Central Quintín Bandera

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Central Quintín Banderas
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Obra Arquitectónica  |  (Central)
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Descripción
Tipo:Central
Localización:Villa Clara, Bandera de Cuba Cuba

Central Quintín Banderas (antiguo Ingenio Ramona), fue creado con el fin de la molida de la caña de azúcar. Ubicado en el batey Quintín Banderas del municipio Coralillo perteneciente a la provincia Villa Clara. Actualmente se dedica a la refinería de azúcar.

Historia

El actual CAI Quintín Banderas fue fundado en el año 1837 con el nombre Ramona, situado en los terrenos del corral demolido de Belén. Comprendía 80 caballerías de tierra, lindando por el norte con los sitios de Sarduy. No por eso los obreros cesaron sus luchas por conquistar una vida mejor para el proletariado y en la noche que antecedió al ciclón de 1933 se reunieron los obreros en su local llamado “La Rosita” y en la asamblea general prepararon el plan de demandas que presentarían el día siguiente al entonces administrador Mario Vega, propósito este frustrado por el ciclón que destruyó el local del sindicato y el ingenio en casi su totalidad.

Ante la desgracia los obreros, siempre conscientes de su deber, pospusieron su plan de demandas y se dieron a la tarea más importante que era reconstruir el ingenio para más tarde continuar liderados por Jesús Menéndez, quien se destacó en su tarea de liberar a la clase obrera del yugo opresor.

Leopoldo González Farrés participó en septiembre de 1943, junto a Jesús Menéndez en el Cuarto Congreso del sindicato azucarero.

Siguieron algunos meses de calma luego de la caída de Gerardo Machado pero al iniciar el año 1934, convencidos de que el cambio había sido solo de gobierno y no de sistema y acosados por la explotación de que eran víctimas al tener que trabajar doce horas diarias por el mismo salario de $0.30 diarios, se reunieron nuevamente en asamblea general y liderados por el compañero Antonio Blanco prepararon su plan de demandas : enterada la guardia rural de dicha asamblea la disuelvió a tiro, resultando herido durante el atropello el compañero Tomas Fernández y detenidos los compañeros Eugenio Hernández Pellon, Francisco Fernández Ferran, Bernardo Gibert, Pablo Díaz Pénelas, German Hernández y Juan Blanco, estos 2 últimos compañeros eran de la provincia de Oriente y su función era la de organizar el movimiento obrero.

Los compañeros antes mencionados sufrieron prisión injusta de que fueron objeto durante 47 días, luego de los cuales y temeroso el gobierno de la fuerza que tomaba el movimiento obrero les celebraron un juicio arbitrario y se vieron precisados a ponerlos en libertad y concederles además algunas de las demandas, como aumento de salario, arreglo de algunas casas, por lo que se logró también un mejoramiento en lo que respecta a la higiene del Batey y Fernández, por el sur con los montes de los terrenos del señor Conde de Valle llano y parte del ingenio del señor Marques de Campo Florido, por el oeste con el citado señor y por el este con el potrero de Sánchez y el ingenio de Santa Clarita.

Su primer dueño fue Don José Manuel de Cadaval y a él le siguieron Francisco Almenteros Caloe, Higinia Branly Calvez y Don Francisco Font Linares.

Balancines Verticales

En su fundación el ingenio contaba con la casa de ingenio, la casa de vivienda, el barracón de la negrada y un espacioso batey, fue uno de los ingenios mas modernos de toda la zona por aquel entonces, pues aunque muchos ingenios eran movidos por la fuerza esclava y en otros casos por los bueyes, el ingenio era movido por una maquina de vapor llamada balancines verticales.

Se ubico en esta zona por ser la misma de terrenos muy propicios para el cultivo de la caña de azúcar y además por encontrarse cerca de la costa donde existía un lugar llamado Carahatas, unos embarcaderos que facilitaban grandemente la exportación de azúcar, razón muy importante dado los escasos medios de transporte de que disponía en la época, siendo el mas usual el de las carretas con bueyes.

Las condiciones de vida no eran otras que las ya conocidas y para siempre erradicadas de la patria, aunque los esclavos no tenían que mover los trapiches con su fuerza física, no fueron relevados de tan dura tarea por humanidad, sino porque la maquina aumentaba la capacidad de molida del ingenio y con ello los ingresos de los amos, siendo utilizados en el cultivo de la caña. Así como las tareas más duras que mandaran sus dueños.

