bula de Oro, reductora de las guerras civiles

Carlos miró el Sacro Imperio Romano Germánico como un anacronismo, pero no así a la monarquía alemana, a la que intentó dar un núcleo de organización para fortalecer en lo posible la institución Imperial. Nada existía que pudiera llamarse constitución y sí sólo tradiciones y leyes confusas.

Alemania era un conjunto de principados y ciudades estado entre los que la monarquía estaba a punto de convertirse en una mera ficción legal que sería la fuente de sus privilegios. La Dieta Imperial era una disforme asamblea de príncipes, irregularmente atendida y un instrumento débil. La discordia entre los príncipes electores había sido hasta entonces la causa principal de las guerras civiles. El intento de Carlos IV para definir este cuerpo y darle mayor solidaridad, se plasmó en la celebrada Bula de Oro de 1356, que se convirtió en una especie de ley fundamental. Carlos había preparado el terreno reduciendo las apetencias a electores.

Comprendía la Bula 31 artículos:

  • Cuatro artículos reglamentaban el curso de las monedas, disminuían el número de peajes y proclamaban el restablecimiento de la paz pública
  • Veintisiete (27) restantes definían las modalidades de la elección imperial.

La primera parte de la Bula (24 primeros artículos), fue publicada el 10 de enero de 1356 en Nuremberg; la segunda, el 25 de diciembre del mismo año en Metz.

El número de los príncipes electores se fijaba en siete, cada uno titular de una dignidad de la corte:

  • el rey de Bohemia, gran escanciador del Imperio;
  • el conde del Palatinado, gran senescal;
  • el duque de Sajonia, gran mariscal,
  • y el margrave de Brandeburgo, gran chambelán.

A la muerte del Emperador, el arzobispo de Maguncia convocaba a los electores en Francfort del Main, donde la elección debía tener lugar antes de 30 días, y el elegido, aunque el cuerpo electoral no estuviera completo, debía tener un mínimo de cuatro votos. La coronación se debería llevar a cabo en Aquisgrán. Durante la vacante, el conde Palatino del Rin asumiría el cargo de provisor imperii. Ley importantísima era la que formulaba que el elegido debía de abstenerse de actos de gobierno en tanto no confirmara los privilegios y derechos de los electores.

Relevancia

La Bula de Oro no fue una innovación; sino la reglamentación de las tradiciones y leyes que se empleaban desde siglos de una manera irregular. Más que un acto de autoridad, fue como una gran carta de los príncipes electores. Por ella se suprimía la coronación en Roma y toda la injerencia del Papa en la elección imperial. Pero aumentaba el poder latifundista de los grandes señores al proclamar la indivisibilidad de las tierras de los electorados y reconocer a sus titulares la plenitud de derecho y regalías. De hecho, venía a confirmar los derechos y poderes de los electores que se convirtieron más en aliados que en súbditos del Emperador.

Ver además

Fuentes