Marcelo Hilario del Pilar y Gatmaitan
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Marcelo Hilario del Pilar y Gatmaitan Plaridel. Bulacan (Islas Filipinas), 29.VIII.1850 – Barcelona, 4.VII.1896. Periodista y escritor.
Historia
Nacido en el seno de una familia acomodada, su madre, Blasa Gatmaitan, descendía de uno de los reyezuelos indígenas de la época prehispánica. Acabados los primeros estudios en su pueblo natal (Kupang), bajo la tutela de su tío Alejo Marcelo, se marchó a Manila, donde adquirió su formación académica, primero en el Colegio de San José de Manila y posteriormente en la Universidad dominicana de Santo Tomás, donde se graduó en Filosofía y concluyó la carrera de Derecho en 1880.
Lo mismo que les ocurrió a otros líderes filipinos, el motín de Cavite (1872) le dejó huella profunda, no sólo porque en dicha algarada fueron ajusticiados los sacerdotes Burgos, Gómez y Zamora y deportados cientos de filipinos, sino porque entre estos últimos se encontraba su hermano mayor, el presbítero Jacinto Hilario del Pilar, que fue deportado a la isla de Guam.
Carrera política
En Manila durante algunos años Hilario del Pilar ejerció como abogado, aunque muy pronto descubrió que su verdadera vocación era la política y entró a formar parte del movimiento denominado La Propaganda.
A finales de 1888, considerándose en peligro de ser deportado, como consecuencia de sus escritos y actividades. Anticlericales, que terminaron en expediente gubernativo, fue comisionado para trasladarse a Barcelona con el fin de gestionar con los políticos españoles liberales la concesión de mayores libertades para el archipiélago.
Actividades políticas
Antes de marchar para España, fundó el Diariong Tagalog (Diario Tagalo) y participó activamente en dicho movimiento político. Con la marcha de Hilario del Pilar a España, se hizo cargo de la presidencia su cuñado Doroteo Cortés, abogado también que se encargaría principalmente de recaudar fondos para distribuir en Filipinas todas las publicaciones procedentes de los filipinos residentes en España. En Madrid y Barcelona, el movimiento llevó a cabo una campaña a través de conferencias, contactos con políticos españoles, pero muy especialmente a través de la Solidaridad, periódico quincenal fundado por Graciano López Jaena. En 1889, cuando dimitió éste, Hilario del Pilar asumió la dirección y compró el periódico a su dueño Pablo Rianzares, y trasladó la imprenta del periódico a Madrid; en él publicó numerosos artículos, la mayoría con matiz reformista y sobre todo anticlerical. En la capital de España entró en contacto con el maestre del Gran Oriente Español, Miguel Morayta, con el que acordó formar una logia masónica en Filipinas, exclusivamente para filipinos, cuyo borrador se le encargó a Antonio Luna Novicio, hermano del pintor. Tras un primer intento fallido en 1890, las incitaciones de Hilario del Pilar a su cuñado, de formar una logia masónica, se materializaron el 7 de julio de 1892, cuando en casa de Deodato Arellano un grupo de filipinos fundó la sociedad secreta del Katipunán (en castellano, “altísima sociedad de los hijos del pueblo”).
Muerte
Conocidas las actividades subversivas de Hilario del Pilar, cuando estalló la insurrección en agosto de 1896, el gobernador general de Filipinas, Ramón Blanco, escribió una carta al Gobierno de Madrid, exponiendo la conveniencia de que Marcelo Hilario del Pilar fuera detenido y enviado a Filipinas para ser juzgado como consecuencia de su implicación en dicha insurrección, pero la petición quedó sin efecto por sobrevenirle la muerte, víctima de tuberculosis, en Barcelona, donde se disponía a embarcar rumbo a su patria para unirse a la revolución armada. Sus restos mortales fueron trasladados a Filipinas en 1920, donde hoy descansa en el Panteón de Filipinos Ilustres como héroe nacional.
