Cáncer de riñón

Cáncer de riñón
Información sobre la plantilla
Cáncer de piel.jpeg
Enfermedad maligna caracterizada por el carcinoma de células renales o adenocarcinoma de riñón.
260px
Región de origen:Proliferación de células epiteliales de los túbulos renales
Forma de propagación:Metástasis

Cáncer de riñón. Enfermedad maligna caracterizada por el carcinoma de células renales o adenocarcinoma de riñón, que se presenta en el parénquima del riñón, es la forma más común de cáncer y se origina en la proliferación de células epiteliales de los túbulos renales. Es más común en hombres que en mujeres y es raro que afecte a menores de 35 años. El carcinoma de células renales se extiende a la porción medular del riñón, a la vena renal y, algunas veces, a la vena cava. Las metástasis más comunes son hacia pulmones, huesos, cerebro e hígado.

Causas

Las causas que originan el cáncer de riñón son todavía desconocidas, aunque se ha relacionado con determinadas enfermedades genéticas y con el consumo de tabaco. Fumar cigarrillos aumenta aproximadamente en un 40% el riesgo de contraer carcinoma de células renales. Las personas con la enfermedad de Von Hippel-Lindau sufren a menudo varios tipos de tumores. Entre el 25% y el 45% de estos pacientes contraen carcinoma de células renales, generalmente el tipo de células claras.

Origen

En la corteza del riñón, la vasta mayoría de canceres se originan de las células que cubren los túbulos colectores, más específicamente, los túbulos proximales.

Tipología

Existen varios tipos de cáncer de riñón:

  • Carcinoma de células renales. Aproximadamente el 85 % de los casos de cáncer de riñón son carcinomas de células renales. Este cáncer se desarrolla dentro de los sistemas microscópicos de filtración del riñón, es decir, del revestimiento de minúsculos conductos que se conectan con la vejiga.
  • Carcinoma de células de transición. También se denomina carcinoma urotelial. El carcinoma de células de transición comienza en la zona del riñón en la que se acumula la orina antes de pasar a la vejiga. Esta clase de cáncer de riñón es similar al cáncer de vejiga y se lo trata como al cáncer de vejiga (en inglés). Representa del 10 % al 15 % de los casos de cáncer de riñón en los adultos.
  • Sarcoma. El sarcoma de riñón es poco frecuente y se trata con cirugía. Para algunos pacientes puede ser beneficioso combinar la quimioterapia con cirugía, dado que el sarcoma puede llegar a tener un gran tamaño antes de que se lo descubra. No causa metástasis (diseminación) tan frecuentemente como lo hacen otros tipos de cáncer de riñón.
  • Tumor de Wilms. El tumor de Wilms (en inglés) se presenta principalmente en los niños y recibe un tratamiento diferente al del cáncer de riñón en los adultos. Este tipo de tumor tiene más probabilidades de responder satisfactoriamente a la radioterapia y la quimioterapia que los otros tipos de cáncer de riñón, lo que ha originado un abordaje diferente de tratamiento.

Clasificación

Los canceres que se desarrollan de un cubrimiento como éste se llaman carcinomas. En éste caso, son llamados carcinoma de célula renal. Más del 75% de los carcinomas de célula renal son llamados carcinomas de célula clara, debido a sus características cuando son vistos bajo el microscopio.

Otras clasificaciones, con menor prevalencia, incluyen los canceres cromofílicos, cromofóbicos, oncocíticos, y de túbulos colectores. Sin embargo, no parece que estos diferentes tipos de carcinoma de célula renal se difieren en presentación ó prognosis.

Los canceres de la pelvis renal ó médula son pocos comunes. Más del 90% de los canceres que se desarrollan en la pelvis renal son llamados canceres de célula transicional. Estos son llamados así porque se desarrollan de células que cubren la pelvis renal y la parte superior de los uréteres.

Factores de riesgo

El carcinoma de células renales es más común en personas entre 50 y 70 años de edad y tiende a ser más frecuente en hombres.Los factores de riesgo más comunes incluyen el tabaquismo, factores genéticos y hemodiálisis.Cerca de un tercio de los pacientes presentan metástasis al momento del diagnóstico.

Síntomas

A menudo, el cáncer de riñón se detecta cuando una persona se hace una radiografía o un ultrasonido por otras causas. En sus estadios tempranos, el cáncer de riñón no provoca dolor. Por lo tanto, los síntomas de la patología suelen aparecer cuando el tumor es grande y comienza a afectar los órganos cercanos.

Las personas con cáncer de riñón pueden experimentar los siguientes síntomas o signos. A veces, las personas con este tipo de cáncer no presentan ninguno de estos síntomas. O bien, estos síntomas pueden estar causados por otra afección que no sea cáncer. Si le preocupa algún síntoma o signo de esta lista, hable con su médico.

