María del Carmen Ochoa Berrillo

María del Carmen Ochoa Berrillo
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NombreMaría del Carmen Ochoa Berrillo
Nacimiento6 de marzo de 1910
Ciudad de Baracoa, provincia Guantánamo, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento5 de septiembre de 2003
Holguín, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
OcupaciónMaestra de Educación Física, Profesora de Piano.
PremiosMedalla por la Consagración al Trabajo, El Hacha de Holguín.

María del Carmen Ochoa Berrillo. Maestra, músico y luchadora incansable de la Revolución Cubana, historiadora del deporte cubano. Merecedora de la mas alta distinción que otorga el gobierno de la provincia Holguín, El Hacha de Holguín.

Síntesis biográfica

Nació en la ciudad de Baracoa, el 6 de marzo de 1910. Sus padres, naturales de Holguín, fueron buscando mejoras económicas hacia esa zona. Su madre era costurera, su padre era músico y pertenecía a una familia de tradición musical en la ciudad. Del matrimonio nacieron 10 hijos, María del Carmen era la cuarta.

Infancia

A los 11 meses de nacida sus padres regresaron a Holguín. Su familia se esforzó por darle una buena educación, la que incluía formación musical. Ella y todos sus hermanos sabían tocar, al menos, un instrumento. A los 8 años comenzó a tocar el piano con su padre y con su tía Candita. Luego aprendió a tocar el violín y las claves con su abuelo.

De pequeña asistió a la escuela nombrada “La Periquera Chiquita”, por estar al lado de La Periquera. En ella cursó desde el primero hasta el sexto grado, este último lo repitió tres veces por no tener posibilidades económicas para continuar estudios superiores. María ayudaba a la maestra en su trabajo y en ausencia de esta, se ocupaba del aula. Así comenzó a interesarse por la profesión.

Trayectoria artística

En el año 1922, con 12 años, tocó en la primera Orquesta Sinfónica de Holguín, de la cual fue fundadora. La orquesta, en esa época, solo tuvo dos presentaciones, las que se efectuaron en beneficio de su abuelo José María Ochoa, que se retiraba por enfermedad. Dos años después su hermano Trino, de 12 años, ganó un concurso por tocar la flauta y ella lo acompañaba al piano. El premio consistió en ofrecer una serie de conciertos en el hotel “Pasaje” de la Ciudad de La Habana (hoy Sala Kid Chocolate).

En el año 1924 María trabajó como animadora de películas silentes en el cine “Oriente”. También tocó con una orquesta en los Teatros Martí, Fausto, y Rialto, todos en la Ciudad de La Habana. Al finalizar el contrato regresó a Holguín e ingresó en la Escuela Primaria Superior, dirigida por la Dra. Carlota Pérez, en el curso 1925-1926. Esta escuela había sido recién inaugurada. Allí su maestra le propuso prepararla para que se presentara a los exámenes para entrar en la Escuela Normal. Ingresó en la Normal en el año 1926, con 16 años de edad y se graduó cuatro años más tarde.

La etapa en la Escuela Normal fue una época difícil, pero la recordaba con mucho cariño, pues fue muy feliz allí. Su familia se esforzó mucho para que ella pudiera estudiar. Hacían almidón y se lo mandaban a Santiago de Cuba para que ella lo vendiera y pudiera pagar los 30 pesos de la casa de huéspedes y los libros, solo le quedaba un peso para alimentarse.

Otras actividades

Aprendió peluquería y pelaba a sus compañeros para mejorar su situación económica. En el segundo año, compraba los libros de sus compañeros y con la comisión que le pagaba la librería, compraba los suyos. Luego comenzó a vender materiales escolares que la misma librería le facilitaba. También fue tesorera de la Asociación de Alumnos por lo que le pagaban un pequeño salario que empleaba en sus estudios.

Como tocaba el piano, con frecuencia era invitada a tocar en fiestas, tanto dentro como fuera de la Normal. Ofreció conciertos y acompañó a otros compañeros que cantaban, por ejemplo a Max Figueroa, quien luego se convirtió en un destacado pedagogo de Cuba.

Fue alumna ayudante de la asignatura de Educación Física y al graduarse le propusieron quedarse como profesora por sus éxitos en las competencias de campo y pista, que era el único deporte que le permitían participar por ser negra, el voleibol y el basketball eran privativos de los blancos.

En 1930 se graduó en la Normal y regresó a Holguín, se presentó a exámenes de oposición y obtuvo una plaza en el término municipal de Velasco, en el sitio conocido por Los Güiros en la escuela No 75.

Trayectoria política

Participó en las manifestaciones de protesta por el asesinato de Julio Antonio Mella y de Rafael Trejo. Fue amiga de Floro Pérez, quien la visitaba en su escuelita rural en Los Guiros, para conversar con ella. En esta escuela trabajó intensamente durante 9 años y aplicó todo lo aprendido en la Normal enriqueciéndolo con su entusiasmo y creatividad. Allí, preparaba actividades deportivas, artísticas, tanto con los niños como con los adultos.

Participó en las manifestaciones de protesta contra los gobiernos de Machado y Batista y realizó colectas para ayudar a las personas que estaban en huelga. Fue miembro de la “Comisión de Estaca” la que consistía en salir a la calle un grupo de personas con estacas en la mano en señal de protesta.

