Werwolf

Werwolf
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Activa1944-1945
PaísBandera de Alemania Nazi Alemania Nazi
FidelidadTercer Reich
TipoGuerrilla
FunciónIntentar desestabilizar a la invasión aliada de Alemania
EspecializaciónComando
Comandantes
Comandante actualHans Prutzmann
Cultura e historia
MoteHombres Lobo
LemaConquistar o morir
ColoresNegro
MascotaLobo

Werwolf. Fue la palabra para describir el plan nazi ideado en 1944, antes del final de la Segunda Guerra Mundial para la creación de una fuerza irregular que ayudaría a la Wehrmacht en la defensa de Alemania, por medio de una guerra de guerrillas contra los Aliados.

Orígen

Evidentemente este tipo de lucha no podía pasar desapercibido para los jerarcas y altos mandos nazis que ya habían sufrido en sus carnes los efectos de este tipo de lucha durante la invasión de la Unión Soviética a manos de grupos de partisanos, por lo que Martin Bormann, secundado por Heinrich Himmler, logra la autorización de Hitler para organizar partidas armadas de insurgentes que estarían encargadas de atacar e intentar interrumpir la logística de los ejércitos invasores, así como otros objetivos militares o autoridades nombradas por las potencias ocupantes.Para llevar a cabo este plan, en el otoño de 1944 es nombrado el SS Obergruppenführer (Teniente General) Hans Prützmann como Generalinspekteur für Spezialabwehr ("Inspector General de la Defensa Especial"). Prutzmann había estudiado las tácticas de los guerrilleros soviéticos durante su destino en Ucrania, por lo que también le es encomendada la creación en Berlín del Cuartel General de la organización. Sin embargo, en marzo de 1945 también se involucrará en el proyecto el Ministro de Propaganda del Reich Joseph Goebbels, alegando éste que los planes no habían discurrido según lo previsto. Para ello creará un periódico y una emisora de radio (que empezaría a emitir el 1 de mayo de 1945), ambos llamados “Werewolf”, utilizando en ellos el mismo mensaje que el diario “Der Angriff” había usado en los momentos iniciales del partido nacionalsocialista, y basándose en la premisa de que debían ser "el punto de reunión de todos los activistas que no estén de acuerdo con una política de compromiso".En el proyecto inicial se contemplaba que las diferentes agrupaciones de la Werwolf siempre debían estar en coordinación con los cuarteles generales de las tropas regulares territoriales, por lo que nunca llegó a actuar plenamente como una guerrilla auténtica.

Métodos

Los métodos utilizados por la Werwolf incluían el uso de francotiradores, incendios, sabotajes, asesinatos, etc., incluyendo entre el entrenamiento de los agentes el poder descolgarse en una torre de guardia con sólo un metro de cuerda para neutralizar al centinela o el uso de una simple lata de comida en conserva y un lápiz como explosivo casero. También se supone que tendrían a su disposición una gran variedad de armas (como pistolas Walther con silenciador) u otros elementos tales como abrigos ignífugos, aunque en la práctica la organización nunca llegó a tener ni el equipo ni la organización necesarios para poder actuar de una forma efectiva, constituyendo otra traba para su correcto funcionamiento que no se había previsto cómo debería actuar en caso de derrota o de que la autoridad central del Reich cayese, por lo que tampoco llegó a formar guerrillas útiles.

Adoctrinamiento ideológico

Los integrantes de esta futura guerrilla deberían profesar un fanatismo total hacia el régimen nazi, por lo que Prutzmann se basó para su adoctrinamiento en un discurso pronunciado el 23 de marzo de 1945 en la Hofbräuhaus de Múnich por Werner Neumann, Secretario de Estado del Ministerio de Propaganda nazi. Este discurso, que fue recogido en un folleto titulado “Capitular, ¡nunca!”, exhortaba a todos los alemanes a luchar contra las potencias aliadas, incluso hasta la misma muerte, aunque sembraba la duda acerca de qué hacer en los territorios ya ocupados por tropas extranjeras.La desarticulación parcial de la organización, combinada con los efectos de este discurso, fueron los causantes de que se sembrase una gran confusión entre las tropas aliadas acerca de qué ataques eran obra de la Werwolf, de fanáticos nazis o de grupúsculos de las SS que evitaban ser capturados.

