Galactosemia

Galactosemia
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Al acumularse se producen daños graves al hígado, sistema nervioso y otros sistemas corporales, es una enfermedad enzimática hereditaria.

Galactosemia. Enfermedad que generalmente se inicia desde recién nacido y en la cual se tiene una incapacidad de la degradación de la azúcar simple (al acumularse se producen daños graves a el hígado, sistema nervioso y otros sistemas corporales) debido a un mal funcionamiento de la enzima "galactosa-1-fosfato transferasas".

Características

La galactosa-1-fosfato transferasa es una enzima polimórfica, codificada por el gen GALT situado en el locus 9p13, por lo que la enfermedad muestra una gran heterogeneidad alélicas. Se conoce un gran número de mutaciones, con diferentes repercusiones clínicas que van desde la casi normalidad en la variante denominada galactosemia Duarte, al grave síntoma de galatosemia en las variantes clásicas de Indiana o de Rennes.

Las mutaciones más frecuentes son las Q188R (sustitución de un residuo de arginina por glutamina en 188) y la K285N (sustitución de lisina por glicina en 285) que se estima suponen el 60-70% de todas las mutaciones. La incidencia global de galactosemia es de 1 de cada 40.000 nacidos vivos de raza blanca, pero varía considerablemente en función de las poblaciones. La enfermedad se transmite de forma autosómica recesiva.

La galactosemia según estadísticas no se presenta muy seguido aproximadamente el promedio es de 1 por cada 65000.

Las personas con galactosemia son incapaces de descomponer completamente el azúcar simple galactosa, que compone la mitad de la lactosa, el azúcar que se encuentra en la leche. La lactosa es un disacárido debido a que está compuesto de dos azúcares, galactosa y glucosa, enlazados.

Si a un bebé con galactosemia se le da leche, los derivados de la galactosa se acumulan en el sistema del bebé, causando daño al hígado, al cerebro, a los riñones y a los ojos. Los individuos con galactosemia no pueden tolerar ninguna forma de leche y deben vigilar cuidadosamente la ingesta de otros alimentos que contengan galactosa. La exposición a los productos lácteos puede ocasionar daño hepático, retardo mental, formación de cataratas e insuficiencia renal.

Después de tomar leche durante algunos días, un neonato con galactosemia desarrollará intolerancia a la alimentación, ictericia, vómitos, letargia, irritabilidad y convulsiones. Asimismo, se presentará agrandamiento del hígado y el azúcar puede estar bajo. La alimentación continua con productos lácteos lleva a que se presente cirrosis hepática, formación de cataratas en el ojo (que puede ocasionar ceguera parcial) y retardo mental. Textotomadode.

La galactosemia se hereda como un rasgo autosómicos recesivo.

Diagnóstico del pediatra

El pediatra puede sospechar esta enfermedad si existen antecedentes en la familia (es raro), observa directamente las cataratas en la exploración (no siempre es fácil) o lo manda al oftalmólogo por mala visión. No obstante, existen otras causas de catarata en el niño por lo que el diagnóstico de certeza no es posible hasta que no se demuestre, mediante complejas pruebas, que existe déficit del enzima en cuestión.

Causa

La enzima es deficiente o no existe debido a una mutación del código genético, del ADN. Los cromosomas están compuestos de ADN y son portadores de un mensaje codificado de forma parecida a un programa informático que definen las características, como por ejemplo, el color del pelo.

Todos los cromosomas están duplicados (excepto los que definen el sexo) y se heredan una copia de la madre y una del padre. En la galactosemia, el niño hereda una alteración en el área que codifica la enzima ausente en ambos padres. La salud de los padres es perfecta porqué ambos tienen un gen normal que les genera suficiente. No hay forma de saber si los padres son portadores de esta alteración hasta que tienen un hijo afectado. En todos y cada uno de los embarazos la probabilidad de tener otro hijo afectado es del 25%.

Se puede buscar dicha mutación genética en el ADN, y observar que en un porcentaje muy elevado de los niños, la mutación es la misma. se está investigando para averiguar si la mutación está relacionada de alguna forma con el tipo de problemas que padecen los niños con galactosemia; pero hasta el momento sólo parece haber una vaga asociación entre la mutación y la exteriorización de la enfermedad en los niños afectados.

