Templo de Jerusalén

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Templo de Jerusalén
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Obra Arquitectónica  |  (templo)
Templo de salomon.jpg
Imagen del templo de los israelitas (su tamaño está muy exagerado: no tenía 60 metros de altura, sino unos 8 metros). Bandera del Estado de Israel Israel
Descripción
Tipo:templo
Localización:Situado en la explanada del monte Moria, en la ciudad de Jerusalén, donde se ubican en la actualidad la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa
Uso inicial:Lugar de adoración al dios Yahwé
Datos de su construcción
Inicio:950 a. n. e. (fecha aproximada) 
Demolición:70 n. e.


Templo de Jerusalén. Fue el evento más importante del reinado de Salomón, gracias al cual su nombre se ha recordado hasta treinta siglos después de su muerte. Ya en el Antiguo Testamento, el Templo había acaparado la mayoría de los escritos donde aparecía el rey Salomón. En las catedrales medievales las imágenes de las esculturas y las vidrieras del Templo de Salomón, y sobre todo de su destrucción en el 586 a. n. e. a manos del rey Nabucodonosor, simbolizó el pasado del pueblo judío, así como su «grandeza perdida».

Historia

Antiguamente estuvo muy difundida la idea de que todo edificio sagrado era cósmico en el sentido de que estaba hecho a imitación del universo, que reproducía la estructura íntima del universo. Como indican los ritos y métodos de construcción hindúes, el templo viene a ser la cristalización de la actividad celeste, lo que se corrobora en el Antiguo Egipto al describir un espacio religioso afirmando: «Este templo es como el cielo en todas sus partes».

La fundación del edificio comienza por la orientación, especie de rito que establece una relación entre el orden cósmico y el orden terrestre, entre el orden divino y el humano. El término latino templum significó el sector del cielo que el augur romano delimitaba con ayuda del báculo y en el cual observaba los fenómenos naturales como el vuelo de los pájaros; por ello, la palabra templo está en relación con la observación de los astros y vino a designar el lugar donde se llevaban a cabo las investigaciones astronómicas.

Se dice que el templo fue construido según el modelo de la tienda santa, antes descrita, y que sus medidas, sin los edificios anexos, parecen haber sido el doble que aquella. Hasta el presente no han sido posibles las excavaciones en el Templo de la Roca o Mezquita de Omar, donde estuvo el Templo de Salomón; la «roca sagrada» de la mezquita actual fue la del templo salomónico, y no se sabe con seguridad si sobre ella estuvo el arca o el altar de los sacrificios. Otros elementos de la forma de este templo hebreo vienen de la arquitectura fenicia, porque Salomón encomendó al arquitecto Hiram de Tiro su construcción.

En cuanto a las dos columnas de la fachada, su origen puede rastrearse ya en santuarios neolíticos; respecto a sus nombres de Jakim y Boaz señala Mertens como probable que deriven de inscripciones que debieron tener y que empezaban por estas palabras: «Que él erija (Jakim) esta casa» y «con poder (Boaz) expulse de estas puertas a todos sus enemigos».

Fue grande el esfuerzo realizado por Salomón en esta construcción religiosa, y como en el pueblo de Israel no había tradición artística, aceptó las formas de otros pueblos con el único fin de dar esplendor al culto. No faltaron las consideraciones políticas pues tal templo era «capilla real» del palacio, en la que debían de converger los sectores de Israel y de Judá, que constituían el reino.

Templo de Salomón con su altura muy exagerada.

Precedente

El templo de Jerusalén fue la Tienda Santa, cuyas dimensiones describe el Libro del éxodo (36, 8-38): estaba formada por veinte tablones de acacia, revestidos con lienzos de lino. Era la «tienda de la reunión», con un espacio interior dividido en dos estancias separadas por una cortina.

El espacio del Sancta Sanctorum era de forma cúbica, pues los antiguos orientales vieron en esta forma una imagen del cielo; en este espacio la oscuridad era total, pues según una creencia antiquísima, el dios Yahwé habita en lo oscuro. La tienda se hallaba ubicada en un patio, rodeado por sesenta columnas, revestida de plata, con los espacios intermedios cubiertos de cortinas de lino.

