Piloña

Piñola
Información sobre la plantilla
Provincia de España
EntidadProvincia
 • PaísBandera de España España
Población 
 • Total7,650 hab.
Pilonia.jpg
Ciudad de Piñola

Piloña: Concejo Asturiano situado en la zona centroriental de la región. Limita al norte con Villaviciosa y Colunga, al este con Parres, al oeste con Nava y Cabranes y al sur con los concejos de Ponga, Caso y Sobrescobio. Comprende una extensión total de 283,89km2.

Historia

El territorio Piloñes fue poblado en la época prehistórica paleolítica gracias a los hallazgos descubiertos en las cuevas de Aviau, Espinareu, Coñareu, la Peña Ferrán, la Peña Sorribes en Sevares y La cueva del Sidrón en Borines, donde son de gran importancia las figuras allí halladas. De la etapa neolítica existe constancia de la aparición de diversos útiles como los procedentes de la cueva de Valle o los del Dolmen de Coya y que hoy se encuentran desaparecidos. Estudios realizados posteriormente muestran una importante ocupación megalítica extendiéndose por todo el concejo estos vestigios históricos, siendo los más destacados los encontrados en el Monte Cayón, donde fue encontrado un monte tumular, actualmente destruido. De la edad de hierro son diversos asentamientos en forma de castros que están dispersos por el territorio. Tenemos muestras castrenses en el Cierrón de Castiellu, Argandenes, La Forca, La Coroña Castru, Sorribes y Antrialgo. Se cree que estos asentamientos estaban formados por la tribu Lugonnes, de filiación celta y que tenía su capital en Paelontium, actualmente denominada Belonciu. Aparecen dos lápidas que muestran la existencia de esta tribu, una en las proximidades del Sueve que reza "Asturum et Luggonum" y otra que reza "Luggoni Arganticaeni" y que algunos relacionan con Argandenes. De la época de la romanización se conservan dos estelas en el concejo, una en Villamayor referida al pueblo Viroménico, y otra en las inmediaciones de la iglesia Borines y que se refiere al Ablaidico. De la etapa de la monarquía astur, el valle Piloñes es lugar obligado de paso entre la zona central asturiana y los valles orientales de la provincia. La crónica que narra el desplazamiento de Pelayo desde Gijón a Covadonga para iniciar la reconquista, da constancia de estos hechos.

En la época del alto medievo es donde aparecen las primeras documentaciones del concejo Pilones. El río ya aparece con diversos topónimos del tipo "Pialonia". En el "liber testamentorum" de la catedral de Oviedo aparecen referencias al territorio Piloñes, como lo demuestran dos donaciones. Una de ellas hace referencia de la donación efectuada por Ramiro II, hijo de Alfonso III y la reina Jimena, en el año 926, donde dona al obispado ovetense diversas iglesias y terrenos de Piloña. La otra referencia se refiere a la donación echa por Elo Guterriz en el año 1090 del monasterio de San Pedro de Sevares. Durante la época del medievo fueron constantes las adquisiciones por parte de entidades eclesiásticas de lugares del concejo. Durante los siglos XII, XIII, y XIV aparece el territorio piloñes con cierta personalidad administrativa, habiendo un documento de 1247 perteneciente a San Pelayo y en la que habla del nombramiento de un "tenente" para las demarcaciones de Siero, Nava, Piloña y Caso. En 1314 se habla del cargo real de Notario Público en Piloña. El concejo es uno de los que asiste en 1378 a la junta en la sala capitular de la catedral de Oviedo y que es el germen para la formación de la Junta General del Principado. Existían en el territorio Pilones diversos cotos señoriales, como los de Lodeña, cuya casa y torre aún se conserva hoy en día, Viyao, Vallín y Abedul. Todos estos cotos fueron agregados de manera definitiva al concejo en el año 1827.

