Televisión educacional

Televisión educacional
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País(es) involucrado(s)
Cuba

Televisión educacional. Emisiones televisivas dirigidas a desarrollar una cultura general integral, expresada, sobre todo, en la multiplicación de los conocimientos y en el fomento de los mejores valores humanos.

Antecedentes

La primera utilización de la televisión con fines docentes que se realizó en América Latina tuvo lugar en Cuba, en diciembre de 1950, para la transmisión de una serie de emisiones científicas a alumnos y profesores de medicina de la Universidad de La Habana. Sin embargo, estas no representan un hecho trascendente de nuestra historia porque, una vez terminado el experimento, los equipos fueron desmontados para trasladarlos a otros países del área con igual propósito.

Verdadera dimensión pedagógica

Fue después del triunfo de la Revolución, en 1959, que la televisión adquirió su verdadera dimensión pedagógica, primero como apoyo a la Campaña Nacional de Alfabetización (1961) y después con series de apoyo a las reformas científicas realizadas en los programas de la enseñanza media y los cursos de seguimiento que se ofrecieron, como continuidad a esta Campaña Con posterioridad comenzaron a desarrollarse clases en el programa televisivo “Aprendiendo en TV”, auspiciadas por el Ministerio de Educación. En el nivel primario se trabajó en las asignaturas de lenguaje, ciencias, estudios sociales y aritmética. En Secundaria Básica se adicionó música. El contenido de estas clases por televisión procedía de los programas oficiales para la enseñanza escolar, pero no seguía estrictamente el mismo orden. Esta programación estaba dirigida a maestros y profesores en ejercicio con el objetivo de ofrecer orientaciones metodológicas. Se escogían temas que propiciaran el estudio de determinados métodos y procedimientos, que posteriormente debían aplicar los noveles maestros con sus alumnos. Estas emisiones televisivas estuvieron siempre apoyadas por materiales impresos, publicados en formato de tabloide y distribuidos como parte de la revista Bohemia y el periódico Prensa Libre, cuyos títulos eran “Lecciones para Todos” y “Páginas para Estudiar”, respectivamente. Durante el período vacacional se desarrollaba una programación especial, que ofrecía espacios recreativos, también era una vía de proporcionar elementos para una cultura general.

Audiencia abierta y audiencia controlada.

Estos programas en general se mantuvieron en el aire hasta 1963 y, a la par de estos se difundieron otros cursos de perfeccionamiento, destinados a los obreros. Otros espacios con carácter educativo surgieron en este período. En 1968 el Ministerio de Educación y el Instituto Cubano de Radiodifusión (ICR), siguiendo los lineamientos del Gobierno Revolucionario, organizaron dos grupos de programas con características muy diferentes: uno de audiencia abierta y otro de audiencia controlada. El primer grupo se estructuró sobre la base de programas de televisión dirigidos a toda la población, entre ellos: “Nuestros hijos”, “El hombre y su mundo”, “Arte y Folklore”, “El hombre y los sellos”, “Ciencia y desarrollo”, “Escriba y Lea”, “Literatura y Actualidad Educacional”. Muchos de estos programas se mantuvieron en el aire por un espacio prolongado, otros fueron sustituidos con el tiempo, y algunos se mantienen en la actualidad como es el caso de “Escriba y Lea”, por solo citar un ejemplo. El grupo de programación educativa directa o de audiencia controlada, también conocido hoy como televisión escolar, se dedicó a la transmisión de clases para la escuela, fundamentalmente en el nivel medio básico. Estos programas fueron destinados a los alumnos incorporados al plan la “Escuela al Campo” de la provincia La Habana, según la antigua división política administrativa, y transmitía clases de cada una de las asignaturas en los diferentes grados, para mantener actualizados los conocimientos adquiridos por los educandos en la etapa anterior a la salida para el campo. En este empeño se utilizaron, además, películas, dibujos animados, dramatizaciones, entre otros medios. En esta etapa, y dentro del grupo de programación educativa directa, es cuando comienzan a darse las clases por televisión a manera de sistema. Resulta válido apuntar que, desde esa época, se les comenzó a llamar teleclases. Las clases estuvieron a cargo de profesores seleccionados por su experiencia, conocimientos y calidad de su trabajo, los que asumieron la emisión de clases en vivo para toda Cuba.

