Okami

Okami
Información sobre la plantilla
Okami-ps2.jpg
Desarrollador(es):Clover Studio (PS2), Ready at Dawn (Wii)
Diseñador(es):Masami Ueda
Distribuidor(es):Capcom
Posterior:Okamiden
Plataforma(s):Playstation2, Wii
Lanzamiento:20 de abril de 2006
Género(s):Aventuras
Modos de juego:1 Jugador

Okami. Es un videojuego distribuido por Capcom, para PlayStation 2 y Nintendo Wii. El cual tiene como protagonista a un lobo blanco. Es un juego de Rol y aventuras, donde se mezclan la magia y las leyendas japonesas. Okami plantea un universo muy especial en el que un lobo blanco tendrá que salvarlo de la amenaza de un terrible demonio.

Historia

Todo empieza en Kamiki, una pequeña aldea acosada por Orochi, un demonio al que intentan apaciguar con un sacrificio anual que no haga despertar a ese ser monstruoso de ocho cabezas. Pero cuando la hora de entregar su vida le llega a Nami, el amor del joven e impetuoso guerrero Nagi, éste no puede evitar hacer lo único posible para salvarle la vida: luchar contra el demonio. Por suerte, recibe la ayuda de un lobo blanco, con el que consigue finalmente dar muerte a las cabezas de la bestia. El lobo, sin embargo, quedó herido de muerte.

Esa es la leyenda que, según se cuenta, tuvo lugar hace cien años. Pero ahora, la espada de Nagi que mantenía encerrado al demonio ha sido retirada, liberándolo de nuevo. Por eso, la diosa Amaterasu toma en esta ocasión la forma del lobo blanco de la leyenda, acompañada de Issun, un pequeño charlatán.

Descripción del Juego

Los personajes tienen personalidades muy bien definidas, aportando los elementos de humor necesarios, como Issun y sus continuas reivindicaciones como artista e inspirador incluso de alguna suerte de Pulgarcito, pero no por ello resultan planos, ya que el guión ha sido elaborado con cuidado y se deja disfrutar tanto como la experiencia estética que han propuesto los creadores del juego, Clover Studio.

Okami se irá mostrando ante el jugador como una aventura en la que, aunque el objetivo de enfrentarse a Orochi se mantendrá siempre en el horizonte, según se mueve por el amplio mundo del juego iremos descubriendo nuevos retos y gente a la que ayudar para salvarla de las maldiciones que están cayendo sobre ellos.

Además de las habilidades físicas propias de un lobo, Amaterasu cuenta con un pincel mágico que lleva a su espalda. Se trata del pincel celestial que el dios Shiranui usó cuando tomó la forma del lobo blanco original, y que ahora ha sido dividido en trece partes que han sido entregadas a otros tantos custodios. Puesto que es un instrumento esencial para poder derrotar a Orochi, Amaterasu deberá recuperar las trece partes del pincel celestial para ir volviendo a la normalidad todo el mundo, poder derrotar al demonio.

Okami, el lobo blanco

Este pincel celestial es un objeto básico en el juego, que se usa con asiduidad, pues cada vez irá teniendo más y más poder. Así, la jugabilidad se ha construido en torno a este elemento, y según vaya progresando la historia se puede aprender hasta una docena de técnicas de pintado con el pincel. Estas técnicas la irá aprendido de los mismos dioses que guardan el poder de dicho objeto celestial, y buena parte de su objetivo es restaurar la vida y el color al mundo.

Uso del Mando

El Pincel

Para usar el pincel, bastará con mantener pulsado el botón R1 del mando de PlayStation 2, para que la pantalla cambie a una suerte de modo lienzo sobre el que aparecerá el pincel con el que dibujar formas y líneas en el televisor. Moviendo los sticks analógicos podremos interactuar con los escenarios, como, por ejemplo, para crear un puente o pasar del día a la noche dibujando un sol –un círculo- en el cielo. Si es necesario se puede crear también pequeñas plataformas para salvar obstáculos y, en definitiva, ir adquiriendo cada vez más funciones para un ítem tan especial como éste. Además, poco a poco iremos aprendiendo también a combinar dichos poderes entre sí, para aumentar nuestras técnicas de exploración y, también, de combate para seguir progresando en el juego.