En la parte oriental de este patio, ante la puerta de la tienda, estaban el altar de los holocaustos, que era una caja de madera de acacia recubierta de cobre y adornada con cuernos, que aludían a la divinidad; en esta parte del patio había un lavamanos para los sacerdotes.

En la parte oriental de la tienda estaba el Arca de la Alianza, y en el espacio interior occidental se hallaban el altar del incienso o de los perfumes,la mesa de los panes de la proposición y el candelabro de los siete brazos; la idea de este último debía de venir del mundo religioso de la mitología mesopotámica como una referencia al árbol universal o árbol de la vida. Todo esto parece haber sido el utillaje litúrgico de la tienda, que era portátil, como lo fueron algunos santuarios cananeos.

Correspondió a Salomón realizar el verdadero templo, cuando amplió la capital. Las medidas y su esplendor están descritas en la Biblia y por ello sabemos que su planta se adaptaba a la «casa larga» mesopotámica o templo con vestíbulo, la nave (habitación larga) y el adytum (cámara cuadrada). Estaba orientado en la dirección este oeste, con un patio para el altar de los holocaustos, frente a la puerta del templo, adornada con dos columnas de bronce que medían 12 codos de alto por 4 de diámetro.

La nave constaba de dos espacios: el lugar sagrado (o hekal), y un santuario (o debir), lugar sagrado por excelencia. En el patio se situaba el altar de los holocaustos a manera de zigurat de tres pisos, a los que se accedía por una escalera; además estaba el «mar de bronce», pila gigantesca metálica de 10 codos de diámetro y 5 codos de profundidad, que se apoyaba en doce bueyes, dispuestos en cuatro grupos de tres, colocados en la dirección de los puntos cardinales.

Los tres templos de Jerusalén

En los tiempos de Abraham existía la idolatría y el dios Yahwé lo sacó de aquella tierra, fundó una nación «temerosa» del dios que crecía dentro de la bendición del dios y progresaba, pero volvieron a ser idólatras el mismo día que Moisés recibía las Tablas de la Ley.

Se fueron tras la idolatría, edificaron altares a dioses ajenos, celebraron cultos, se entregaron a la perversidad durante el periodo de los jueces y luego durante el reinado de los reyes también hicieron lo mismo. El dios les advirtió sobre este pecado abominable por sus profetas todo el tiempo, pero no quisieron escucharlos. Por eso los entregó a los babilonios quienes destruyeron el primer templo construido por Salomón.

Pasaron casi 400 años desde el reinado de Sedequías y la destrucción de este primer templo hasta la reedificación en tiempos de Zorobabel, Henemías. El segundo templo fue finalizado durante el reinado de Artajerjes, fueron muchos los obtáculos para que se volviera a levantar, fueron muchos los enemigos, pero el profeta Hageo le dijo al gobernador Zorobabel que el dios Yahwé, por su medio, le ordenaba que debía edificar la casa. De esta manera fue reconstruido el templo.

Posteriormente el templo fue profanado por los romanos y de acuerdo a la cronología bíblica debió ser reconstruido hacia el año [[años 10 a. n. e.|20 a. n. e.

Destrucción del Templo

En el 66 dC, la población judía se rebeló en contra del Imperio romano. Cuatro años después, el 70 dC, las legiones romanas bajo las órdenes de Tito reconquistaron y luego destruyeron la mayor parte de Jerusalén y el Segundo Templo.

El arco de Tito, levantado en Roma para conmemorar la victoria de Tito en Judea representa los soldados romanos llevándose la Menorah del templo.

Pocos años después, los autores de los evangelios atribuyeron a Jesús la profecía de la destrucción del templo.

Jerusalén fue arrasada por el emperador Adriano nuevamente en el 135.

En el Apocalipsis de san Juan se afirma que el tercer templo debe ser construido durante la «gran tribulación», este periodo abarca siete años y en siete años fue construido el templo de Salomón, lo que parece indicar que una vez termine su construcción, será la Bestia (666) quien lo inaugure y no la clase sacerdotal que tendrá Israel preparada.

El segundo templo de Jerusalén.

Fuentes