Cefalosporinas


Cefalosporinas
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Antibióticos utilizados para el trtamiento de enfermedades tales como:meningoencefalitis, neumonía, endocarditis, y otras.

Cefalosporinas. Son antibióticos utilizadas en el tratamiento de la septicemia, neumonía, meningitis, infecciones de la vía biliar, peritonitis e infecciones urinarias.

La farmacología de las cefalosporinas se asemeja a la de las penicilinas y su excreción es fundamentalmente renal. Las cefalosporinas penetran mal en el líquido cefalorraquídeo, salvo que se inflamen las meninges; la cefotaxima es una cefalosporina adecuada para tratar las infecciones del Sistema Nervioso Central (p. ej., meningitis).

Historia

En el año 1945 el doctor Giusseppe Brotzu relacionó la buena salud de los bañistas de las aguas contaminadas del golfo de Cagliari -en la costa sur de Cerdeña-, con la acción de ciertos microorganismos productores de antimicrobianos; posteriormente (1948) aisló el hongo Cephalosporiun Acremonium, el cual constituyó la fuente de 3 cefalosporinas: cefalosporina C, P y N respectivamente.

Desde la comercialización de la cefalotina en el año 1962 las cefalosporinas han ascendido a una posición de distinción en el mundo de los antibióticos. La modificación de las cadenas laterales fijas al núcleo de la cefalosporina ha producido una extraordinaria proliferación de nuevos compuestos para uso clínico, y ha llegado a adquirir gran importancia en el tratamiento de las infecciones bacterianas por su relativa baja toxicidad, amplio espectro antibacteriano, actividad bactericida y actividad frente a betalactamasas.Tomado de:Biblioteca Virtual de Salud. Consultado el 17 de septiembre del 2012.

Uso médico

Por su amplio espectro y baja toxicidad, las cefalosporinas son drogas de elección para el inicio del tratamiento empírico en muchas situaciones clínicas:

  • Meningoencefalitis
  • Endocarditis infecciosa
  • Neumonía agudas comunitaria
  • Bronquiectasias infectadas o fibrosis quística, donde P. aeruginosa puede ser la causa de la infección.
  • Infecciones respiratorias altas: Fallas en el tratamiento con penicilina o recurrencias de faringitis estreptocócicas, sinusitis, otitis media aguda,bronquitis aguda bacteriana o exacerbación de bronquitis crónica.
  • Infección urinaria por gérmenes sensibles: Especialmente indicadas en la embarazada la que no puede recibir quinolonas y los aminoglucósidosya que son tóxicos para el feto.
  • Infecciones abdomino-pélvicas.
  • Enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea.
  • Infecciones de piel y partes blandas
  • Profilaxis quirúrgica

Clasificación y espectro de acción

Las cefalosporinas se clasifican clásicamente en “generaciones”, en base al espectro de actividad para gérmenes grampositivos y gramnegativos. A medida que evolucionan en generaciones ganan actividad frente a microorganismos gramnegativos, reduciéndola frente a grampositivos, y también mejoran su comportamiento en relación al principal factor de resistencia (las betalactamasas), a los Betalactámicos.

  • Las cefalosporinas de 1ª generación: Fueron aprobadas para su uso clínico desde 1973. Son las más activas frente a la mayoría de los cocos grampositivos aerobios.
  • Las cefalosporinas de 2ª generación: Son utilizadas desde 1979. Tienen menor actividad frente a Staphylococcus spp, pero son más activas frente a algunos gramnegativos. Su actividad frente a la mayoría de anaerobios es escasa.
  • Las cefalosporinas de 3ª generación: Se utilizan en la práctica médica desde 1980, siendo altamente activas contra gérmenes gramnegativos.
  • Las cefalosporinas de 4ª generación: Son las de más reciente aparición (1992). Tienen un espectro extendido frente a gramnegativos, grampositivos, siendo su actividad baja frente a anaerobios. Tienen una actividad mayor que las de 3ª generación frente a gérmenes grampositivos.

Cefalosporinas de segunda generación

Se incluyen los siguientes compuestos:

Cefalosporinas de tercera y cuarta generación

Estas cefalosporinas en su estructura bioquímica se diferencian poco, pues poseen el mismo núcleo cefalosporánico que las de primera y segunda generación.

Las cefalosporinas de tercera generación constituyen una verdadera revolución dentro del arsenal terapéutico de estos últimos años. Sus propiedades farmacocinéticas y su espectro antimicrobiano así lo confirman. Su vida media prolongada de hasta 36 h con concentraciones óptimas en sangre, la posibilidad de administración por vía parenteral (EV o IM), así como su amplio poder bactericida (más activo frente a cocos grampositivos, mayor acción frente a bacterias gramnegativas y acción contra gérmenes anaerobios) son características que ofrecen al médico una nueva alternativa terapéutica.26-30

A continuación se mencionan sus propiedades más significativas:

  • Son muy activas y útiles en lass infecciones nosocomiales, sobretodo contra los gérmenes del tipo de la Klebsiella pneumoniae.
  • Se utilizan ampliamente en los posoperatorios, fundamentalmente en los pacientes complicados con peritonitis (con reintervenciones programadas o abdomen abierto).
  • Se utiliza con frecuencia y aún con buenos resultados en la cirugía cardiovascular.
  • Es de amplia utilización en inflamaciones pélvicas o en pacientes ginecoobstétricas con dramas intraabdominales.
  • Es un medicamento de elección en las infestaciones nosocomiales que ocurren por la vía de la cateterización venocentral.
  • Se puede utilizar con muy buenos resultados en las septicemias.
  • Se utiliza sola pero se puede asociar con otros antibióticos, sobre todo a los aminoglucósidos.