Sus viviendas llamadas barracones, carecían de toda clase de comodidades y en ello se desconocía la higiene, siendo en fin, las condiciones de vida de los infelices esclavos verdaderamente infrahumana, sus vidas eran del mas humilde genero, no conocían el calzado y su alimentación era la mas pobre, para si dejar mayor margen de utilidad a sus amos.

Las condiciones de vida de los asalariados criollos, aunque gozaban de alguna libertad, no aventajaban mucho a la de los esclavos, ya que los sueldos que devengaban eran tan pobres que apenas les permitía para alimentarse ellos y sus familiares.

Durante la guerra de independencia este ingenio fue asaltado y quemado por las fuerzas mambisas comandadas por el Brigadier José Luis Robau y el coronel Nicolás Alberdi, ocurriendo este hecho en el año 1869.

En ese año pasa a ser propiedad de Don Lorenzo Arechavaleta y Arteta quien lo compra a remate en el juzgado de guerra y lo llamaría en adelante “Ramona”, el administrador por esa época fue Don Anastasio Azuiz, dato significativo lo es que aunque fuera quemado a principio del año 1869 no deja de moler y cumplir sus funciones en la producción de ese año, habiendo sido reconstruido y quemado, esta vez de manera casual en el año 1910, reconstruido esta vez con armazón de hierro, no dejo de producir a pesar de ese hecho.

Construcción de la vía férrea

En los años 1881, siendo propiedad del señor Don Lorenzo Arechavaleta se comienza la construcción de la vía férrea de 36 pulgadas que fue progresando paulatinamente según las exigencias de un ingenio cada vez mas moderno y con mayores demandas de transporte ya que en el año 1890 la vía férrea llegaba desde Ramona hasta Jiquiabo, con enlace para Palo Prieto y otro ramal hasta Berbería. Es precisamente este año 1890 que se introduce la Locomotora de Vapor, contando con Locomotora Nro 3 llamada Mandarina y la Locomotora Nro 1, de 36 pulgadas trabajando con carbón de piedra.

En 1910 siendo propiedad de los hermanos Lorenzo Arechavaleta y Angel Arechavaleta, se le incorporaron, maquinas y equipos del Santa Lugarda, Lugardita, El Caridad y finalmente El San Pedroel cual tenia una capacidad de molida bastante alta .

El Central San Pedro que es el nombre con que lo conocen actualmente los descendientes y antiguos trabajadores del mismo, fue una fabrica de azúcar de avanzada tecnología para sus tiempos, pues en ella habían las mas modernas técnicas de aquellos momentos logrando con esta producción uno de los azucares de mayor calidad de aquel mercado.

Debido a lo intrincado de su ubicación, este ingenio se encontraba con el inconveniente de estar muy lejos de las redes eléctricas existentes en aquellos tiempos a lo que se le dio solución implantando una mini-hidroeléctrica, esta estaba constituida por un sistema de túneles y canales de agua procedentes del río cercano al central, el agua así concluida movía una especie de turbina que a su vez movía un generador que era el que producida la corriente eléctrica que necesitaba el ingenio para su proceso de producción, actualmente esta obra de ingerencia y mecaniza continua funcionando, ahora esta dedicada al bombeo de agua para el consumo de la población del Batey.

El Dowque que es el nombre con que lo conocen los vecinos fue recuperado en casi su totalidad con los mismos materiales originales y el mismo principio de funcionamiento.

Los tanques del Dowque depositan el agua que bombea, y están ubicados encima de un fortín español reforzados especialmente para este fin.

Antes la inminencia del embargo del central y con la posibilidad de salvar las locomotoras del mismo, Los Leones las trasladaron a un almacén que no iba hacer embargado. Hasta el momento no existe una razón convincente de cual fue el motivo de que estos almacenes no iban hacer embargados, lo cierto es que las locomotoras fueron salvadas de este modo.

Debido a deudas contraídas y a la imposibilidad de poder realizar el pago, los amos de dicho ingenio se vieron obligados al desactivar el central y cederlo mediante el pago u otras transacciones a los Arrechavaletas, los cuales lo desmantelaron y vendieron sus componentes a “Ramona”.

El ingenio “Ramona”, fue comprado en 1911 por Domingo León, mas tarde en la época llamada “La Moratoria”, crisis aguda de la economía, pasa por varias compañías imperialistas entre ellas se cuenta la Compañía Nueva Escocia, Canadiense, representada por Mr. Davis. Así como la compañía Sagua la Grande-Placetas que se mantiene hasta el año 1925. En 1928 es adquirida por Marcelino García integrante de la compañía García-Beltrán, siendo propiedad de este ultimo se procedió al montaje de la refinería Ramona la que el 1933 se encontraba en la producción, construyéndose igualmente una represa en el Riachuelo llamado “El Charcón” que riega los campos y cuyas aguas fueron utilizados en la refinería.

