Rafael Serra

Rafael Serra
Información sobre la plantilla
Rafael Serra.gif
NombreJosé Rafael Simón Agapito Serra y Montalvo
Nacimiento24 de marzo de 1858
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento24 de octubre de 1909
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
OcupaciónPeriodista
Partido políticoPartido Revolucionario Cubano
CónyugeMaría Gertrudis Heredia y del Monte
HijosConsuelo Serra Heredia
PadresMariano de los Santos Martí y Navarro
Leonor Antonia de la Concepción Micaela Pérez y Cabrera

Rafael Serra Montalvo. (La Habana, 24 de marzo de 1858 – La Habana, 24 de octubre de 1909). Tabacalero, periodista y maestro. Emigró hacia los Estados Unidos de América donde fundó varios periódicos para apoyar la causa independentista cubana. Formó parte del “Plan Gómez-Maceo”, en 1884. Se traslada a Nueva York. Militó en el Partido Revolucionario Cubano desde sus inicios en 1892. Fue Representante a la Cámara en la República Neocolonial desde 1904 hasta 1909.

Síntesis biográfica

Nacimiento y primeros pasos

El 24 de marzo de 1858 nace en La Habana, Cuba. Una ciudad y un tiempo marcados por los prejuicios raciales que entrañó el régimen esclavista impuesto por España a la Isla. Fue inscripto en la Parroquia de “Nuestra Señora de Monserrate”. Si bien tenía origen esclavo nació en condiciones de libertad. A la edad de 13 años queda huérfano de padre y se ve exigido por las circunstancias a buscar empleo para proporcionarle sustento a la familia. Desde edades tempranas dominó el oficio de torcer tabacos. Lo que le permitió costearse una educación elemental que despertaría en él la vocación de enseñar. Contrajo matrimonio con María Gertrudis Heredia y del Monte en la iglesia de “San Nicolás”, en la capital del país el 24 de julio de 1878. De esta unión nació una hija bautizada con el nombre de Consuelo.

Poco tiempo después se traslada de su ciudad natal a la vecina Matanzas donde apenas con veinte años constituye una Sociedad de Instrucción y Recreo nombrada: “La Armonía”, en la que dirige un colegio, donde impartía clases a los niños en el día y a los jornaleros en la noche; una sociedad y un periódico de presupuestos materiales bajos pero de pretensiones sociales elevadas para la raza negra en la localidad.

Corría el año de 1879 y sus ideas filantrópicas causaron recelos dentro de las autoridades españolas, los que vigilaban constantemente a Rafael y le limitaban sus gestiones. Al estallar la Guerra Chiquita (1879) las autoridades españolas le solicitaron colaboración y él se negó. Esta situación lo impulsa a tomar el camino de la emigración hacia el norte.

En los Estados Unidos de América

Se establece en Cayo Hueso, Florida, Estados Unidos de América (EE.UU.). Allí laboró como tabaquero en manufacturas de la región enclavada en una pequeña comunidad de cubanos donde se respiraba un ambiente independentista. En la ciudad encontró a quienes luchaban por una Cuba Libre y se congregó con ellos en el Club “San Carlos”, espacio de reuniones para debatir las pasiones patrióticas de los cubanos al margen de su país colonizado. Este principio lo condujo a unirse a otras fundaciones dentro de los EE.UU. y en tierras de Latinoamérica que perseguían el ideal de la soberanía cubana. Colaboró con el “Plan Gómez – Maceo”, en 1884.

Con posterioridad fija su domicilio en Nueva York (1888). En esta ciudad funda la “La Liga”, una sociedad de instrucción con fines patrióticos. Esta tarea de educar a los sectores más desprotegidos de la urbe neoyorquina le lleva a conocer a José Martí, quien se convierte en un entusiasta colaborador de su proyecto. A partir de ese instante surge una amistad basada en la solidaridad y el respeto mutuo; así como la admiración de Rafael por el líder revolucionario de la Guerra Necesaria.

En 1890, año de la fundación del periódico de Enrique Trujillo: “El Porvenir”, incluye en este un artículo llamando la atención del exilio cubano radicado en Nueva York sobre las intenciones martianas de alcanzar el sueño común de libertad.

