Bogifobia

Bogifobia
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Es una fobia que se define como un persistente e irracional miedo a lo sobrenatural y las leyendas urbanas como los asustadores de niños, o los fantasmas y monstruos imaginarios, típicos de los miedos infantiles.
Región más común:Sistema Nervioso Central

Bogifobia. Su nombre deriva del vocablo griego(φόβος)fobos, "miedo" y del término inglés (bogeyman), que da nombre a una criatura mitológica de origen celta presente en numerosas cuentos y leyendas provenientes de Escocia, que incluso aparece representado como un anciano que carga en su espalda un enorme saco donde guarda para siempre a los niños que se han portado mal y además que este tenebroso acechador que se oculta en el interior de los armarios o debajo de la cama. Las reacciones de los bogifóbicos frecuentemente parecen irracionales a otras personas, e incluso al propio afectado, ya que para el mundo "los monstruos no existen", y las posibilidades de que una criatura amenazante aparezca de debajo de la cama o del armario para atacarlo cuando se vaya a dormir es ridícula e imposible.

El filósofo Heinrich Heine razonó que las leyendas urbanas, que por entonces tenían mucho de suburbanas, son el residuo colateral de antiguas creencias, tan arraigadas en la mente colectiva de los pueblos que se resisten a abandonarnos a pesar de que la razón y la lógica las han "escondido bajo la cama".

La metáfora no puede ser más acertada. Estas criaturas imaginarias nunca se presentan abiertamente. Están al acecho, se ocultan en las sombras, murmuran, susurran, se visten con tenebrosos harapos, con capuchas; con capas, con velos, son cautelosas; nunca se presentan a la vista de muchos, sino que prefieren los encuentros a solas en esa hora incierta que precede al amanecer...

Heine sospecha que esas características fugitivas hacen de ciertas criaturas imaginarias el residuo atávico de los viejos dioses de antaño, demonizados por la fe celosa en un Dios Único. El filósofo los llamó "dioses en el exilio"; arcanos despojos de mitologías ya perdidas, pero que recuperan toda su fuerza cuando el hombre se encuentra solo con aquello que adoró en otra vida y en otro tiempo.

Causas

Los afectados a menudo adquieren este miedo en la etapa infantil por culpa de las amenazas de los adultos para controlar el comportamiento de los niños que les lleva a intimidarles con seres como la bruja de la escoba o el el muerto viviente o zombi. El ver películas de terror puede atemorizar a un infante ante la dificultad de separar lo real de la ficción, al pensar que el monstruo o asesino del film vaya a ir por él.

Este temor tiene más fuerza generalmente cuando el afectado de la fobia se encuentra a solas o a oscuras, por lo que a veces está estrechamente ligado a la nictofobia (temor a la oscuridad) y en casos más graves a ligofobia (terror a la oscuridad): la oscuridad les provoca inseguridad ya que no ven lo que hay a su alrededor y una imaginación desbordante puede jugar con las sombras de los objetos y los sonidos del viento convirtiendo la habitación de un bogifóbicos en un sinfín de amenazas para él.

Suelen encontrar seguridad con la compañía en una persona que les transmita tranquilidad y les reconforte, como en el caso de los niños pequeños lo es un adulto. Esta persona debe mostrar una actitud comprensible y que les recuerde que no hay nada que vaya a atacarlos. A veces es bueno revisar la zona que les produce miedo como el armario o mirar debajo de la cama para asegurarles que no hay nada. Asustar al bogifóbico o burlarse de sus miedos sólo conseguirá que su fobia aumente y que además se sienta incomodo y avergonzado, impidiéndole acudir por ayuda cuando tenga miedo para no recibir una postura negativa.

Es de las fobias más comunes en niños pequeños, sobre todo en los infantes con mucha imaginación, y suele superarse en la adolescencia. Si la bogifobia perdura después de la preadolescencia, seguramente esté arraigado a un fuerte trauma infantil que será necesario superar con un tratamiento ó un acompañamiento terapéutico. Este temor o miedo comienza a ser perjudicial para el afectado cuando le limita en su vida

Síntomas

Los afectados a menudo adquieren este miedo en la etapa infantil por culpa de las amenazas de los adultos para controlar el comportamiento de los niños que les lleva a intimidarles con seres como las brujas o los sombies. El ver películas de terror puede atemorizar a un infante ante la dificultad de separar lo real de la ficción, al pensar que el monstruo o asesino del film vaya a ir por él.

A los pacientes que padecen de Bogifobia se les puede apreciar los siguientes síntomas:

Tratamiento

Todas las fobias tienen solución y se pueden tratar. La eliminación de toda fobia requiere principalmente fuerza de voluntad de la persona para salir de ella, para enfrentar situaciones que normalmente no enfrentaría y para racionalizar el temor. El tratamiento de una Bogifobia comienza con la iniciativa propia y el deseo de superar el miedo, el segundo paso es consultar a un especialista. La terapia cognitivo-conductual en la Bogifobia ha mostrado ser eficaz para tratar estos trastornos psicológicos. Consiste en la desensibilización metódica, es decir, exponer gradualmente al paciente a situaciones similares a las que le producen temor, para que poco a poco comience a perder el miedo mediante la familiarización.

Otra forma de tratamiento es la terapia implosiva, en la que se expone directamente al paciente a la situación temida para que el paciente experimente lo injustificado de su miedo y reduzca el temor.

En todo caso, la mejor manera de enfrentar la ansiedad que produce el miedo excesivo a la bogifobia es procurar tranquilidad y tratar de pensar que el miedo representa un riesgo real a la vida.

Riesgos

La bogifobia puede provocar algunas complicaciones como:

  • Aislamiento social pues la vida cotidiana de las personas puede complicarse a causa de sus fobias. Muchas personas no pueden asistir a la escuela o a su trabajo por padecerla.
  • Depresión ya que suelen genera depresión y otros trastornos de ansiedad
  • Abuso de sustancias: la ansiedad y el estrés que generan las fobias, suelen derivar en el abuso de sustancias como las drogas o el alcohol

Fuentes