Liga Juvenil Comunista

En 1931 se creo la Liga Juvenil Comunista, los miembros de esta liga fueron organizando el Sindicato Rojo, una vez creado el mismo en 1932 se reunieron las cedulas con el fin de iniciar las bases del Partido Comunista, organizadas las cedulas en 1933, sus miembros comenzaron a iniciar actividades revolucionarias en contra de la Administración y el Gobierno existente, se reunían para leer libros comunistas. Además hacían propagandas antiimperialistas y en contra del Gobierno de Gerardo Machado. A través del Sindicato Azucarero, los militantes comunistas en estrecha alianza con la clase trabajadora realizaron demandas sociales y económicas con el propósito de aliviar la situación existente.

En 1939 se realizaron diversas actividades con el fin de ayudar a los exiliados españoles como la venta de bonos, además fundaron una casa de cultura con el objetivo de recaudar fondos en la misma, se editaban periódicos con el nombre de “Hora de España”.

En 1942 se anexa una fabrica de caramelos exportándose también sirope, lo que venia a aumentar lo ya considerables ingresos de los dueños. Dura poco esta fabrica, solo se mantiene dos años, al cabo de los cuales deja de funcionar, cerrándose así una fuente de trabajo donde lograron su sustento muchos compañeros.

Llegamos al año 1944 y pasa el ingenio a ser propiedad de la compañía azucarera Central Ramona S.A representado por Alfredo Blanco Rocel.

Fue esta la peor época vivida por los obreros después de instaurado la Seudo república que se recuerda en la Biografía de la Fabrica, el país entero se debatía en intensa lucha política y los obreros concientes de la etapa que les tocaba vivir formaron filas y se aprestaron a continuar su lucha, con mas brío que nunca, fueron muchos los que se desgastaron.

En esta etapa hubo infinidad de desalojos, los obreros se trataban por medios de distintos métodos (todos arbitrarios) desposeídos de sus puestos de trabajo y así mismo se veían obligados a ceder sus casas y terrenos que pasaban a manos de los blancos como eran generalmente conocidos, aunque mediante el leguleyismo existente aparecieron bajo el nombre de otras personas y entidades. Uno de los métodos utilizados para obligar a los obreros a ceder sus casas como el sembrado de caña, era mediante los incendios y estos con el temor de que sus hijos no aparecieran quemados enseguida cedían, procediendo inmediatamente “Los Blancos” a demoler la casa y en el lugar que estaba esta lo cedían a sembrar caña.

Por otra parte a los obreros se les pagaba mediante ticket de anticipo que el obrero se veía precisado a tomar, pues de lo contrario sus hijos y familiares se morirían de hambre, dichos ticket solo era valido para comprar en la tienda del central llamada “La Comercial”, que muchas veces era del mismo dueño y en otras entidades particulares pero íntimamente ligada a los dueños, por los inconfesables negocios de robo y explotación que mantenían en la misma, este método infame de explotar a la clase humilde de los trabajadores en honor a la verdad no fue instaurado en esta etapa que estamos reseñando sino que fue heredada por así decirlo de etapas anteriores y que se mantuvo hasta 1959. Hasta esta fecha se mantuvo administrando el Central Alfredo Blanco Rocel.

Primeros años de más producción

A partir de este momento se introdujeron cambios en la Industria como en la vida de sus trabajadores pudiendo referirnos como a continuación detallamos.

  •  En 1970 resulto ser el año de la mejor zafra realizada, incrementando el volumen de molida.
  •  En 1977 resulto la mejor refinería nacionalmente, ha ocupado en varias ocasiones esta condición.
  •  En 1979 pasaron por sus molinos 45 430 685 arrobas de caña.
  •  Entre sus trabajadores se encuentra un grupo de combatientes y técnicos internacionalistas que han cooperado con otros países.
  • Con una inversión de 25 millones de pesos, se hizo la reconstrucción total del ingenio, dos edificios multifamiliares y otras viviendas para mas de 50 familias, un cine y un comedor obrero, un parque infantil, un centro comercial y otras unidades de la educación y la salud publica. Contamos con la construcción de una Casa del Trabajador Azucarero para el disfrute de los trabajadores y sus familias.