De todos modos, para compensar el gran poder que puede llegar a conseguir el pincel, si se usa en exceso, de manera muy rápida y continuada, este tendrá que recargarse, se activa manteniendo pulsado el botón R1. Al hacer eso, con el stick analógico izquierdo se podrá pintar sobre la pantalla mientras se mueve y se pulsa el botón adecuado para dibujar una línea de diferente grosor aprovechando la sensibilidad analógica que el mando de la consola incorpora en todos y cada uno de sus botones. Es sencillo, sin duda, pero manejarlo con pericia y soltura requerirá práctica. Por suerte, la curva de dificultad está muy bien diseñada y no se nos empezará a exigir una habilidad muy depurada hasta que ya hayamos avanzado un poco en el juego y ya estemos bien familiarizados con todo este sistema.

Artes Marciales

De todos modos, el progreso del personaje no se limita a este aspecto, ya que también podrá ir aprendiendo nuevos movimientos que usar en los combates a través de las lecciones de un extraño maestro de artes marciales. Utilizando los botones (Cuadrado y Círculo). Paralelamente al incremento de habilidades –movimientos, técnicas de pincel- se da un incremento de otras características, como el nivel de tinta. (Botón Triángulo)

Jefes y enemigos

Hay que tener en cuenta, además, que tanto las técnicas de pincel como los movimientos de combate que vayamos aprendiendo se usarán tanto en combates como para resolver puzles, muy en la línea de los cánones del género, integrando ambos elementos de progresión en la solución de los dos principales obstáculos que nos iremos encontrando según vayamos jugando: enemigos cada vez más poderosos y puzles cada vez más complejos. Pese a eso, hay que tener en cuenta que Okami no llega nunca a ser difícil de verdad. Ni los enemigos son especialmente insalvables ni los rompecabezas están diseñados para hacernos caer en un sumidero de desesperación.

Opiniones y Críticas

Este juego de Capcom es, quizás, uno de los de más belleza plástica disponibles en la actualidad, y no hablamos sólo del catálogo de PlayStation 2. Su estilo gráfico, el cel-shading, que lo acerca a una producción de animación, y la dirección artística hacen de Okami un juego que supera todas las limitaciones técnicas que la veterana consola de Sony puede tener en relación a sus competidoras (viejas y nuevas) para sorprendernos con su sobresaliente diseño por encima de lo impresionante o no que puedan ser los filtros, texturas y modelos poligonales empleados que, desde luego, son de gran calidad también a nivel técnico. Además, se ha incluido la opción de jugarlo a 60 Hz, por lo que, aunque el título no esté en nuestro idioma, sí podemos disfrutarlo sin los problemas técnicos que todavía hoy tienen algunos juegos en su conversión al sistema de televisión europeo.

Los escenarios y personajes (algunos de estos particularmente sorprendentes, jugando con ventaja los demonios monstruosos) han sido diseñados también con gran acierto, conformando una personalidad única en un juego que no viene precisamente de las manos de un grupo de gente que haya descuidado este aspecto en su trayectoria. Zonas como Shinshu o Agata son, indiscutiblemente, bellas, y no es esto algo que pueda decirse en muchos videojuegos.

La música y efectos especiales siguen esa línea, amoldándose perfectamente al peculiar estilo gráfico, conformando una presentación sobresaliente que parece combinar con acierto composiciones de origen tradicional japonés con otras melodías de corte más moderno. El juego no incluye voces, de manera que los personajes emiten ruiditos cuando hablan, resultando francamente simpáticos y en la línea de lo que tradicionalmente han hecho múltiples referentes del género. Como siempre, habrá quien prefiera voces reales que acompañen al texto, pero a nosotros es algo que no sólo no nos molesta lo más mínimo, sino que en cierto modo ayuda a mantener la atmósfera que busca crearse en un juego tan peculiar a nivel de dirección artística como éste.

Véase también

Fuentes