Conjuntivitis neonatal

Conjuntivitis neonatal
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Es una coloración roja del ojo en un recién nacido causada por irritación, obstrucción del conducto lacrimal o infección
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Conjuntivitis neonatal. Es una coloración roja del ojo en un recién nacido causada por irritación, obstrucción del conducto lacrimal o infección. Las conjuntivitis neonatales (CN) siguen siendo uno de los motivos más frecuentes de consulta, pudiendo llegar a comprometer seriamente la capacidad visual del bebé, conduciendo incluso a la ceguera. La incidencia de esta enfermedad oscila entre 1,6% y el 12% en el primer mes de vida.

Nombres alternativos

Conjuntivitis del recién nacido; conjuntivitis del neonato; oftalmía neonatal o conjuntivitis herpética neonatal.

Causas

La conjuntivitis neonatal casi siempre es causada por:

  • Un conducto lacrimal obstruido
  • Infección por bacterias, virus, o por irritación producida por gotas oftálmicas antibióticas administradas llamadas nitrato de plata (estas gotas ya casi no se emplean)

La conjuntivitis neonatal que es causada por una infección por bacterias o virus puede ser grave. Las infecciones bacterianas más comunes que pueden causar daño ocular grave son la gonorrea (Neisseria gonorrhoea) y la clamidia (Chlamydia trachomatis), las cuales pueden pasar de la madre al niño durante el nacimiento. Las bacterias que normalmente viven en la vagina de una mujer también causan conjuntivitis neonatal. Los virus que causan el herpes genital y oral también se le pueden transmitir al bebé durante el nacimiento, llevando a conjuntivitis neonatal y daño ocular grave. Sin embargo, la conjuntivitis por herpes es menos común que la conjuntivitis causada por gonorrea y clamidia. La madre puede estar sin síntomas (asintomática) al momento del parto, pero sigue portando las bacterias o los virus que pueden causar conjuntivitis en el recién nacido.

Síntomas

Los bebés recién nacidos infectados presentan una secreción de los ojos entre el primer día y las dos semanas después del nacimiento. Los párpados se tornan hinchados, rojos y sensibles. Puede haber una secreción acuosa, sanguinolenta, espesa y purulenta proveniente de los ojos del bebé.

Tratamiento

La irritación ocular causada por las gotas oftálmicas administradas al nacer se debe resolver de manera espontánea. En caso de un conducto lacrimal obstruido, un masaje caliente suave entre el ojo y el área nasal puede ayudar. Esto generalmente se intenta antes de comenzar los antibióticos. Si un conducto lacrimal obstruido no se ha destapado cuando el niño cumple un año de edad, se puede requerir cirugía. Los antibióticos generalmente se necesitan para las infecciones oculares causadas por bacterias. También se pueden emplear gotas y ungüentos oftálmicos. Las gotas oftálmicas con solución hidrosalina se pueden utilizar para remover la secreción amarilla y espesa Los ungüentos o gotas oftálmicas antivirales especiales se utilizan para las infecciones herpéticas de los ojos.

Expectativas (pronóstico)

El diagnóstico oportuno de madres infectadas y las buenas prácticas preventivas de los hospitales han reducido la incidencia de la conjuntivitis infecciosa en los recién nacidos. Los bebés que sí presentan conjuntivitis y reciben tratamiento de forma rápida generalmente tienen pronósticos alentadores.

Complicaciones

Prevención

El tratamiento de una mujer embarazada por enfermedades de transmisión sexual previene la conjuntivitis causada por estas infecciones en el recién nacido. Dependiendo de la infección, la madre puede recibir antibióticos por vía intravenosa (IV). Incluso si no se ha reconocido la infección en la madre, las gotas oftálmicas en los ojos del bebé inmediatamente después de su nacimiento pueden ayudar a prevenir muchas infecciones. Estas gotas se utilizan de manera rutinaria para todos los nacimientos en los hospitales. Se recomienda practicar una cesárea cuando una madre presenta lesiones herpéticas activas en el momento del parto para prevenir una enfermedad grave en el bebé.

Fuentes

  • Rubenstein JB, Virasch V. Conjunctivitis: infectious and noninfectious. In: Yanoff M, Duker JS, eds. Ophthalmology. 3rd ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2008:chap 4.6.
  • Di Bartolomeo S, Higa M, Janer M (1999) Incidencia de Chlamydia trachomatis en conjuntivitis en recién nacidos. Rev. Argent. Microbiol. 31 (Supl.1): 27-30.
  • García F, Sarubi M, Vásquez L (2002) Infecciones perinatales: prevención, diagnóstico y tratamiento. Curso de educación a distancia en Infectología Pediátrica (CEDIP). FUNCEI. Módulo 3, p.13.