Dámaso Antonio Larrañaga

Dámaso Antonio Larrañaga
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Nacimiento9 de diciembre de 1771
Montevideo
Fallecimiento6 de febrero de 1848.
Montevideo, Bandera de Uruguay Uruguay

Dámaso Antonio Larrañaga. Político, eclesiástico y naturalista uruguayo. Fue delegado en la Asamblea constituyente (1813), diputado en el Congreso de 1821 y primer vicario apostólico de Uruguay. Fue partidario de la abolición de la esclavitud. Es autor de Memoria geológica sobre la formación del Río de la Plata, deducida de sus piedras fósiles, publicada en 1922.

Síntesis biográfica

Nació el 10 de diciembre de 1771 en la ciudad de Montevideo, Uruguay.

Estudios

Se orientó a la carrera eclesiástica, luego de haber cursado estudios primarios en el mismo convento de los Padres Franciscanos en que lo hicieron otros destacados montevideanos de la época colonial; allí estudió latín y filosofía. Continuó su formación en Buenos Aires, en el Real Colegio San Carlos, y luego fue alumno de la antigua Universidad de Córdoba. Para culminar sus estudios eclesiásticos, viajó a Río de Janeiro donde se ordenó sacerdote en 1799.

Vida profesional

Su actuación que lo llevó a ocupar importantes posiciones en la historia del proceso libertador del Uruguay, comenzó en 1804 como Teniente Cura en la Iglesia Matriz de Montevideo y capellán de las milicias, lo que lo vinculó con el ambiente militar donde actuaba Artigas y otros oficiales que luego participaron en la revolución. Al organizarse en 1806 la fuerza expedicionaria que tuvo como objetivo la reconquista de la ciudad de Buenos Aires de manos de los invasores ingleses, Larrañaga también fue capellán de dicho Ejército; lo cual ha de haber contribuido a que se hiciera conocido por los dirigentes de aquella ciudad.

Integrante de la Junta de Gobierno

En 1808, integró el Cabildo Abierto del 21 de septiembre, que creó la Junta de Gobierno independiente del Virrey de Buenos Aires; episodio que inició el llamado “Movimiento Juntista“ americano, a raíz de la invasión napoleónica de la península ibórica; preludiando la revolución de la independencia. Larrañaga fue designado como uno de los integrantes de esa Junta de Gobierno.

Otros cargos

Su claro alineamiento con los patriotas sublevados en la Banda Oriental, determinó que fuera expulsado de Montevideo por el Virrey Elío, en el mes de mayo del año 1811. Habiendo participado en el Congreso de Abril de 1813, en la zona de las Tres Cruces, fue uno de los diputados enviados a la Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, para la cual Artigas expidiera las conocidas Instrucciones del Año XIII.

En Buenos Aires permaneció durante dos años, cumpliendo funciones de sub-Director de la Biblioteca Nacional de esa ciudad; lo que seguramente le inspiró la idea de propiciar la fundación de una institución similar en Montevideo. Cuando a principios de 1815 retornó a Montevideo para desempeñarse interinamente como cura de la Iglesia Matriz, se integró al gobierno artiguista de la Provincia Oriental y de inmediato propuso al Cabildo la fundación de la Biblioteca Nacional, de la que fue Director y que inauguró el 26 de mayo de 1816.

Se desempeó durante este período como colaborador muy cercano de Artigas; siendo probable que muchos de los documentos más importantes que éste produjera en su actividad política fueran redactados con su estrecha participación. Larrañaga fue siempre una persona intelectualmente muy inquieta, interesándose por diversas ramas del conocimiento.

Su actividad en Montevideo se extendió durante la dominación luso-brasileña, en que se aplicó a cumplir acciones caritativas, fundando en 1818 una Casa-cuna para asilar huérfanos; y se dedicó a la labor educativa aplicando en la enseñanza el llamado “método lancasteriano” en una “Sociedad Lancasteriana” que fundara en 1821 y en cuya escuela se educaron muchos destacados líderes.

En 1824 se le asignó la jerarquía eclesiástica de primer Vicario Apostólico en nuestro país. Ingresó en 1830, ya ciego, al primer Senado de la República, hasta 1834; destacándose como legislador por el carácter de los proyectos de ley que presentó, entre ellos uno para la abolición de la pena de muerte y otro para la fundación de cátedras universitarias que, sancionado como Ley en 1834, es el primer antecedente de creación de instituciones universitarias en el Uruguay.

Como naturalista

Estudioso de las ciencias naturales fue atento observador de la flora y fauna autóctona y asiduo corresponsal de destacados sabios naturalistas de su tiempo, como Bonpland y Sainte Hilaire; llegando a ser admitido como miembro de la Sociedad de Historia Natural de París. Entre otras 16 especies de árboles que importó al país desde Francia, se cuentan las acacias, y las moreras que utilizó para experimentar con la crianza de gusanos de seda, con la que llegó a obtener algunos tejidos. Frecuentemente, logró conciliar sus actividades vinculadas a su actuación en las fuerzas o el gobierno revolucionario, con su interés por la ciencia; como cuando durante su viaje al campamento artiguista de Hervidero, aprovecó para reunir gran cantidad de plantas medicinales. Al retornar de su viaje a Río de Janeiro, en 1818, trajo consigo ejemplares de ostras que sembró en las costas de Maldonado.

Como escritor

Escritor asiduo, elaboró entre 1813 y 1824 un “Diario de Historia Natural” y entre 1818 y 1823 un “Diario de la Chácara” relativo a su vida en su chacra sobre el Arroyo Miguelete, próximo a Montevideo. También publicó un libro de Botánica y otro de Zoología así como numerosos escritos literarios, históricos, científicos, políticos y religiosos; por lo cual se le ha considerado “el primer sabio oriental”. También se dedicó intensamente al estudio de la astronomía mediante el uso del telescopio; y utilizó el microscopio hasta el punto de padecer una grave afección en su vista y quedar ciego.

Últimos años

Larrañaga vivió sus últimos años retirado en su quinta del Arroyo Miguelete, período en que tuvo lugar el sitio de Montevideo que se desarrolló entre 1843 y 1851 con motivo de las contiendas civiles entre los bandos de los partidos blanco y colorado; aunque ambas fuerzas evidenciaron su prestigio al rendirle altos honores cuando se produjo su fallecimiento.

Muerte

Falleció el 16 de febrero de 1848

Su obra científica

La magnitud de su obra científica - especialmente considerando su época y sus otras actividades - queda de manifiesto al señalar que en sus libros de Botánica analizó 200 especies de vegetales; escribió en latín un tratado de los mamíferos de la Banda Oriental; en su Zoología estudió 216 especies de insectos incluyendo 19 variedades de hormigas, clasificando un total de 504 especies autóctonas de estos territorios. Él mismo comentó en uno de sus libros, haber realizado más de mil clasificaciones de especies animales y vegetales, siguiendo las reglas de Linneo.

Fuentes