Su labor como periodista continuó cuando sale a las calles el semanario “Patria”, dirigido por José Martí desde el 14 de marzo de 1892. También junto al Apóstol estuvo en las filas del Partido Revolucionario Cubano desde la génesis de esta organización política que estrechaba lazos de fraternidad entre cubanos y puertorriqueños en aras de expulsar a los gobiernos colonialistas españoles de sus respectivos países. Participó como orador en varias de las ceremonias patrióticas conmemorativas del “10 de octubre”.

El 22 de septiembre de 1894 publica el periódico “La Verdad”. De Martí, a través de “Patria”, surgen comentarios positivos sobre el nuevo rotativo de Nueva York y su fundador. Los temas abordados eran de carácter independentista y de igualdades de derechos para todos, en consonancia con el ideario del “Maestro”.

Después del desenlace fatal de José Martí en el combate de Dos Ríos, se dedica a homenajear a su amigo con la divulgación de un periódico llamado: ”La Doctrina de Martí” (1896-1898), el cual tuvo magnifica acogida en Nueva York como trasmisor del legado del Héroe Nacional. Entre los que colaboraron con su empeño de mantener viva la imagen de Martí figura el dramaturgo puertorriqueño Sotero Figueroa.

En la República Neocolonial

Retorna a Cuba como miembro de la comitiva que acompañó al presidente electo Tomás Estrada Palma y se incorpora a la vida pública. Se destaca en las batallas políticas dentro de la naciente República Neocolonial, lo que propicia su elección a la Cámara de Representantes en 1904. Vacante que renovó para un segundo mandato en 1908.

Muerte

Muere el 24 de octubre de 1909 en La Habana.

Pensamiento martiano sobre Rafael Serra Montalvo

  • “Ud. es de los que honran a su patria, por su leal consagración a sus asuntos y desdichas.” (Ob. C. t. 1, p. 226.)
  • “Serra, hecho un machete.” (Ob. C. t. 1, p. 400.)
  • “Rafael Serra calzó la fuerza breve de su discurso con máximas inflexible…” (Ob. C. t.1, p.412.)
  • “Rafael Serra, el hombre veraz y cordial (…) es maestro, amigo y patriota sano y real. El escribe en la lengua nueva que junta la claridad de la idea a la vehemencia de la virtud.” (Ob. C. t. 5, p. 441.)
  • “Pero mi amigo Serra es persona que tiene el don de hacer hablar a su agradecido.” (Ob. C. t. 20, p.346.)
  • “…un trabajo del alma, que está bien pagado con que hombres del temple y limpieza de Vd. me Io tengan en cuenta.” (Ob. C. t. 20, p.351.)
  • “Y el agradecimiento que le tengo a Vd. es tan grande, y de tantos quilates es el oro de su corazón, que la respuesta a lo que ha dicho de mi, y a lo mismo que me dice ahora, no se la he de dar en una carta vacía, sino en actos difíciles y útiles, y esa si será respuesta digna del cariño de Vd. y de sus cartas.” (Ob. C. t. 20, p. 370.)
  • “¿Qué levita se pondría Vd., Serra, que con estos ojos dolorosos míos no le viese yo debajo el verdadero corazón? En mis amigos de La Liga tengo orgullo y fe. Hombres estamos creando, y lo somos.” (Ob. C. t. 20, p. 373.)
  • “A donde yo vaya, va Ud. conmigo.” (Ob. C. t. 20, p. 420.)
  • “Serra queridísimo:Por dondequiera que yo ande, hablo de Vd., hablo con Vd., espero en Vd., corazón contra toda maldad, flor de toda ternura, y hermano mío. Esté yo aquí o allá, haga como si lo estuviese yo siempre viendo. No se canse de defender, ni de amar. No se canse de amar.Un beso a Consuelo.” (Ob. C. t. 20, p. 473.)

Fuentes

  • García Pascual, Luis. Entorno martiano. Ed. Abril, La Habana, 2003, pp. 239-240.
  • Guerra Díaz, Ramón. Rafael Serra Montalvo, hombre de honor y patriotismo. Publicado: 29 de febrero de 2012. Disponible en: ¨blogs.monografias.com¨. Consultado: 13 de julio de 2012.
  • Martí Pérez, José. Obras Completas. T 1, 5 y 20. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1975.