En el año 1935 fue cesanteada por participar en una huelga contra el gobierno de Batista. La sustituyó una mujer que se estaba haciéndose pasar por su hermana muerta que era la verdadera maestra. Denunció el hecho y pudo recuperar su aula.

Trayectoria pedagógica

Enseñó a nadar a un grupo importante de niños, los enseñó a jugar pelota, y otros deportes. Hacía actividades con las familias sobre normas de conducta, el cuidado de la salud y de las plantas. En ese lugar, no sólo era la maestra, sino también la consejera de los campesinos, la enfermera; una personalidad dentro de la comunidad. Con la ayuda de los vecinos logró construir la escuela, para lograrlo organizó fiestas, rifas, corridas de caballos, etc. para recaudar fondos. Algunos de sus estudiantes y personas que la conocieron en esa etapa la recuerdan como la mejor maestra del mundo, llena de entusiasmo y muy alegre.

Sus clases tenían un marcado contenido patriótico, sus alumnos recuerdan que en la escuela trabajaban dos maestras: María del Carmen y una hermana de crianza de Calixto García, una se apoyaba en las ideas de José Martí y la otra en las de Calixto García para demostrar cómo debían ser los cubanos de bien.

Utilizaba el método memorístico solo para aprenderse las poesías, pero luego estas poesías debían ser comprendidas por los niños. No era repetir sin saber lo que decían. Ella utilizaba como método la conversación heurística, hacía que los niños reflexionaran.

“La enseñanza, decía, debe ser permanente, el maestro debe ser siempre un ejemplo a seguir. El maestro debe ir al aula muy bien preparado, con alegría y optimismo, esto lo perciben enseguida los alumnos y es muy importante para su formación”.

Decía:

“Al niño hay que dejarlo hablar, que exprese sus conocimientos y sentimientos con libertad y permitirles que sean sinceros. El maestro tiene que permitirles a los niños dar rienda suelta a su creatividad. Es asombroso, todo lo que saben los niños”.

Dejaba que en la clase de Educación Física los niños sintieran la fuerza física y espiritual que proporciona el deporte. Trataba siempre de llegar a ser amiga de sus alumnos, “el afecto entre maestro y el estudiante es básico para lograr el objetivo educativo”, agregaba.

Sus alumnos recuerdan que sus clases estaban llenas de alegría, de música y poesías así como de la fuerza física, del deporte. En esto consideran sus alumnos que consistía su éxito pedagógico. En ese afán por mostrar su independencia recorría las calles en patines con lo que asombraba a todos, pero no quedó allí, fue la primera mujer en manejar un auto en la ciudad y quería pilotear un avión, cosa que no pudo lograr por un accidente donde perdieron la vida el profesor y dos alumnos. Esta fue una de las tantas vías que María del Carmen utilizó para enfrentarse a la doble discriminación a la que era sometida por mujer y por negra.

Durante la república llegó a tener hasta cuatro trabajos a la vez. Fue profesora de la Escuela Normal de Holguín, de la cual fue fundadora; del Instituto de Segunda Enseñanza de Holguín; de la Escuela del Hogar y de la escuela pública ubicada en el Reparto “Pueblo Nuevo”.

En el 1956 le fue otorgada una medalla por su participación en los maratones martianos, este reconocimiento lo otorgó la República de Cuba. En el 1958 el Ministro de Educación le otorgó la "Medalla por la Consagración al Trabajo".

Después de 1959

Al triunfo de la Revolución María del Carmen tenía 59 años de edad y 29 de trabajo y se incorporó activamente a las Tareas de la Revolución. Tuvo una participación muy activa en la Campaña de Alfabetización. Preparó a los jóvenes alfabetizadores en Varadero. Luego, dirigió la Campaña en Holguín como segunda responsable. De esta etapa recordaba con mucha intensidad dos hechos, la muerte del brigadista Leonte Guerra, que murió cruzando el río Mayarí, y la confianza depositada por los padres para dejar ir a sus hijas con ella a La Habana, al acto de fin de la Campaña en la Plaza de la Revolución.

Años más tarde, alrededor de 1963, recibió una preparación en Santiago de Cuba para dar inició a la práctica de la Gimnasia Rítmica en la región oriental, con la colaboración de una profesora búlgara. María se puso al frente de este deporte en Holguín, dada su formación como profesora de Educación Física y por sus conocimientos de música.

Participó durante 25 años en los juegos escolares; contribuyó a la superación de los profesores de Educación Física y se destacó a escala nacional como historiadora del deporte, aspecto por el cual le fue conferido el mérito de Vanguardia Nacional.

Al jubilarse a la edad de 73 años, en el año 1988 no dejó de trabajar, se dedicó entonces a varias actividades:

  • Tocaba el piano en competencias de gimnasia rítmica, acompañando a las atletas holguineras;
  • Participaba en actividades pioneriles, organizaba coros de niños;
  • Colaboraba en varias escuelas de la ciudad impartiendo clases de Educación Musical;
  • Era miembro del club” Amigos de la Música” y de la Asociación de Pedagogos de Cuba, con una activa participación con el grupo de jubilados.

Muerte

María del Carmen Ochoa Berrillo, murió el 5 de septiembre de 2003, a la edad de 93 años en esta ciudad de Holguín.

Reconocimientos recibidos

María del Carmen recibió en su larga vida varios reconocimientos, entre ellos:

Fuente