Linfocito

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Linfocito
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Concepto:Los linfocitos son leucocitos especializados cuya función es detectar y destruir organismos invasores, como bacterias y virus. Algunos linfocitos T destruyen directamente a estos organismos invasores, mientras que otros actúan indirectamente, organizando la respuesta del sistema inmunitario.

Linfocito, grupo especial de glóbulos blancos; son las células de la sangre que intervienen en los mecanismos de defensa y en las reacciones inmunitarias del organismo.

Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos que desempeña varias funciones en el sistema inmunitario, incluyendo la protección contra bacterias, virus, hongos y parásitos. Por lo general, los linfocitos constituyen del 20 al 40% de los leucocitos (glóbulos blancos) que se encuentran en la sangre.

Funciones de los linfocitos

Los linfocitos participan en la lucha contra los microorganismos extraños y los tumores. También son responsable del fenómeno del rechazo de los órganos trasplantados.

El número de linfocitos suele estar por encima de 1500 células por microlitro de sangre (1,5 × 109 por litro) en los adultos y de 3000 células por microlitro de sangre (3 × 109 por litro) en los niños. Una reducción en el número de linfocitos puede no causar una disminución remarcable del número total de glóbulos blancos. Al estar los linfocitos en un nivel muy bajo se produce los que se conoce como una linfopenia.[1][2]

Tipos de linfocitos

Existen tres tipos de linfocitos. Los tres tipos tienen funciones importantes en el sistema inmunitario:

  • Linfocitos B (células B). Representan entre el 10 y el 20 % de la población total de linfocitos, circulan en la sangre y se transforman en plasmocitos productores de anticuerpos en caso de infección. Son responsables de la inmunidad humoral. Un número bajo de linfocitos B puede llevar a una disminución en el número de células plasmáticas, que son las que producen anticuerpos. La disminución de la producción de anticuerpos puede causar un aumento de las infecciones bacterianas.
  • Linfocitos T (células T). Las personas con muy pocos linfocitos T o muy pocas células citolíticas naturales tienen problemas para controlar ciertas infecciones, en especial víricas, parasitarias y fúngicas. Es posible que las deficiencias importantes en los linfocitos den lugar a infecciones de difícil control, que pueden ser mortales. Los linfocitos T se dividen a su vez en dos grupos que desempeñan funciones distintas:
    • Los linfocitos T killers (células asesinas o supresoras) son activados por células anormales (tumorales o infectadas por virus); se fijan a estas células y liberan sustancias tóxicas (linfoquinas) para destruirlas.
    • Los linfocitos T helpers (cooperadores) estimulan la actividad de los T killers e intervienen en otros aspectos variados de la reacción inmunitaria. El VIH (virus responsable del sida, que es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida), destruye estas categorías de linfocitos y, por tanto, debilita el sistema inmunitario.

Fuentes