  • Sangre en la orina.
  • Pérdida de peso rápida e inexplicable.
  • Dolor en la parte baja de la espalda (que no se debe a una lesión).
  • Pérdida del apetito.
  • Hinchazón de los tobillos y las piernas.
  • Masa o bulto en el abdomen.
  • Fatiga.
  • Fiebre recurrente (que no se debe a un catarro o la gripe).
  • Presión sanguínea alta (menos frecuente).
  • Anemia (menos frecuente).
  • Dolor constante en uno de los costados.
  • En los hombres, el desarrollo rápido de un varicocele (un grupo de venas agrandadas) alrededor del testículo.

Diagnóstico

Los médicos utilizan muchas pruebas para diagnosticar el cáncer y determinar si ha invadido otros órganos. Algunas pruebas también pueden establecer cuál es el tratamiento más eficaz. En la mayoría de los tipos de cáncer, una biopsia es el único método que permite formular un diagnóstico definitivo de la enfermedad. Si no es posible realizar la biopsia, el médico puede sugerir que se lleven a cabo otras pruebas que ayuden a establecer un diagnóstico. Las pruebas por imágenes pueden utilizarse para averiguar si el cáncer ha hecho metástasis. Es posible que su médico evalúe estos factores al elegir una prueba de diagnóstico:

  • Edad y estado médico
  • Tipo de cáncer que se sospecha
  • Gravedad de los síntomas
  • Resultados de pruebas anteriores

Además del examen físico, se pueden utilizar las siguientes pruebas para diagnosticar el cáncer de riñón:

Análisis de sangre y orina

Se pueden realizar un análisis de sangre para controlar el número de glóbulos rojos y un análisis de orina para detectar la presencia de sangre, bacterias o células cancerosas. Estos análisis pueden sugerir la presencia de cáncer de riñón, pero no permiten hacer un diagnóstico definitivo.

Biopsia

La biopsia consiste en la extracción de una pequeña cantidad de tejido para su examen con microscopio. La muestra extraída durante la biopsia es analizada por un patólogo (un médico que se especializa en interpretar análisis de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos para diagnosticar enfermedades).

El tipo de biopsia depende de la localización del cáncer. Es posible que no sea necesario hacer una biopsia si el cáncer se observa en la tomografía computarizada y que se recomiende la extracción del riñón.

Pruebas por imágenes

Pielograma intravenoso (IVP, por sus siglas en inglés). Se inyecta un medio de contraste en el torrente sanguíneo del paciente para destacar los riñones, la uretra y la vejiga cuando se toma una radiografía (consulte más abajo). La imagen producida puede mostrar cambios en estos órganos y en los ganglios linfáticos circundantes. Centellograma óseo. Este estudio utiliza un marcador radiactivo para observar el interior de los huesos. El marcador se inyecta en la vena del paciente y luego se acumula en zonas del hueso. Para la detección, se utiliza una cámara especial. Ante la cámara, las zonas óseas sanas aparecen de color gris, y las áreas de lesión, como las que produce el cáncer o una fractura, aparecen de color oscuro. Tomografía computarizada (CT o CAT, por sus siglas en inglés). La tomografía computarizada crea una imagen tridimensional del interior del cuerpo con una máquina de rayos X. Una computadora luego combina estas imágenes en una vista detallada de cortes transversales que muestra anormalidades o tumores. A menudo se inyecta un medio de contraste (una tinción especial) en una vena del paciente para obtener mejores detalles. Imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés). Las MRI utilizan campos magnéticos, en lugar de rayos X, para producir imágenes detalladas del cuerpo. Se puede inyectar un medio de contraste en una vena del paciente para crear una imagen más clara. Radiografía.La radiografía es una imagen del interior del cuerpo. Por ejemplo, la radiografía de tórax puede ayudar a los médicos a determinar si el cáncer se ha diseminado a los pulmones. Cistoscopia/nefro-ureteroscopia. En raras ocasiones, se realizan pruebas especiales llamadas cistoscopia y nefro-ureteroscopia para el cáncer pélvico renal. No son utilizadas para el carcinoma de células renales. Durante estos procedimientos, se seda al paciente mientras se inserta un pequeño tubo iluminado en la vejiga a través de la uretra y hasta el riñón. Este dispositivo permite extraer muestras de células y, en algunos casos, pequeños tumores.