Efectos secundarios

El principal efecto secundario de las cefalosporinas es la hipersensibilidad y alrededor del 10 % de los pacientes sensibles a la penicilina también manifiesta alergia a las cefalosporinas. La cefradina ha sido reemplazada, en general, por las cefalosporinas más modernas. La cefuroxima es una cefalosporina de «segunda generación», menos sensible que las cefalosporinas primeras a la inactivación por las ß-lactamasas. Así pues, posee actividad frente a ciertas bacterias con resistencia a los demás medicamentos y tiene una mayor actividad frente a Haemophilus influenzae y Neisseria gonorrhoeae. La cefotaxima, la ceftazidima y la ceftriaxona son cefalosporinas de «tercera generación» con más actividad que las de «segunda generación» frente a determinadas bacterias gramnegativas. Sin embargo, muestran menos efecto que la cefuroxima contra las bacterias grampositivas, en concreto Staphylococcus aureus. Su espectro antibacteriano amplio puede fomentar las sobreinfecciones por bacterias u hongos resistentes. La ceftazidima ofrece una actividad satisfactoria frente a las Pseudomonas. Además tiene actividad frente a otras bacterias gramnegativas. La ceftriaxona tiene una semivida más larga y sólo necesita administrarse una vez al día. Sus indicaciones comprenden las infecciones graves, del tipo de la septicemia, neumonía o meningitis. La sal cálcica de la ceftriaxona forma un precipitado en la vesícula biliar que rara vez produce síntomas, aunque éstos habitualmente remiten una vez que se suspende el antibiótico. La cefpiroma está autorizada para las infecciones urinarias, respiratorias bajas y cutáneas, la bacteriemia y las infecciones asociadas con neutropenia.

Mecanismo de acción

Igual que otros antibióticos betalactámicos, las cefalosporinas ejercen su principal efecto antimicrobiano bactericida interfiriendo la síntesis del peptidoglicano, que es el componente estructural principal de la pared bacteriana. El efecto de un determinado betalactámico depende de la inactivación de determinadas proteinas fijadoras de penicilina y la importancia de estas en la sintesis de la pared celular. Además el efecto bactericida de las cefalosporinas y otros betalactamicos podría deberse a la activación de ciertas enzimas autolíticas.

Cefalosporinas con actividad por vía oral

Las cefalosporinas de «primera generación» con actividad por vía oral, cefalexina, cefradina y cefadroxilo, y las cefalosporinas de «segunda generación», cefaclor y cefprozilo, muestran un espectro antimicrobiano parecido. Se utilizan en las infecciones urinarias, que no responden a otros medicamentos o que ocurren durante el embarazo, así como en infecciones respiratorias, otitis media, sinusitis e infecciones de la piel y tejidos blandos. El cefaclor tiene una buena actividad frente a H. influenzae, pero se asocia con reacciones cutáneas prolongadas, sobre todo en la infancia. El cefadroxilo es de acción prolongada y se puede administrar dos veces al día; posee muy poca actividad frente a H. influenzae. La cefuroxima axetilo, éster de la cefalosporina de «segunda generación» cefuroxima, posee el mismo efecto antibacteriano que el compuesto precursor y se absorbe poco.

La cefixima tiene una duración mayor que otras cefalosporinas con actividad por vía oral. Sólo está autorizada para las infecciones agudas.

La cefpodoxima proxetilo posee más actividad que las demás cefalosporinas por vía oral frente a los patógenos bacterianos respiratorios y está autorizada en las infecciones respiratorias altas y bajas.

Uso en Infecciones orales

Las cefalosporinas ofrecen mínimas ventajas sobre las penicilinas en las infecciones dentales y su actividad contra los gérmenes anaerobios suele ser menor. Las infecciones causadas por estreptococos orales (a menudo denominados estreptococos viridans), que se vuelven resistentes a la penicilina, normalmente también son resistentes a las cefalosporinas. Esto es importante si un paciente ha sufrido fiebre reumática y ha recibido tratamiento prolongado con penicilina. La cefalexina y la cefradina se han empleado para tratar las infecciones orales.

Fuentes

Referencias bibliográficas

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  • Ohya S, Yamasaki M, Sugamara S. Effect of 7 alfa sustitution of cephems on their betalactamase estability and affinity for penicillin-binding proteins in Morgarella Morganii. Antimicrob Agent Chemother 1983;23:522-5.
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  • Goodman L, Gilman A. Las bases farmacológicas de la terapéutica. Edición Panamericana, 9 ed. 1996;vol 2:1158-66. Barcelona.

Ver tambien