Dinastía Omeya
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Dinastía Omeya. Familia árabe que reinó en todo el mundo musulmán en la época del Califato de Damasco (661-750) y posteriormente en la España musulmana durante el Emirato y el Califato de Córdoba (756-1031), en al-Ándalus, con capital en Córdoba. Descendientes de Omeya, un árabe musulmán del clan de los Joraichitas (el clan de Mahoma).
Califato Omeya
- 644. Accede al poder un Omeya: Otmán (o Utman) (570-656), rico comerciante de La Meca casado sucesivamente con dos hijas de Mahoma. Esto ocuurrió durante la época de los califas electivos y fue el tercer califa y prosiguió la política expansiva de sus predecesores desde la muerte del profeta y desató las iras de los viejos creyentes por el favoritismo hacia los miembros de su clan y el lujo ostentoso que éstos desplegaron.
- Murió asesinado por las turbas en su casa de Medina.
- 661. Otro Omeya al poder: Mu‘awiyya I (Muhawiya I o Moawiya) (603-680), ejerció una gran influencia como gobernador de Siria desde el precedente reinado de Omar.
- Había sido uno de los secretarios de Mahoma. Tras participar en la conquista de Siria fue nombrado gobernador en 641.
- Llevó gran parte del peso de las luchas contra Bizancio y al morir asesinado su primo Otmán, Muhawiya no reconoció al califa que resultó elegido para sucederle, Alí.
- 661. Asesinado Alí, Muhawiya fue reconocido como califa en su lugar
- La capital del Islam fue trasladada a Damasco, estableciendo una monarquía autoritaria, pero tolerante con los no musulmanes (de cuyo esfuerzo se alimentaba la fiscalidad califal).
- Continuó la política de expansión territorial hacia Kabul, Bujara y Samarkanda.
- Al designar como sucesor a su hijo Yazid I instituyó por primera vez la monarquía hereditaria entre los musulmanes.
- 683 al 715 le sucedieron, los también Omeyas, Mu‘awiyya II (683-684), Marwan I ibn al-Hakam (684-685) y Abd al-Malik (685-705). Este último (nac. 646) califa extendió sus dominios hasta el Magreb, sometió a los rebeldes chiíes y jariyíes, reprimió la rebelión de Abdullah ibn el-Zobeir en Arabia y creó el sistema monetario árabe.
- 705 al 715 le sucede Walid I (o El-Walid I) (668 - 715). Con él el Imperio omeya alcanzó su máxima extensión, con la conquista de Transoxiana, la India y España (711).
- 715 al 750 fueron accediendo a la jefatura del imperio omeya: Suleimán I (715-717), Umar II ibn 'Abd al-'Aziz (717-720), Yazid II (720-724), Hisham ibn Abd al-Malik (724-743), Walid II (743-744), Yazid III (744), Ibrahim ibn Al-Walid (744) y Marwan II al-Himar (744-750)
Al-Ándalus, la España musulmana
- 756. Fundando el Emirato de Córdoba por Abderramán I (o Abd al-Rahmán) (731-88), nieto de Hisham, quien consiguió huir al norte de África y se apoderó de al-Ándalus (la España musulmana).
- 796-822. En el trono Alhákem I (o Al-Hakam). Hubo de luchar por afirmar su poder desde el inicio frente a las ambiciones de sus tíos paternos y frente a la rebelión de Toledo (que reprimió con la masacre de la jornada del foso en el 797. Igualmente hubo de imponerse por la fuerza frente a una conspiración (805) y una rebelión popular (818) en Córdoba.
- El Emirato entró en crisis con sus sucesores: Abderramán II, Muhammad I, Almundir ibn Muhammad y Abd-Allah ibn Muhammad.
- 891 al 961. Abderramán III (o Abd el-Rahmán) accede al trono Omeya e interrumpe la caída al imponerse sobre las diversas rebeliones y resistencias a su poder, rompió el último lazo simbólico de los Omeyas con los califas orientales
- 929. Se proclama él también califa y, por tanto, autoridad soberana tanto en lo político como en lo religioso.
- Al morir le sucedió su hijo Alhákem II (o Al-Hakam) (915-976).
- Tras la guerra victoriosa que sostuvo en 963 contra León, Castilla, Pamplona y Barcelona, impuso una superioridad militar duradera de Córdoba sobre los reinos cristianos de la Península.
- Continuó la política de su padre de presencia en el norte de África para disuadir a los fatimíes y a otros poderes musulmanes de posibles veleidades de penetración en la península Ibérica.
- En el Magreb reclutó contingentes beréberes para sus ejércitos. * Le sucedió su hijo Hisham II (Hixem o Hisam) (965-1013), reconocido como califa con sólo diez años de edad. Desde el comienzo de su reinado estuvo dominado por la figura de Almanzor, tutor y visir del monarca, protegido por la reina madre, la vasca Subh.
- Tras la muerte de Almanzor y de su hijo Al-Muzáfar, el califa se vio obligado a abandonar su retiro palaciego durante un período confuso (desde 1008), en el cual fue varias veces depuesto y
repuesto en el Trono, en medio de luchas por el poder entre los nobles cordobeses. Es probable que muriera asesinado en una de aquellas intrigas; desde entonces, debilitado el poder central, empezaron a escindirse del califato los llamados reinos de Taifas, reduciéndose paulatinamente el territorio que controlaron los últimos califas: Solimán ibn Alhákem, Alf ibn Hamud, Abderramán IV, Al-Cashim ibn Al-Mamún, Yazya al-Motali, Abderramán V, Muhammad III e Hisham III.
- 1031. Depuesto Hisham III quien falleció en Lérida en 1036.
Supervivencia de los Omeyas
Tras la desintegración del califato de Córdoba, el linaje de los Omeyas se diluye lentamente en la población de Al-Andalus. A finales del siglo XVI, el morisco granadino Fernando de Córdoba y Válor, descendiente de los Omeyas, será elegido rey de los moriscos durante la llamada guerra de las Alpujarras, cambiando su nombre cristiano por el árabe Muhammad Ibn Umayya, que pasará a las crónicas como Abén Humeya. Muerto este por traición, le sucedió su primo Abén Aboo quien fue derrotado por D. Juan de Austria. Una vez derrotados se instalaron en la región valenciana donde aún se les permitía practicar el islam, prueba de esto es que la expulsión que tuvo lugar en 1609 fue materializada por la salida del puerto de Alicante de más de un millón de personas. Es muy probable que algunos Omeyas de la línea de Muhammad ibn Umayya existan aún en España bajo apellidos castellanizados como Omeya, Benjumea o Alomía.