Programa de Múltiple Vía

Programa de Múltiple Vía
Información sobre la plantilla
Crimenes programa multiple via.jpg
Durante 1963 los crímenes del Programa de Múltiple Vía cobró 51 víctimas, incluyendo ancianos, mujeres y niños y causaron 27 heridos con sus actos de terror
Tipo de programaSubversivo
Creación1963
PaísBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos

Programa de Múltiple Vía. Programa que asoció la realización de diferentes acciones subversivas contra Cuba, con la evolución de iniciativas diplomáticas a través de canales informales, para examinar las bases de una agenda de conversaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos y la estructuración de un complot para derrocar la Revolución cubana a través del fortalecimiento de las principales organizaciones contrarrevolucionarias que ellos mismos habían creado, apoyar las bandas de alzados y fomentar nuevos alzamientos.

Antecedentes

El desenlace de la Crisis de Octubre de 1962 (crisis de los misiles) demostró que la Revolución Cubana constituía un proyecto político autónomo. La posición de Cuba, afincada en las sólidas tradiciones de sus guerras de independencia y sus concepciones de la lucha de liberación nacional y del socialismo, demostró que la libertad y la soberanía de la nación cubana no podían ser negociadas sobre la base de intereses nacionales y de Seguridad Nacional de los principales actores políticos de la Guerra Fría.

El fracaso de la Operación Mangosta de 1962 obligó a Estados Unidos a revisar la política a seguir en relación con Cuba. Para la Administración Kennedy, con su mirada puesta en las elecciones presidenciales de 1964, el caso cubano representaba un tema de vital importancia en la agenda electoral de elevada prioridad y que requería de un nuevo programa que definiera las direcciones, propósitos y objetivos de la política de Washington hacia la nación caribeña.

El Programa

Un aspecto novedoso de la política hacia Cuba de la Administración Kennedy, lo constituyó la búsqueda de una alternativa diplomática emprendida en el último trimestre del año 1963, para explorar las bases de un posible arreglo en las relaciones Cuba- Estados Unidos.

Esta acción reflejó una vía de exploración, con la intención de atraer a Cuba a la esfera de influencia de la comunidad latinoamericana, subordinada a la política de la seguridad hemisférica de Estados Unidos, apartarla de sus vínculos con la ex Unión Soviética, distanciarla del socialismo y promover lo que algunos expertos han denominado como la «finlandización» de la Revolución Cubana.

El 25 de marzo, el Memorando CM-437-63 del Jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor señalaba la necesidad de

"construir una potencial resistencia cubana, comenzando con la intensificación de la recolección de inteligencia y los sabotajes y la creación de un contexto para la actividad guerrillera"

Cuando añadía que las operaciones comenzarían con la ejecución del Plan 380-63, que convocaba a:

"la infiltración de fuerzas no convencionales dentro de Cuba, estableciendo bases guerrilleras"

Se estaba refiriendo al fomento de nuevas bandas terroristas.

El 21 de abril de 1963 en un documento que remitiera al Consejo de Seguridad Nacional, el asesor presidencial para asuntos de seguridad McGeorge Bundy, al examinar las posibles alternativas respecto a la política a desarrollar contra Cuba, se refirió a la existencia de un variado programa subversivo de Múltiple Vía que asociaba la realización de acciones contrarrevolucionarias con la evolución de una ofensiva diplomática a través de canales informales, para examinar las bases de una agenda de conversaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos y la estructuración de un complot para derrocar la Revolución.

Para finales de mayo, durante una reunión del Grupo Permanente del Consejo de Seguridad Nacional, el director de la CIA John McCone sugirió incrementar el bloqueo económico, comercial y financiero e intensificar los sabotajes.

A mediados de junio el Gobierno de Estados Unidos comenzó a poner en práctica las indicaciones del Programa de Múltiple Vía, que perseguía el fortalecimiento de las principales organizaciones contrarrevolucionarias que ellos mismos habían creado, apoyar las bandas de alzados y fomentar nuevos alzamientos.

Plan de acción

En los primeros meses de 1963, la Administración Kennedy elaboró un plan de acción que perfiló la estrategia y táctica a seguir en relación con la Revolución Cubana. En tal sentido se creó la Sección de Operaciones Especiales para dirigir la Estación CIA JM WAVE en la Florida, centro principal de la CIA para la realización de sus operaciones contra Cuba.

A partir de los reiterados fracasos de las organizaciones contrarrevolucionarias en el interior y el exterior del país entre 1959 y 1962, se orientó un estudio y análisis acerca del funcionamiento y efectividad de estas organizaciones en especial las que operaban desde el territorio de Estados Unidos.

Coincidentemente, la CIA promovió operaciones de marcado carácter terrorista que desencadenaron acciones conspirativas y planes de atentados contra el líder de la Revolución, Fidel Castro, y otros dirigentes cubanos.

Operaciones diplomáticas, dirigidas a América Latina, fueron estructuradas con el fin de desacreditar la política cubana en el continente. La guerra económica debería movilizar sus mecanismos de acción para reforzar el bloqueo y dificultar al máximo el desarrollo económico, social y cultural de país.