Actividades

Como se ha citado anteriormente, la organización de la Werwolf contemplaba que pudiese ser miembro potencial de la misma cualquier ciudadano alemán, aunque se prefirió que se organizase en torno a las SS y las Juventudes Hitlerianas, para lo que fueron reclutados unos 5000 hombres y jóvenes procedentes de las mismas, haciendo especial hincapié para su elección que contasen con entrenamiento en tácticas de guerrillas. Incluso se intentó establecer compañías territoriales en el frente para que continuasen la lucha en caso de ocupación pero, debido a que estos “guerrilleros” no contaban con el armamento idóneo para sus acciones, tropezaron con la oposición de la Wehrmacht y las SS, que se negaban a ceder armas y equipo a “unidades juveniles” (Sic.) de escaso valor táctico, por lo que estas compañías fueron fácilmente descubiertas y neutralizadas por los aliados al final de la guerra, por lo que no pudieron llegar a actuar ni a efectuar ninguno de los ataques previstosDurante el último período de la lucha se intentó por parte de algunos jefes nazis enterrar explosivos y armas para que fuesen utilizadas por la Werwolf por todo el país, especialmente en la antigua frontera con Polonia para su uso contra el ejército soviético aunque, dada la poca entidad de tales arsenales improvisados y la ya citada desorganización reinante, muy pocos líderes sabían que instrucciones a seguir acerca de qué hacer con ellos o dónde se encontraban.

Hitler jamás había contemplado la posibilidad de una derrota hasta que en los últimos días de la guerra en Europa esta ya era inevitable por lo que, debido a que las actividades de la Werwolf debían estar siempre sujetas a órdenes superiores, tras la capitulación de la Wehrmacht el 8 de mayo de 1945 muchos reclutas de la Werwolf abandonaron la lucha y se unieron a la marea de tropas que se retiraban hacia el Oeste para entregarse a los Aliados occidentales, casi sin llegar a usar ninguno de los arsenales previstos, debido entre otras razones a que no existía ninguna instrucción acerca de qué hacer en el caso descrito de capitulación. Muchos de estos arsenales serían encontrados intactos por las tropas soviéticas del Ejército Rojo. Tampoco ayudó al desempeño de la organización el cansancio del pueblo alemán, harto ya de una guerra larga y cruel, por lo que aceptó de facto una ocupación occidental para evitar en la medida de lo posible que dicha ocupación fuese realizada por fuerzas soviéticas. Por ello, la Werwolf derivó prácticamente en una organización terrorista que atentaba tanto contra los ocupantes como contra los “colaboradores” alemanes, llegando incluso a intentar volar infraestructuras económicas del país, ya de por si bastante maltratadas por los bombardeos aliados, en una política de “tierra quemada”. Se llegaron a dar casos de trabajadores que intentaban salvar las instalaciones en las que trabajaban ante los intentos de voladuras y sabotajes de la organización rebelde, especialmente en la Cuenca del Ruhr y Alta Silesia.La feroz oposición a los ocupantes y colaboracionistas provocó que también se perpetrasen verdaderos actos de vandalismo contra el patrimonio cultural procedente del Museo de Berlín (que se guardaba en una torre en Friedrichshain) y de otros museos, que provocaron un elevado coste económico por los daños causados, llegando incluso a ataques físicos contra los vigilantes de estas instalaciones que provocaron la muerte de algunos de ellos. Diversos historiadores coinciden en señalar que el impacto de la Werwolf fue hábil y deliberadamente mitificado por los propagandistas nazis y, aunque no lograse su objetivo inicial de evitar la ocupación aliada, perjudicó en gran medida al pueblo alemán, ya que los occidentales y soviéticos respondieron a sus actividades con controles más duros y limitaciones en el derecho de reunión de los ciudadanos, llegando los soviéticos a “limpiar” las localidades en las que había actuado la Werwolf, provocando una brecha entre ocupantes y ocupados que el comienzo de la Guerra Fría no ayudó a cerrar.

