Proceso de seducción

Proceso de seducción
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Concepto:Persuadir a alguien a través de argucias o halagos con la finalidad de obtener lo deseado.


Proceso de seducción. Fase previa al noviazgo en la que el enamorado tiene gestos bonitos y detalles románticos con la otra persona con el objetivo de seducirle y poco a poco, ese amor se consolide. La seducción es una técnica que puede entrenarse. El término puede tener una connotación positiva o negativa, según se considere mayor o menor cantidad de engaño incluido en la acción.

Tener un buen físico

No es necesario tener un buen físico, ya que algunas personas no cuidan otros aspectos de su personalidad que finalmente se convierten en carencias. El proceso de la seducción se trata de potenciar las virtudes y disimular los defectos, aunque sean aceptados. Se trata de causar interés y transformarlo en deseo, lograr que alguien se fije en el interesado de manera positiva y con curiosidad. Se trata de instalarse en la imaginación de la otra persona de manera permanente haciendo que su deseo por conocerlo crezca a cada instante. Alimentar el deseo, generando la expectativa de lo posible. Pero para una primera impresión hay que cuidar la higiene personal y tener un aspecto despierto y saludable. Si es necesario, hay que hacer pequeños cambios de imagen, el límite está en seguir siendo uno mismo. La foto de alguien puede atraer, pero es solo la expresión corporal y la dinámica de su cuerpo lo que provocará atracción o desinterés total.

Mecanismos para seducir

En las relaciones personales existen pilares fundamentales del éxito: las habilidades sociales, es decir, la simpatía es una cualidad que resulta muy atractiva. En el proceso de seducción también debe de existir cierto misterio, es decir, conviene encontrar el equilibrio entre parecer muy accesible o ser muy distante para despertar la curiosidad del objeto de conquista. Mantener el contacto visual también es esencial para seducir ya que el amor también comienza con la mirada (la atracción física propia del primer efecto visual así lo muestra).

El papel de la autoestima personal

Otro factor determinante en dicho proceso de conquista es la autoestima personal. Existen personas que como consecuencia de la timidez no toman la iniciativa en el amor y reservan sus sentimientos. Aquellas personas que se muestran seguras de sí mismas y con confianza, transmiten un magnetismo especial.

El lenguaje corporal, y la personalidad en la seducción

Desde el punto de vista del lenguaje corporal, uno de los signos más valiosos en la seducción es la sonrisa y también, el sentido del humor. La risa hace sentir bien a las personas por lo que muchas personas consideran que su pareja ideal sería alguien con sentido del humor, capaz de reírse de sí mismo. Ser una persona divertida con una conversación agradable también es un valor añadido cuando se trata de pensar en la compañía perfecta para una primera cita.

Historia de la seducción

Uno de los primeros autores y estudiosos del tema de la seducción fue Ovidio, quien publicó en el año 8 d. de C. su Ars Amandi (Arte de amar), donde ofrecía consejos sobre cómo realizar conquistas amorosas. Más tarde, obtuvieron gran popularidad obras como Diario de un seductor, de Søren Kierkegaard, o El arte de amar, de Erich Fromm; en ésta, el autor considera que el amor es un arte que requiere conocimiento y esfuerzo.

Seductores famosos

Entre los famosos seductores de la historia figuran Cleopatra, Giacomo Casanova y el ficticio don Juan. Grandes personajes destacados en la política, el arte, la literatura, el cine y los negocios han sido también grandes seductores; entre ellos, el pintor Pablo Picasso, los escritores Lord Byron, George Bernard Shaw y Frank Harris, el actor Rodolfo Valentino; los monarcas Francisco I de Francia, Carlos II (Inglaterra) y Eduardo VII (Reino Unido). El siglo XX fue el siglo de los playboys, hombres cuyo estilo de vida resultaba sumamente atractivo para las mujeres y que constituían verdaderos iconos de la seducción, famosos por sus romances y matrimonios con las mujeres más bellas y ricas de su época. En la categoría de playboys suele mencionarse con frecuencia a Ali Khan, Porfirio Rubirosa y Francisco Matarazzo Pignatari. En el terreno de la ficción, personajes como el vizconde de Valmont (de la novela epistolar francesa del siglo XVIII Les Liaisons dangereuses (Las amistades peligrosas o Relaciones peligrosas, en español) son célebres por su comportamiento seductor.

Fuentes