Ave y nada

Ave y nada
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Se trata de redescubrimiento de nuevas leyendas, ángeles y demonios
Título originalAve y nada
Autor(a)(es)(as)Ernesto Santana Zaldívar
Editorial:Editorial Letras Cubanas
GéneroNovela
ImprentaTalleres Gráficos de Quebecor World Bogotá S.A. Bogotá, Colombia
EdiciónMytil Font Martínez
Diseño de cubiertaAlfredo Montoto Sánchez
IlustracionesJorge Ignacio Nazábal, Jacqueline Carbó Abreu
Primera edición2002
ISBN959-10-0730-2
PaísBandera de Cuba Cuba
DistribuciónEditorial Letras Cubanas
PremiosPremio Alejo Carpentier, 2002

Ave y nada. Novela donde se destacan las virtudes artísticas, el magistral manejo de lo imprevisible y la imaginación desbordada que se traduce en un mundo ficcional de gran impacto estético y existencial.

Sinopsis

El relato central sigue las peripecias de Jo (Jorge), un joven que deambula por la ciudad (La Habana) en búsqueda de un alivio para su dolor interior: “Jo Quirós caminaba detenido por dentro para sostener el peso de la piedra helada que antesue su corazón...”(p. 5). En su peregrinar va encontrando seres igualmente atormentados. Paralelamente, transcurre el diálogo que sostiene consigo mismo Adriana (Zoe-Zo), su hermana gemela, y podemos entrever la historia de ambos.

Los hermanos sufrieron, en la niñez, una intoxicación atropínica que los llevó, primero, a la esquizofrenia; y después, los dejó detenidos mentalmente en la edad de 12 años. Desde entonces viven en un mundo de sueños y pesadillas, de ángeles y demonios, confundido con la realidad. En esa pesadilla (en una de ellas) Jo es un lobo blanco con la pata atrapada en un cepo y quiere huir lejos del dolor de la prisión y de la inmovilidad. Mientras, Adriana (Zo), en otro sueño, es un pez volador y también un ave: “Zo es un pez volador en el cielo y un ave nadadora en su mar. Detrás de cada uno de sus miedos se abren abismos insospechados..” (p. 35). El errante (y atrapado) lobo herido y el encerrado pez-ave, dos entidades confinadas en un mismo destino de pesadilla.

Forma parte de una historia mayor, repartida en varias novelas cuya base es la ciudadela Urbach, una especie de falansterio fundado por una comunidad de personas a principios del siglo XX, pero en la época en que transcurre “Ave y nada”, 1986, todo aquello ya es algo remoto.

El concepto de lo marginal está dado aquí desde varios planos. Primeramente desde el punto de vista arquitectónico. Una ciudadela ya entraña lo marginal en sí misma: es una construcción que, en su origen, era otra cosa y ha degenerado en ciudadela porque sus dueños y primeros pobladores la han abandonado.

Argumento

El libro está estructurado en siete capítulos que delimitan espacios, sitios donde se detiene el personaje principal, Jorge Quirós. Los capítulos, a su vez, contienen capitulillos que también se fragmentan en unidades narrativas menores.

Desde su mismo título, un especial palíndromo, “Ave y nada”, misterioso y sugerente novela, provocará que cada frase o idea signifique, tanto un vuelo retador de la imaginación alucinada en representación de los hermanos, como un retorno al momento primigenio del pecado original y del cinismo consciente de los esperpénticos personajes secundarios. A partir de esta contraposición el lector realizará un viaje del infierno al paraíso, de lo lóbrego e insalvable al juego de la vida. Se trata de redescubrimiento de nuevas leyendas, ángeles y demonios.

Santana ha escrito en “Ave y nada” dos obras: la historia que se propuso contar, y la otra, la manera o la forma, en que lo escribió. Ambas obras en su caso son excelentes.

Índice

  • Austro, el viento sur/5
  • Volando el pez, volando/36
  • El sótano y el árbol /67
  • La torre de la ciudadela Urbach/ 109
  • El mar del alba/140
  • Mañana de feria/178
  • Ave y nada/229

Comentario de Antón Arrufat

Ave y nada tiene un espacio claro y preciso: La Habana, ciertas partes de la ciudad, una zona del Malecón, otra de El Vedado. ¿El día? Un sábado. ¿La hora? La noche, durante toda esa noche del sábado hasta el amanecer del domingo. El tiempo es menos preciso,  esta es una de sus complejidades, el tiempo escrito en la página, en que hay un presente y un pasado, y luego veremos que también un futuro, un futuro ilusorio: el del deseo de los personajes. El presente nuestro, el de nuestras vidas, en el cual estamos este mediodía nítido y blanco, es el más confuso de los tres segmentos en que hemos dividido el tiempo: el presente es un poco el pasado y un poco el futuro. Solo en una novela los límites del tiempo están marcados con exactitud. Los personajes cuentan con un presente, desde el cual narran su pasado.

Ernesto Santana, como otros novelistas de la vanguardia, ha mezclado o conjugado estos dos tiempos; sus personajes, principalmente los hermanos protagonistas, parecen deslizarse por el tiempo, es decir, pasan del presente al pasado, mientras deambulan la ciudad, o del pasado al futuro, y aquí es donde encuentro la segunda complejidad de Ave y nada. Este deslizarse al futuro está regido por el deseo, por su irrealización  y por la realización imaginaria. Lo que han querido ser y no han sido —cantante, pintora, pescador, astronauta, trapecista— irrumpe en el curso del presente de estos “locos infelices” como un hecho, con la precisión y la fuerza de los hechos.

El autor ha suprimido de la narración cualquier advertencia: el lector avanza por ese espacio-tiempo del deseo. Se detiene con frecuencia al principio y vuelve atrás las páginas para saber dónde se encuentra, en cuál de las partes del tiempo, y luego, a medida que sigue leyendo, cada momento vuelve menos las páginas y se va entregando en ese tiempo del deseo en que viven los personajes de la novela. Nada hay más ambiguo que este narrador. Si conocemos el espacio en este caso es resultado del recuerdo porque habitantes de la misma ciudad de los personajes—, si ignoramos con precisión el tiempo, por ende y en estricta consecuencia, ignoramos por igual quién narra cada momento de la historia. La voz del narrador, en tercera persona, de repente transita hacia el personaje y se vuelve voz personal dentro de una misma estructura narrativa. Del “el” pasa el lector al “yo”, como si el narrador fuera en verdad todas las voces del relato o hubiera una sola voz multiplicada en nombres diversos.

Ernesto Santana

Datos del autor

Ernesto Santana Zaldívar nació en Puerto Padre, Las Tunas, el 22 de mayo de 1958. Graduado del Instituto Superior Pedagógico en Español y Literatura. Ha publicado libros de cuentos como Nudos en el pañuelo (1993), Bestiario pánico (1995), Mariposas nocturnas (1999), y el poemario Escorpión en el mapa (1998). Ha sido incluido en varias antologías de narrativas nacionales y extranjeras.

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Fuentes