Operaciones

Aunque algunas fuentes atribuyen a esta guerrilla algunos ataques y asesinatos, como algunas masacres de civiles y ataques a tropas soviéticas en Polonia de las que no hay pruebas concluyentes, también se le atribuyen otras acciones más brutales como la muerte de 44 personas en Bremen (5 estadounidenses y 39 civiles alemanes) mediante el uso de explosivos, aunque parece ser que estas muertes realmente fueron causadas por la explosión accidental de una bomba aérea que no había detonado al ser lanzada (Ya hemos hablado en diferentes hilos de este foro de recientes detonaciones de ingenios explosivos aéreos de la época de la 2 Guerra Mundial hallados en excavaciones u obras actuales o por simple casualidad y que siembran la lógica alarma social entre la población de los lugares en los que son hallados, por lo que parece una explicación lógica y plausible para tal suceso).La única muerte que realmente puede ser atribuida a la Werwolf es la del Dr. Franz Oppenhoff, alcalde nombrado por las autoridades aliadas de la localidad de Aquisgrán, que fue asesinado en la puerta de su casa por un grupo de desconocidos, siéndole también atribuidas las muertes del Mayor John Poston (oficial de enlace del Mariscal Montgomery), que fue asesinado también por un grupo de asaltantes desconocidos, y la del Coronel General soviético Nikolai Berzarin el 16 de junio de 1945, cuando este ocupaba el cargo de comandante de la guarnición de Berlín. Los informes soviéticos de la muerte de Berzarin la atribuyen a un fatal accidente de tráfico, aunque la población civil berlinesa siempre tuvo en el punto de mira como autora de esta muerte a la NKVD, debido al trato benévolo que Berzarin dispensaba a la población de la ciudad.

Además de las reseñadas anteriormente, también la propia Werwolf se atribuyó en una emisión radiofónica la muerte en abril de 1945 del General Maurice Rose. Se da la circunstancia de que Rose era el oficial de mayor graduación y veteranía de origen judío del ejército estadounidense, por lo que su muerte tenía un fuerte componente propagandístico para la organización, aunque posteriormente ha sido demostrado que Rose murió en un enfrentamiento con soldados regulares alemanes al encontrarse el jeep en el que circulaba con un tanque pesado Tiger II germano cerca de la escuela de tanques de Paderborn. Al parecer se produjo un choque entre ambos vehículos y el general fue conminado a rendirse por uno de los tripulantes del blindado, siendo finalmente ametrallado por éste cuando el general se llevó la mano a la cintura, no siendo posible precisar si en un intento de rendirse o bien de sacar su arma reglamentaria.

Actualidad

Algunos autores como Beevor o Ziemke tienden a minusvalorar el impacto de las actuaciones de la Werwolf, argumentando que no llegó a ser una amenaza seria contra las potencias vencedoras. Otro autor, Golo Mann, en su “Historia de Alemania desde 1789” afirma que los ciudadanos alemanes estaban dispuestos a colaborar con los ocupantes, trabajar con ellos e incluso aceptar su asesoramiento y ayuda, sin que los Aliados encontrasen prácticamente ninguna señal de la resistencia que esperaban encontrar. La única disensión reseñable por parte de un historiador es la que argumenta Alexander Perry Biddiscombe, que en su obra “¡Werewolf! La Historia de la Guerrilla del Movimiento Nacional Socialista, 1944-1946” (1988) afirma que los insurgentes de la organización siguieron actuando contra la ocupación desde sus últimos refugios de la Selva Negra y las Montañas Harz hasta 1947 e, incluso, hasta 1949-1950, sin que lograse provocar un verdadero espíritu de resistencia nacional, aunque sus actuaciones e influencia tendrían graves consecuencias en el futuro alemán.

Por todos es sabido el auge que desde hace unos años están teniendo en Alemania y otros países movimientos de corte neonazi, autodenominándose algunos de ellos como “Werwolf” o “Wehrwolf”. Estos movimientos tienen su origen en un aspecto que a menudo no es tenido en cuenta y que no es otro que el adoctrinamiento de las Juventudes Hitlerianas. En este adoctrinamiento se hacía especial hincapié en un término, “Neonazismo”, que debería sobrevivir a la guerra y ser el germen de un nuevo movimiento político. Por desgracia, estas ideas tuvieron un gran calado en un sector importante de la juventud alemana (también de otros países entre ellos España e, incluso, Estados Unidos), aunque afortunadamente se están promulgando leyes que persiguen y condenan este tipo de ideologías nostálgicas y trasnochadas con penas de prisión.

Fuentes