Tratamiento

El tratamiento consiste en una dieta libre de galactosa, sin leche ni productos lácteos, con la que se normalizan los síntomas agudos. Las complicaciones a largo plazo, como el déficit intelectual y el fallo ovárico suelen permanecer, en la mayoría de los pacientes.

El tratamiento debe instaurarse antes del primer mes de vida y mantenerse indefinidamente o como mínimo hasta que se haya alcanzado un desarrollo físico y neurológico adecuado. El pronóstico cuando la galactosemia es transitoria es casi siempre favorable, pero los pacientes deben seguirse al menos durante un año, para vigilar la posible aparición de complicaciones hepáticas a largo plazo que ocurren en aproximadamente un 6% de los casos. Además, los resultados a largo plazo son algo desalentador en lo que se refiera al IQ que se mantiene bajo a pesar de un tratamiento precoz y adecuado.

En algún caso aislado, se ha utilizado el metilfenidato (10 mg dos veces al día) para el tratamiento de la hiperactividad y déficit de la atención, pero no hay estudios clínicos controlados que apoyen este tratamiento.

Cuando el bebé está a dieta

El pediatra se asegurará que la alteración del hígado y las cataratas han desaparecido completamente y también de que el crecimiento del bebé sea normal. No debería haber más alteraciones ni del hígado ni del ojo. El bebé necesitará chequeos y tratamientos médicos regulares. Al principio, estas citas serán bastante frecuentes pero gradualmente se irán espaciando.

Además de excluir la galactosa también habrá que tomar precauciones con los medicamentos de uso habitual, el bebé, el niño o el adulto con galactosemia se puede tratar como cualquier persona normal. Si hay que aplicar un tratamiento urgente para una enfermedad grave, la posibilidad que el medicamento contenga lactosa es menos importante que la enfermedad que se está tratando. Las vacunas se administrarán normalmente.

Alimentos contienen lactosa

Fundamentalmente la leche, aunque también se puede encontrar en algunas legumbres (habas y guisantes) y algunos alimentos artificiales (caramelos, helados, medicamentos, galletas, productos enlatados y productos de confitería).

Cuando es ingerido alguno de estos alimentos (principalmente leche), la lactosa es “destruida” mediante un proceso de digestión en intestino (no en estómago) quedando libre una molécula de galactosa y otra de glucosa. Ambas se absorben en el intestino para pasar a sangre donde serán utilizadas para obtener energía o almacenarse.

En realidad, solo la glucosa permite la obtención de energía mientras que la galactosa debe sufrir un proceso de conversión en glucosa para que sea utilizada también como fuente de energía. Este proceso de conversión es llevado a cabo por ciertas sustancias llamadas enzimas.

Metabolismo de la galactosa y la enzima galactoquinasa

El hígado convierte la galactosa en glucosa mediante tres reacciones enzimáticas consecutivas, controladas por diferentes enzimas, y el déficit de cada una de ellas da lugar a diferentes enfermedades hereditarias, conocidas como errores innatos del metabolismo:

  • El déficit de galactoquinasa (GALK), enzima determina la fosforilación de la galactosa a galactosa-1-fosfato. Esto produce inevitablemente una catarata congénita.
  • El déficit de galactosa-1-fosfato uridiltransferasa (GALT), que produce la llamada Galactosemia clásica.
  • El déficit de UDP galactosa-4-epimerasa (GALE). Esta enzima cataliza la interconversión de UDP-glucosa y UDP-galactosa. Su deficiencia da lugar a una compleja forma de Galactosemia, llamada Galactosemia por déficit de epimerasa, siendo el más raro de todos y del que se han descrito casos aislados.

Genética

La galactosemia se hereda en forma autosómica recesiva. Los padres son portadores sanos heterocigotos, transmiten la enfermedad a aproximadamente el 25% de sus hijos, el 25% de los hermanos de los individuos afectados son portadores asintomáticos y el 50% son sanos. Es importante advenir que éstas estadísticas son tomadas de la población general y que no se cumplen estrictamente en cada una de las familias afectadas.