Locomotora más Antigua

Locomotora No. 2 La Carlota

Toda la fábrica por sus atributos constructivos y su antigüedad conforma un patrimonio tangible que es preciso salvaguardar. De los equipos que lo integran sin lugar a dudas el más conocido es la locomotora no. 2 La Carlota que se exhibe en la Carretera Circuito Norte, como monumento imperecedero de tantas batallas productivas, esta locomotora llegó a Cuba en 1920, trabajaba con Fuel Oil y prestó servicios en patio en diversas actividades fundamentalmente en el movimiento de casillas de azúcar, tenía doble enganche ya que prestaba servicio lo mismo en vía ancha que en vía estrecha, trabajó hasta 1979 y sirvió de escuela a todos los trabajadores ferroviarios de aquellos tiempos y a muchas que actualmente laboran en la industria para los que La Carlota fue y sigue siendo insignia y sirve de regocijo poder contemplarla y recordar cuantos años y experiencias les regaló.

Cuando dejó de funcionar junto a otras locomotoras como la 4,5 y 6 fue destinada a chatarra lo que fue impedido por dos trabajadores del ingenio, un maquinista que trabajó con ella muchos años, Simeón Cairo y su esposa Eusebia Arrechavaleta que se negaron a que fuera destruida y a petición de ellos se logró conservar esta joya que ya forma parte de la historia del central y que constituye una muestra más del sentido de pertenencia de los obreros azucareros de vital importancia para salvaguardar el legado de su identidad.

Liga azucarera

De igual manera se tenían relaciones fraternas con otros ingenios vecinos donde se celebraban encuentros de béisbol, como el convocado para el domingo 18 de marzo de 1953 en el Ramona Park (estadio de pelota) entre los equipos “Los Tigres de Sierra Morena” y “Central Ramona”. Todavía en la actualidad se siguen realzando estos eventos entre todos los centrales de la provincia y posteriormente los equipos clasificados juegan a nivel nacional.

Leyenda Popular

Desde épocas remotas muchos pueblos del mundo han creado interesantes leyendas y cuentos de gran riqueza y variedad, donde se reflejan las costumbres, religiones, etc., mezclando la fantasía con la realidad. Muchas de estas leyendas forman parte de la historia de estos lugares contribuyendo a formar la identidad de los mismos.

Este territorio no está exento de esta realidad, muestra de ello es la leyenda del majá mocho o KIN-KAL-KUA que ha perdurado por generaciones en los pobladores de esta zona y específicamente entre los obreros del central.

Cuenta la Leyenda que alguien vio a un enorme majá que se arrastraba por los caños del ingenio y que éste era símbolo de desgracias que ocurrirían, tales como accidentes fatales, malas producciones, entre otras.


Cuenta la leyenda que allá hace años y años en los tiempos en que estas tierras eran hacienda de cañas unidas al realengo" Las Cañas" , se alzaba la torre del ingenio San Francisco de Papua, siendo su dueño don José Cadabal. Dicen que el sol secaba las brillantes gotas de rocío en la mañana, luego quemaba las cañas en las tardes, y preciosas aves de lindos colores alegraban los montes en los días en que aquellos hombres trabajaban la tierra y esperaban la noche y su rara fuerza para amparados por la oscuridad adorar a sus dioses.

Cuentan también que allá en la entrada del monte corría sigiloso el arroyuelo donde los negros esclavos iban a bañarse a la sombra de una gran Ceiba, parte de ella mojaba sus raíces en el agua y la otra penetraba la tierra con todo su majestuoso encanto.

Los esclavos creían que no debían bañarse al mediodía pues si lo hacían sucederían cosas terribles, el sol no continuaba alumbrando, se paraba en el cielo, se hacía de rogar, entonces la Ceiba se reía y sus raíces flotaban provocando grandes remolinos y de pronto detrás del tronco salía un enorme majá que asomaba su cabeza, silbaba y echaba veneno por la boca a los que lo miraban, entonces los esclavos despavoridos gritaban Kinkalkua, Kinkalkua, Kinkalkua.

Un día un esclavo se echó al agua desafiando a los Orichas que vivían en el árbol y como castigo a su desobediencia fue transformado en majá.

Y cuentan, que cuentan, que noche a noche el esclavo majá se arrastraba, por los túneles, sin luz ni ventanas, en las tinieblas del ingenio presagiando la muerte y la tristeza.

Esta leyenda dio lugar a la creación de un boletín informativo con el nombre de El Majá Mocho, que vio la luz el 7 de febrero de 1990 y aunque tuvo una vida efímera pues solo se editaron 5 ejemplares, tuvo significativa importancia por lo que reflejaba, contaba con la participación de varios compañeros y reflejaba la vida de toda la producción azucarera así como noticias importantes, curiosidades, entre otras.

Fuentes