Dietas vegetarianas

Dietas vegetarianas
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Concepto:Una dieta vegetariana se enfoca a la alimentación con verduras. Esto incluye frutas, verduras, guisantes, alubias secas, granos, semillas y nueces.

Dietas vegetarianas. Siempre al hablar de dietas vegetarianas se esboza en nuestra cabeza un modelo de dieta saludable y muy natural, lo cual es muy cierto, pero sin dejar de consumir los nutrientes necesarios para el organismo.

Definición

La dietas vegetarianas no puede contemplarse sólo en términos de nutrición, sino que también conforma una actitud y estilo de vida. Llevar una dieta vegetariana implica renunciar al consumo de un conjunto de alimentos, sin que ello afecte en nuestra nutrición. Es cada vez mayor el número de personas con dietas vegetarianas por razones de salud, economía, religión, ecología o filosofía.

Clasificación de las dietas vegetarianas

Las dietas vegetarianas se clasifican en:

  1. Vegetarianos totales.
  2. Frutarianos: solo consumen frutas frescas, frutos secos y nueces, miel y aceite de oliva.
  3. Lactovegetarianos: consumen alimentos vegetales junto con leche y productos lácteos.
  4. Lactoovogetarianos: consumen alimentos vegetales junto con leche y derivados y huevos.
  5. Semivegetarianos o vegetarianos parciales: consumen algunos grupos de productos animales, pero no todos, consumen carne roja y/o pueden excluir algunos productos animales.

Beneficios de las dietas vegetarianas

La American Dietetic Association, reconoce que las dietas vegetarianas bien planificadas son compatibles con un aporte nutricional adecuado al grado de selección de alimentos y las pautas de alimentación se ajustan a las recomendaciones dietéticas de cada individuo y dependen del tipo de dieta vegetariana elegida y del grado de selección de alimentos y planificación de las comidas. Las dietas vegetarianas pueden contener cantidades limitadas o nulas de proteína de alta calidad, vitamina B12, vitamina D, riboflavina, calcio, cinc y hierro. Es preciso valorar la ingesta de cada individuo, estudiando su suficiencia nutricional y suplementándola en caso necesario. Si estas dietas no se planifican cuidadosamente pueden plantear riesgos durante algunos períodos de la vida. Las dietas lactovegetarianas y lactoovogetarianas resultan adecuadas desde el punto de vista nutricional, si se seleccionan correctamente. Estas dietas también satisfacen las necesidades inducidas por el estrés que supone el crecimiento, el embarazo y la lactancia. Es preciso planificar con cuidado las dietas vegetarianas puras, puesto que estas carecen de fuentes concentradas de proteínas con proporciones deseables de aminoácidos esenciales y aportan cantidades limitadas de calcio, hierro, cinc, riboflavina, vitamina B12 y vitamina D. Toda dieta debe incluir cantidades generosas de cereales integrales y sus derivados. Asimismo, durante el día se deben consumir diversos tipos de alimentos cuyas proteínas se complementen entre sí.

Fuentes