Calcifediol


Calcifediol
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Forma fisiológica de la vitamina D prescrita para el tratamiento de enfermedades metabólicas óseas asociadas a insuficiencia renal crónica.
Presentación farmacéuticaTab, Ámpulas
Vía de administraciónVO,Intramuscular
Grupo TerapéuticoVitaminas

Calcifediol. Es una forma de vitamina D que se usa para tratar la hipocalcemia (falta de calcio en la sangre). También se usa para tratar ciertos tipos de enfermedades óseas que pueden presentarse con la enfermedad del riñón, en aquellos pacientes que se encuentran en diálisis.

Descripción

El calcifediol (DCI), también conocido como calcidiol, 25 hidroxicolecalciferol, o de 25-hidroxivitamina D (abreviado de 25 (OH) D), es un prehormone que se produce en el hígado por hidroxilación de la vitamina D3 (colecalciferol) por la enzimacolecalciferol 25 -hidroxilasa. Calcifediol se convierte entonces en los riñones (por la enzima 25 (OH) D-1α-hidroxilasa) en el calcitriol (1,25 - (OH) 2D3), una hormona secosteroid que es la forma activa de vitamina D. También se puede convertido en 24 hydroxycalcidiol en los riñones a través de 24-hidroxilación.

Uso

Este medicamento se puede utilizar para tratar:

Importancia

Son crecientes los datos que indican que muchas personas en los países desarrollados pueden presentar niveles bajos de calcifediol (25-hidroxicolecalciferol). Esto sugiere dos tipos de conclusiones:

  • Muchas personas no ingieren la cantidad de vitamina D actualmente considerada como necesaria (200 UI/día en personas de 19 a 50 años, 400 UI/día para aquellos con 51-70 años y 600 UI/día para los mayores de 70 años).
  • Los valores actuales pueden resultar demasiado bajos para lo que es metabólicamente necesario.

La existencia de bajos niveles de calcifediol (hipovitaminosis D) es una deficiencia bioquímica asociada con manifestaciones clínicas patológicas, entre las que cabe citar un aumento de la secreción de parathormona, incremento del ciclo metabólico óseo, osteoporosis y osteomalacia, con los consiguientes riesgos de fracturas óseas. Son numerosos los autores que se están inclinando a favor de un aumento del consumo de vitamina D, sugiriéndose como cantidad diaria necesaria entre 800 y 1000 UI de vitamina D. Debido a la liposolubilidad de la vitamina D, no es preciso asegurar un aporte permanente, sino que puede administrarse como dosis semanales de 5.000 UI o incluso en dosis de 100.000 UI cada cuatro o seis meses. Estas dosificaciones permiten mantener los niveles de calcifediol dentro de los rangos fisiológicos, minimizando sus variaciones estacionales. Aunque tomar el sol ayuda algo, no es suficiente como para compensar un déficit vitamínico D.

Vitaminas D

Vitaminas naturales

Colecalciferol, Ergocalciferol: El ergocalciferol (de origen vegetal) y el colecalciferol (de origen animal) tiene mínimas diferencias químicas y la potencia vitamínica es la misma. Son productos muy liposolubles con duración de acción muy larga, ya que permanecen en depósito en el tejido adiposo y se van liberando muy lentamente. Para ejercer acción necesitan de hígado y riñón funcionales. Debido a las grandes diferencias individuales en la capacidad de hidroxilación hepática y renal, existe considerable variabilidad en la respuesta hipercalcémica a una dosis fija de vitamina D natural.

Derivados hidroxilados en posición 1

Calcitriol

El calcitriol (1,25-dihidroxicolecalciferol) es la forma activa de la vitamina D. No precisa posteriores transformaciones y es eficaz en dosis de microgramos. La semivida plasmática es de sólo tres horas. La rapidez de acción es la principal ventaja del calcitriol, pero también su principal inconveniente. Al ser tan activo, y puesto que al usarlo se rebasan todos los mecanismos de regulación orgánica de la vitamina D, la dosificación debe ser muy cuidadosa, porque es muy fácil sobredosificar y producir el cuadro característico de hipervitaminosis D. La pauta de dosificación debe ser muy regular porque, debido a la semivida tan corta, pueden producirse variaciones considerables de la calcemia.

Alfacalcidol

El alfacalcidol (1-hidroxicolecalciferol) precisa biotransformación hepática para convertirse en el calcitriol, pero puede funcionar exactamente igual que aquél en caso de insuficiencia renal. Se requieren dosis dobles para obtener la misma actividad que el calcitriol, pero la semivida es algo más larga. Por esta razón muchos clínicos lo prefieren al calcitriol. La eficacia es prácticamente idéntica.

Derivados hidroxilados en posición 25

Calcifediol

El calcifediol (25-hidroxicolecalciferol) es un producto del metabolismo hepático de la vitamina D natural. En pura teoría sólo debería tener utilidad en los raros casos de deficiencia de vitamina D por disfunción hepática, por ejemplo la osteomalacia por anticonvulsivantes que aparece tras terapias prolongadas con fenitoína y fenobarbital. Sin embargo, la práctica clínica ha demostrado que es un medicamento eficaz en osteodistrofia renal y en hipoparatiroidismo. Es más, en ciertos casos se obtienen mejores resultados que con los derivados hidroxilados en 1.

Teniendo en cuenta que el calcifediol necesita de hidroxilación renal para activarse, su eficacia en casos de insuficiencia renal no deja de ser sorprendente. Se piensa que en el metabolismo óseo intervienen otros derivados hidroxilados distintos del calcitriol. El calcifediol podría sufrir procesos extrarrenales de hidroxilación que dieran lugar a un conjunto de derivados dihidroxilados con una acción más armónica que el calcitriol solo. El calcifediol tiene una duración intermedia entre las vitaminas naturales y los 1 derivados. Una de sus ventajas (si no se precisa de acción rápida) es que puede mantenerse en bastantes casos un tratamiento satisfactorio con administración en días alternos.

Sobredosis

Señales tempranas de una sobredosis -- Dolor en los huesos; estreñimiento (especialmente en los niños o en los adolescentes); diarrea; somnolencia; boca seca; dolor de cabeza (continuo); aumento en la frecuencia de orinar especialmente durante la noche o aumento de la cantidad de orina; aumento de la sed; pérdida del apetito; sabor metálico; dolores musculares; náuseas o vómitos (especialmente en niños o adolescentes); cansancio inusual o debilidad

Señales tardías de sobredosis -- Dolor en los huesos; acumulaciones de calcio (tumores duros) en loa tejidos exteriores de los huesos; orina turbia; somnolencia; aumento de la sensibilidad de los ojos a la luz o irritación en los ojos; picazón en la piel; cambios mentales o en el estado de ánimo; dolor en los músculos; náuseas o vómitos; enrojecimiento o supuración en el ojo, párpado o forro del párpado; flujo nasal; pérdida de peso

Fuentes