En el siglo XVIII se crean en Piloña la obra pía en la que se enseñan materias teológicas, del latín, de geografía y contabilidad mercantil. Las primeras escuelas públicas que se abrieron fueron las de Infiesto en 1785, no llegando a los demás pueblos del concejo hasta un siglo después.

La entrada del siglo XIX trae consigo la guerra de la Independencia, notándose en todo el territorio. En 1810 se concentran en Infiesto las tropas Españolas del general Llano Ponte con la intención de frenar el avance de las tropas del general Bonet, que llegaron a producir un incendio al monasterio de Villamayor. La primera guerra Carlista también convirtió a Infiesto en escenario de luchas.

A partir de la segunda mitad de siglo se crean las primeras industrias en la zona, como llagares de sidra, fábricas de chocolates, quesos y mantecas y más tarde una azucarera. También se abre la carretera de Oviedo a Ribadesella y se termina la construcción del ferrocarril en 1891. El crecimiento demográfico y la escasez de recursos empujan a mucha gente a emigrar a ultramar. El siglo XX comienza con la fundación de un gremio artesanal y la aparición de la primera sociedad agrícola. La revolución del 34 y la Guerra Civil dejan en el concejo cruentos combates, perteneciendo al bando republicano derrotado en 1937 y que en su retirada volaron el puente de Infiesto. Al igual que otros concejos vecinos y montañosos, durante la posguerra Piloña fue zona de refugio para guerrilleros que estaban escondidos.

Capital

Infiesto, situado a orillas del río Piloña es la capital del concejo que toma el nombre de su río. Es el núcleo más poblado del territorio aunque en los últimos tiempos ha sufrido un descenso debido a la emigración. Importante también es el festival de la avellana que se celebra aquí, que fomenta el cultivo de dicho fruto así como su utilización en la repostería tradicional y moderna.

Evolución demográfica

Históricamente Piloña se caracterizó por ser un concejo creciente, poblacional y demográficamente hablando, hasta la primera mitad del siglo XX, en el que la emigración a terrenos ultramarinos primero, y las salidas al centro de Europa y los centros industriales del Principado después, cambiaron las tornas para ver como poco a poco se reducía su población de casi 20.000 habitantes en 1930 a 8.799 en la actualidad, teniendo una densidad de población de 34,3 habitantes/km2. Así todo, las estructuras demográficas empiezan a desequilibrarse, con un paulatino envejecimiento de la población, aunque la relación entre hombres-mujeres se encuentra bastante pareja, siendo una de las más equilibradas del Principado de Asturias.

El núcleo más importante de población es su capital Infiesto que concentra más del 20% del total, seguido de las poblaciones de Villamayor y Sevares, siendo elemento común en las tres el paso del río Piloña. El sector agropecuario, históricamente, fue el principal soporte económico del municipio, siendo relegado en dicha función actualmente por el sector terciario de los servicios, que es el que mayor número de empleos genera hoy en día. Aun así, todavía el sector primario tiene una importante presencia en el concejo, representando a un total del 34,85% del empleo local, siendo la ganadería la principal actividad dentro de él, teniendo la cabaña vacuna, tanto para su producción láctea como cárnica, la que mayor implantación tiene. En cuanto a los terrenos, decir que un 3% corresponde a cultivos, un 32% a pastos y un 50% es de uso forestal.

El sector secundario y de la construcción, emplea a un total del 28,65% de la población ocupada, siendo esta última actividad la que se lleva la mayor proporción. Le siguen la industria alimenticia y las de madera, corcho y mueble.

Al sector terciario de servicios corresponde un 36,5% siendo el comercio y la hostelería el destino mayoritario. Este sector ha sido el único que ha crecido en los últimos años, aunque no en una gran proporción, debido en gran parte a que muchas funciones de carácter comarcal han sido asumidas por Arriondas, capital del concejo de Parres. La mayor parte de las licencias comerciales se concentran en Infiesto, Capital municipal.

Fuentes