Actividades previas a la emisión televisiva

Asesores y profesores de Televisión Educativa

Las actividades previas a la emisión televisiva se realizaban en la sede del Ministerio de Educación, allí radicaban los asesores de la Universidad Pedagógica, del propio organismo y el personal técnico artístico del Instituto Cubano de Radiodifusión. Todos, de conjunto, aprendieron sobre la marcha y se enfrentaron, por primera vez, a la realización de la Televisión Escolar. Los profesores que desarrollaban las clases por televisión, además de elaborar los guiones para estos fines, confeccionaban guías para las teleclases, que se enviaban a todos los profesores y escuelas del país. En esta guía aparecía un resumen del desarrollo de cada clase, así como orientaciones para el monitor. En caso necesario se escribía una nota aclaratoria para el profesor. Estas primeras clases por televisión duraban 25 minutos y en los 25 minutos restantes el profesor, o el monitor de cada asignatura, trabajaba directamente con sus alumnos, sobre la base de las orientaciones ofrecidas en la guía.

Logros de las teleclases

Teleclase en Secundaria Básica

Con la transmisión de estas teleclases se logró la uniformidad en el cumplimiento de los programas de enseñanza vigentes, así como cierta calidad en el proceso de enseñanza, al profundizar en la elevación del nivel científico de estudiantes y docentes y aplicar la metodología más adecuada, en la que se conjugaban la televisión con los medios tradicionales: libro de texto, pizarrón, rotafolio, proyector de vista fija, entre otros. Además, el uso de la televisión como vía de superación para los profesores no solo sirvió por la teleclase en sí, sino por las posibilidades que ella ofrecía en cuanto vehículo de transmisión de los cursos de superación en las diferentes ramas del conocimiento y de la cultura.

El video-tape

En la década del 70 el país adquiere nuevas tecnologías para el uso del audiovisual: el video-tape. Este recurso se incorporó a la realización de las teleclases, lo que permitió utilizar dramatizados, así como otros materiales de tipo científico o contenidos que afrontaban dificultades en su realización. Se introdujeron emisiones encaminadas a contribuir a la preparación y superación de los docentes, como necesidad ante la aplicación de nuevos programas.

Creación del Departamento de Cinematografía Educativa

Cinematografía Educativa (Cined).

En este período fue de mucha importancia la creación y desarrollo del Dpto. de Cinematografía Educativa -Cined-, casa productora del Ministerio de Educación para la realización de materiales audiovisuales para la escuela, al igual que los Departamentos de Televisión creados en las Universidades Pedagógicas de Ciudad de La Habana, Santiago de Cuba y Camagüey. En marzo de 1977 culmina esta primera etapa del uso del audiovisual con fines educativos; pero en el período comprendido entre 1979 y 1984 se impartieron teleclases para los trabajadores, en el contexto de la “Batalla por el 6to y 9no. grados”, con una gran aceptación. No obstante haberse interrumpido las emisiones dirigidas especialmente a la escuela, la programación televisiva cubana se ha caracterizado por su enfoque educativo, como parte de la política desarrollada por el Estado.

Creación de la Dirección de Televisión Educativa

Dirección de Televisión Educativa

Con el interés expreso nuevamente de la televisión escolar, es que en mayo del 2002 se inaugura un tercer canal dedicado totalmente a la programación educativa, el que se caracteriza por un alto por ciento de espacios dedicados a los diferentes niveles de educación. En igual periodo se crea la Dirección de Televisión Educativa del Ministerio de Educación.

Canal Educativo

El Canal Educativo, tiene sus antecedentes en la programación “Mi TV”, que incluía espacios televisivos para diferentes niveles de enseñanza y superación para maestros, así como una programación por video, en la que se abordaban temas dirigidos a enriquecer el nivel cultural de niños, jóvenes y docentes, también las clases de “Universidad para Todos”, que se habían comenzado a trasmitir por los otros dos canales de televisión (Cubavisión y Tele Rebelde), como elemento importante surgido al calor de la “Batalla de Ideas”, que desde 1999 lleva adelante el pueblo cubano. Este canal trasmite desde sus inicios, una programación determinada por el currículo de cada nivel de enseñanza, dirigida a estudiantes en las aulas y ocupa una posición especial en la programación general de carácter educativo para toda la población.

Canal Educativo 2

Dos años después de creado este canal surgió el Canal Educativo 2, que vino a reforzar e incrementar la programación educativa de la Televisión Cubana. En este nuevo Canal la programación escolar sigue ocupando la mayor parte de la propuesta diaria.

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