Tratamiento

El tratamiento del cáncer de riñón depende del tamaño y la localización del tumor, de si se ha diseminado y del estado de salud general del paciente. En muchos casos, un equipo de especialistas, entre los cuales puede haber un urólogo (un médico que se especializa en problemas de las vías urinarias), un oncólogo, un patólogo, un radiólogo de diagnóstico y un radiooncólogo, trabajará con el paciente para determinar el mejor plan de tratamiento.

Vigilancia activa

En algunos casos, especialmente cuando el tumor es pequeño y de crecimiento lento, es posible que el médico recomiende que el paciente sea controlado de cerca y espere para comenzar el tratamiento activo hasta tanto haya pruebas de que la enfermedad empeora. Este abordaje recibe el nombre de vigilancia activa, espera vigilante o método de supervisión y espera.

Cirugía

Si el cáncer no se ha diseminado fuera de los riñones, la cirugía para extirpar el tumor, parte del riñón o el riñón entero,y posiblemente el tejido y los ganglios linfáticos cercanos, puede ser el único tratamiento necesario. Un oncólogo cirujano es un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer a través de la cirugía. Los tipos de cirugía utilizados para el cáncer de riñón incluyen los siguientes procedimientos:

Nefrectomía radical

La cirugía para extirpar el tumor, todo el riñón y los tejidos circundantes se denomina nefrectomía radical. Si el tejido cercano y los ganglios linfáticos circundantes también están afectados por la enfermedad, se realiza una nefrectomía radical y un vaciamiento de los ganglios (extirpación de los ganglios linfáticos afectados por el cáncer). Si el cáncer se ha diseminado a la glándula suprarrenal o a los vasos sanguíneos cercanos, el cirujano puede extirpar esta glándula (un procedimiento llamado adrenalectomía) y partes de estos vasos.

Nefrectomía parcial

La nefrectomía parcial es la extirpación quirúrgica de un tumor que permite preservar la función renal y disminuir el riesgo de desarrollar una enfermedad renal después de la cirugía llamada lesión por hiperfiltración. Se utiliza más a menudo para tumores pequeños, incluso cuando el otro riñón funciona con normalidad.

Cirugía laparoscópica

En la cirugía laparoscópica, el cirujano realiza varias incisiones pequeñas, en vez de una sola incisión más grande en el abdomen como en el caso de la cirugía tradicional. El cirujano utiliza equipos telescópicos para extirpar todo el riñón o realizar una nefrectomía parcial. Esta clase de cirugía puede ser más prolongada, pero es menos dolorosa después, y los pacientes se recuperan con mayor rapidez.

Ablación por radiofrecuencia

La ablación por radiofrecuencia consiste en utilizar una aguja insertada en el tumor para destruir el cáncer con corriente eléctrica. El procedimiento está a cargo de un radiólogo o urólogo. El paciente recibe un sedante y anestesia local para adormecer el área.

Inmunoterapia

La inmunoterapia (también llamada terapia biológica) ayuda a estimular las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer. Utiliza materiales que el cuerpo produce o que se elaboran en un laboratorio para reforzar, identificar o restaurar la función del sistema inmunológico. Es posible que el cáncer de riñón sea uno de los pocos tipos de cáncer que el sistema inmunológico del cuerpo puede combatir, lo que hace que la inmunoterapia a menudo sea eficaz para su tratamiento.

Terapia dirigida

La terapia dirigida es un tratamiento que apunta a genes específicos, proteínas o a las condiciones del tejido que contribuyen al crecimiento y supervivencia del cáncer. Estos medicamentos adquieren cada vez más importancia en el tratamiento del cáncer de riñón.

Radioterapia

La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para matar las células cancerosas. El médico que se especializa en administrar radioterapia para tratar el cáncer se conoce como radiooncólogo. No se la considera eficaz como tratamiento primario para el cáncer de riñón. Se utiliza sola en contadas ocasiones para tratar este tipo de cáncer debido al grave daño que le produce al riñón normal. Se emplea únicamente si un paciente no puede someterse a cirugía e, incluso en esos casos, suele utilizarse solo en áreas por las que el cáncer se ha diseminado, no en el tumor primario del riñón. La mayoría de las veces, la radioterapia se utiliza una vez que el cáncer se ha diseminado para ayudar a aliviar los síntomas, como el dolor óseo o la inflamación cerebral.

Quimioterapia

La quimioterapia es el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. La quimioterapia sistémica se administra a través del torrente sanguíneo y se focaliza en las células cancerosas de todo el cuerpo. El profesional que administra este tratamiento es un oncólogo clínico, un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer con medicamentos. Algunas personas quizás reciban la quimioterapia en el consultorio del médico; otras probablemente se traten en el hospital. Un régimen de quimioterapia normalmente consiste en una cantidad específica de ciclos administrados en un plazo determinado.

Fuentes