Comité de asuntos cubanos

En el período inmediato posterior a la cancelación de la Operación Mangosta, el presidente John Fitzgerald Kennedy autorizó la creación de una agencia en el Departamento de Estado: el Comité de Asuntos cubanos que habría de presentar las propuestas de las operaciones encubiertas.

Un grupo especial presidido por McGeorge Bundy, asesor presidencial para asuntos de Seguridad Nacional, asumió la responsabilidad de revisar las operaciones encubiertas contra Cuba, en tanto el grupo permanente del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) estructuraba la política a seguir. Sus principales miembros fueron: el fiscal general Robert Francis Kennedy, el secretario de Defensa Robert McNamara, el director de la CIA John Alexander McCone, el asesor del Presidente para la Seguridad Nacional McGeorge Bundy, y Theodore Sorensen ayudante del Presidente.

En este grupo permanente se examinaron el impacto en Cuba de posibles acciones ejecutivas de la Operación ZR Rifle (unidad de operaciones especiales de la CIA, encargada de la realización de asesinatos políticos de personalidades consideradas hostiles o enemigas para el interés de la seguridad nacional de los Estados Unidos).

De la misma forma se incrementaron las acciones de bloqueo asociadas a la realización de sabotajes que facilitaran una sublevación. Este programa se dirigía contra sectores claves de la economía, tales como energía eléctrica, refinerías de petróleo, almacenes, transporte ferroviario y por carreteras y centros de producción y manufacturas.

Organizaciones contrarrevolucionarias

Para noviembre de 1963 existían más de 100 organizaciones contrarrevolucionarias operando en territorio norteamericano.

Entre las más relevantes se destacaban:


Importante significación cobró en este período la actividad subversiva de los autodenominados Comandos Mambises. Creados en 1963 por autorización del Ejecutivo estadounidense, formaron parte del programa de sabotajes contra la economía cubana aprobado en junio de ese año.

Sus ataques eran presentados como acciones supuestamente independientes de los grupos contrarrevolucionarios que operaban en la Florida. La captura en el mes de octubre de 1967 de cuatro miembros de un team de infiltración de los Comandos, que habían tratado de desembarcar en las costas de Pinar del Río, permitió conocer la verdadera esencia, contenido y dimensión de esta organización subversiva.

La Segunda Guerrilla Naval, organizada por el agente de la CIA Manuel Artime Buesa, desempeñó un importante papel en la actividad subversiva de aquel período.

Los objetivos de esta operación consistían en atacar barcos mercantes que participaban en el comercio con Cuba y preparar acciones contra instalaciones portuarias en la isla. Operaban desde bases controladas por la CIA en Nicaragua y Costa Rica.

En los planes de la Administración Kennedy se incorporó también la organización de un ejército mercenario, que a diferencia de la Brigada de Asalto 2506 (derrotada en Bahía de Cochinos, en abril de 1961), debía ser dirigida y controlada desde las posiciones del Ejecutivo.

De este modo la CIA quedó subordinada al proyecto militar que a tales efectos diseñaba la Casa Blanca.

Tanto el Presidente estadounidense, como sus asesores, estaban plenamente conscientes de que los sabotajes contra sectores claves de la economía no apuntaban al derrocamiento de la Revolución, sino al desgaste de esta.

Con ello se proponían el surgimiento de un clima político y psicológico que condicionaba las bases de un movimiento nacional de resistencia contrarrevolucionaria.

Solo con estas condiciones se podía desencadenar el plan de invasión militar a la isla.

Para esta fecha los principales cabecillas de bandidos del Escambray y el Frente Norte de Las Villas fueron contactados por agentes encubiertos de la Inteligencia Militar norteamericana y por el jefe de una red de espionaje de la CIA que funcionaba en el centro del país. Estos últimos les hicieron saber que sólo si eran capaces de hacer sentir su presencia, podrían recibir más ayuda material y financiera. Las armas, las municiones y los explosivos para cometer actos terroristas les fueron suministrados, por vía marítima, mediante comandos entrenados y armados en los campamentos de la CIA en la Florida.

Ningún funcionario del Gobierno de Estados Unidos, ni la OEA, ni ninguna organización contrarrevolucionaria en Miami se pronunciaba contra estos crímenes.

Durante 1963 los bandidos cometieron 51 crímenes (incluyendo ancianos, mujeres y niños) y causaron 27 heridos con sus actos de terror, incendiaron viviendas campesinas, tiendas del pueblo y escuelas rurales. Pero el pueblo no se quedó de brazos cruzados y en ese lapso se liquidaron 57 bandas, con la captura de 437 alzados en todo el territorio nacional.

La actividad de enfrentamiento de los órganos de Seguridad del Estado a los planes del enemigo, produjo el Apocalipsis de la CIA y la contrarrevolución interna en el año 1963.

Fueron descubiertos importantes agentes de acción política de la CIA y aniquiladas estructuras remanentes de organizaciones contrarrevolucionarias.

Fuente

  • El programa de múltiple vía y la guerra sucia. Disponible en:Cubacusa. Consultado el 16 de junio de 2015.
  • Los crímenes del Programa de múltiple vía. Disponible en:Revista Bohemia. Consultado el 16 de junio de 2015.