La confirmación de la enfermedad y la determinación de la condición de portadores en padres y hermanos se hacen midiendo la actividad de las enzimas uridil transferasa, efimeraza o galactocinasa. Las actividades de la enzima en los individuos afectados son muy pequeñas, y los heterocigoos presentan aproximadamente un 50% de la actividad de los controles normales. El daño genético se encuentra en el cromosoma 9, en la deficiencia de transferasa; en el 17 en la de galactocinasa y en el 1 en la deficiencia de efimeraza.

Clínica y diagnóstico diferencial

En caso de sospecha de galactosemia, se debe ordenar una prueba de azúcares reductores en orina (Benedit); si ésta es positiva se puede tratar de glucosa, fructosa, pentosa o galactosa. La glucosuria se descarta con la tira reactiva; la fructosa mediante la prueba de Selivanoff y las pentosasurias son generalmente sintomáticas.

Si las pruebas anteriores conducen a la sospecha de galactosemia, se pueden retirar de la dieta del paciente los productos lácteos; si luego de esto el Benedit se negativaza y se hace positivo cuando se restaura la dieta láctea, existe una altísima probabilidad de que se trate de una galactoseniia.

Los recién nacidos, pueden presentar galactosuria de hasta 60 mg/dL durante la primera semana; por lo tanto, en estos casos la galactosuria no se considera patognomónica. Además, en los niños de bajo peso al nacer no es infrecuente encontrar galactosuria asociada con melituria; en consecuencia, el diagnóstico de galaciosemia no se debe hacer en base a la presencia de galactosa en orina solamente.

En el laboratorio se realiza luego la cromatografía en capa fina para la identificación de la galactosa en orina y si ésta es positiva, se procede a los análisis enzimáticos, para definir de cuál de los tres tipos de galactosemia se trata.

Además, existen dos exámenes para clínicos fundamentales, uno cuantitativo y otro cualitativo. El más sencillo, como tamiz genético, es la determinación cualitativa de la deficiencia en los glóbulos rojos de la galactosa-1-Puridil-transferasa. La muestra se toma por punción capilar en un papel de filtro, y se puede enviar por correo al laboratorio donde se diluye y se puede usar para otros exámenes como fenilcetonuria, hipotiroidismo congénito etc. En el examen cualitativo, al incubar la muestra con el sustrato y una coenzima, ésta se vuelve fluorescente dependiendo de la presencia o ausencia de la enzima galactosa-1-fosfato uridil transferasa. En portadores heterocigotos, se observa una fluorescencia débil.

El examen cuantitativo confirma el diagnóstico de la galactosemia congénita por deficiencia de uridil transferasa. Si la prueba de transferasa es normal, se procede a hacer las determinaciones de efimeraza y de galactocinasa.

Consecuencias de la falta o demora en el diagnóstico

Cuando el diagnóstico o el tratamiento se atrasan, se derivan consecuencias graves como el retardo metal, las cataratas, daño hepático y aún la muerte del paciente. Nunca se establecerá el diagnóstico por una prueba de tolerancia a la galactosa, pues se pueden producir hipoglicemia severas. Experimentalmente se ha demostrado la toxicidad de la galactosa transplacentaria en ratas; por tanto, se recomienda restringir el consumo de leche a las madres de hijos galactosémicos, con el fin de evitar el riesgo de daño cerebral in útero.

Prevención

Como ya se mencionó el diagnóstico se puede hacer prenatalmente o en el recién nacido; por tanto, es posible instaurar el tratamiento inmediatamente después del nacimiento. En los próximos 12 años, siete centros de investigación en Estados Unidos se dedicarán al estudio prospectivo de ésta enfermedad. Se espera que 45.000 mujeres embarazadas participen en este estudio, con un costo de 2’200.000 dólares.

Referencias

  • Artículo Galactosemia. Disponible en "www.nlm.nih.gov". Consultado: 29 de julio del 2011.
  • Artículo Galactosemia. Disponible en "www.iqb.es". Consultado: 29 de julio del 2011.
  • Artículo Galactosemia. Disponible en "es.wikibooks.org". Consultado: 29 de julio del 2011.
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  • Artículo Galactosemia. Disponible en "web.apelra.org.ar". Consultado: 29 de julio del 2011.