Islas Kuriles

Islas Kuriles
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Superficie 10 600 km² km²
Población 18 730 hab. (2009) hab.
Países Bandera de Rusia Rusia

Las islas Kuriles, son un grupo de islas volcánicas que se extienden desde el norte de la isla de Hokkaido en Japón hasta la punta meridional de la península de Kamchatka en Rusia, son objeto de una vieja disputa entre rusos y japoneses ya que ambos países reclaman su soberanía. Desde 1945 están bajo dominio de Rusia.

Etimología del nombre

Islas Kuriles (en japonés, Chishima-rettō; en ruso, Kuríl'skiye Ostrova, que proviene del verbo kurit, 'echar humo' o 'fumar'). El nombre proviene de la lengua de los aborígenes ainu, en la que «kur» significa hombre. También se les conoce con el nombre de las Mil Islas.

Historia

Los ainus fueron los primeros habitantes de estas islas hace ya mucho tiempo, hasta que fueron expulsados por los rusos en el siglo XVIII. En 1875 Japón cedió la Isla de Sajalín a Rusia a cambio de la plena posesión de las Kuriles. En la Conferencia de Yalta, durante la Segunda Guerra Mundial, se logró un acuerdo mediante el cual las islas volvían a pertenecer a los rusos, pero al finalizar la guerra Japón reclamó la posesión de las cuatro islas más meridionales. A inicios de los años 1990, Japón aumentó la presión diplomática para quedarse con las disputadas islas, que se convirtieron en causa de riña entre Rusia y Japón.

En 1992, el gobierno japonés brindó ayuda económica a Rusia a cambio de que ésta le devolviera las islas, pero el gobierno ruso exigió a los japoneses como condición, la retirada de todas las tropas extranjeras situadas en territorio japonés, dada la existencia de importantes bases militares estadounidenses en Japón, especialmente en Okinawa. Las islas Kuriles están administradas por Rusia como parte de la región administrativa del Óblast de Sajalín.

Geografía

Las islas Kuriles son un archipiélago, de islas en su mayoría volcánicas, situadas en el extremo oriental de Rusia, se extiende en dirección noroeste desde Hokkaido, en Japón, hasta la península de Kamchatka en Rusia, separando el Mar Ojotsk del océano Pacífico. Las Kuriles están densamente arboladas y poseen muchos volcanes activos. Su superficie total es de 15.590 km2.

La imagen más típica de las Kuriles es la de unas islas emergiendo entre la niebla y rodeadas de hielo en invierno. En ellas hay una enorme riqueza natural además de incontables recursos energéticos, principal motivo de la disputa ruso-japonesa.

Shumshu es la isla más cercana geográficamente a la Rusia continental y, por ese motivo, acoge una base militar permanente desde hace décadas. Tal vez sea la más espectacular del archipiélago, con acantilados sobrecogedores batidos por las olas y el viento. También en el grupo septentrional de las Kuriles destaca la pequeña isla de Atlasov, en realidad un volcán humeante que ha emergido y sigue activo, un cono casi perfecto de más de 2.000 metros de altura. Más al sur, otro volcán domina la isla de Matua, actualmente deshabitada, donde se encuentran las ruinas de una vieja fortificación militar nipona.

Las islas de mayor extensión se encuentran en el grupo meridional. Entre ellas destaca la de Iturup, donde se ubica una importante industria conservera que se surte de la abundante pesca en estas frías aguas, pero sobre todo la isla de Kunashir, por su intensa historia que refleja mejor que ninguna otra los avatares del conflicto. El primer ruso que las exploró, Vasily Golovnin, fue apresado, allá por 1811, por la marina japonesa y encarcelado durante dos años.

Geológicamente, las Kuriles son un arco insular, una clase de archipiélago formado a medida que una placa tectónica oceánica protagoniza una subducción contra otra y se produce su fusión y la consiguiente ascensión de magma.

Islas

  • Nº. de islas 56 islas e islotes

Actualidad

Por las declaraciones del ministro japonés de relaciones exteriores Katsuya Okada, y por la aprobación de un estatuto para el retorno de las Kuriles del sur a manos del Japón, en la actualidad se ha desatado un ambiente de tensión diplomática entre Rusia y Japón; Rusia ha desestimado estas declaraciones, y ha anunciado que se acoge a las resoluciones expedidas por las Naciones Unidas después de concluida la Segunda Guerra Mundial, y laudos anteriores, en donde se afirma que la soberanía sobre éstos territorios es rusa, como parte de la herencia soviética que fue legada a esta nación.

La pelea entre Japón y Rusia por las Kuriles ha quedado en un segundo plano, aunque sigue siendo una herida abierta entre ambos países.

Fuentes