Sofonisba Anguissola

Sofonisba Anguissola
Información  sobre la plantilla
Anguissola.jpg
Datos personales
Nacimiento1527
Cremona, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento1623
Palermo
NacionalidadItaliana
OcupaciónPintor
Datos artísticos
ÁreaPintura
PeríodoRenacimiento

Sofonisba Anguissola. Primera mujer pintora de éxito del Renacimiento y una de las artistas más longevas.

Síntesis biográfica

Nació Cremona, 1527 y murió en Palermo, 1623) Pintora italiana, la más famosa del Cinquecento en Italia y España. En su período de formación en el taller de Bernardino Campi, entre 1546 y 1549.

Infancia

Amilcare animó a sus hijas (Sofonisba, Elena, Lucía, Europa, Minerva y Ana María) a cultivarse y perfeccionar sus talentos. Cuatro de sus hermanas también fueron pintoras, pero Sofonisba fue de lejos la que mejor lo consiguió y más renombrada. Elena se hizo monja (Sofonisba pintó un retrato de ella) y tuvo que dejar de pintar, así como Ana María y Europa lo dejaron al contraer matrimonio, mientras que Lucía, la mejor pintora de las hermanas, murió joven.

La otra hermana, Minerva, se hizo escritora y latinista. Asdrúbal, hermano varón, estudió música y Latín, pero no pintaba. Su aristocrático padre se aseguró de que tanto Sofonisba como sus hermanas recibieran una buena educación en la que estaban incluidas las bellas artes.

A la edad de 14 años su padre la envió, junto con su hermana Elena, a estudiar con Bernardino Campi, pintor también nacido en Cremona, un respetado autor de retratos y escenas religiosas de la escuela de Lombardía. Cuando Campi se mudó a otra ciudad, Sofonisba continuó sus estudios con el pintor Bernardino Gatti (conocido como «El Sojaro»). El aprendizaje de Sofonisba con artistas locales sentó un precedente para que las mujeres fueran aceptadas como estudiantes de arte.

Estudios

De origen noble, Sofonisba Anguissola estudió junto con dos de sus cinco hermanas (las también pintoras Elena y Lucía) bellas artes, música y humanidades en Cremona con Bernardino Campi y posteriormente con Bernardino Gatti. Destacó como pintora de retratos individuales y de grupo, como el de La partida de ajedrez (1555), en el que retrató a sus hermanas.

Tratadistas contemporáneos como Vasari o Anibale Caro dedicaron alabanzas a su obra; también Miguel Ángel Buonarrotti conoció sus dibujos y le mandó algunos bocetos suyos para contribuir a su formación.

No se sabe con certeza, pero probablemente continuó sus estudios junto a Gatti por tres años. Su trabajo más importante de aquella época es su obra Bernardino Campi pintando a Sofonisba Anguissola, fechado en 1550 y que se encuentra en la Pinacoteca Nacional de Siena.

Viaje a Roma

En 1554, a la edad de 22 años, Sofonisba viaja a Roma, donde conoce a Miguel Ángel por mediación de otros pintores que conocían bien su obra. Este encuentro con el artista fue un gran honor para la pintora y se benefició de ser "informalmente" instruida por el gran maestro. Cuando él le pidió que pintara un niño llorando, Sofonisba dibujó un Niño mordido por un cangrejo, y cuando Miguel Ángel lo vio, reconoció de inmediato el talento de ella.

A partir de ese momento, el genio le daba bosquejos de su cuaderno de notas para que ella los pintara con su estilo personal y le ofreció consejo sobre los resultados. Durante al menos dos años, Sofonisba continuó este estudio "informal", recibiendo una sólida orientación del mismo Miguel Ángel.

El gran historiador del arte Giorgio Vasari escribió sobre ella: Anguissola ha mostrado su mayor aplicación y mejor gracia que cualquier otra mujer de nuestro tiempo en sus empeños por dibujar; por eso ha triunfado no sólo dibujando, coloreando y pintando de la naturaleza, y copiando excelentemente de otros, sino por ella misma que ha creado excelentes y muy bellas pinturas.

No obstante, no lo tuvo fácil, pues a pesar de que contó con coraje y apoyo, más que el resto de las mujeres de su época, su clase social no le permitía ir más allá de los límites impuestos para su sexo. No tuvo la posibilidad de estudiar anatomía o dibujar del natural, pues era considerado inaceptable para una señora que viera cuerpos desnudos. Esta situación se repetiría un siglo después con Elisabetta Sirani, quien tampoco pudo acceder a una formación artística completa por ser mujer.

En su lugar, Sofonisba buscó las posibilidades para un nuevo estilo de retratos, con personajes con poses informales. Los miembros de su propia familia y su propio rostro eran los protagonistas más frecuentes de sus obras, como se puede ver en Autorretrato (1554; en el Kunsthistorisches Museum de Viena), El juego de ajedrez (1555; Museo Narodowe, Poznan), en el que pinta a sus hermanas Lucía, Minerva y Europa, y el Retrato de Amílcar, Minerva y Asdrúbal Anguissola (1557-1558; Nivaagaards Malerisambling, Niva, Dinamarca).

Trayectoria laboral

Retrato de Felipe II, tradicionalmente atribuído a Sánchez Coello y que ahora se asigna a Sofonisba.

En 1559, a instancias de Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba, que conocía su fama en Italia, fue llamada por Felipe II a su Corte como dama de honor de Isabel de Valois. Se le concedió una pensión de cien ducados anuales, a la que se añadían 800 liras imperiales de renta para su padre, Amílcar Anguissola. Sofonisba llegó a España a finales de ese año, poco antes de la celebración de las bodas de Felipe II e Isabel de Valois, de cuyo cortejo formaba parte. Una vez instalada en la Corte, comenzó a dar clases de pintura a la reina y a algunas infantas y miembros de la alta nobleza. Su habilidad como maestra cobró una fama similar a la de su producción pictórica.

La ausencia de la firma de la autora en sus obras ha dificultado la identificación de sus cuadros, atribuidos a otros pintores de la Corte de Felipe II hasta fechas recientes, en que se inició el estudio de su etapa española. En 1561, por encargo del papa Pío IV, Sofonisba Anguissola realizó un retrato de Isabel de Valois que fue enviado a Roma y proporcionó a la pintora fama entre los personajes de la Corte y la realeza.

Pintó otro retrato de la reina que sirvió de modelo para el encargado a Alonso Sánchez Coello y, posteriormente, para el de Juan Pantoja de la Cruz y para la copia que realizó Rubens. Retrató también a la princesa Juana de Austria (Museo Steward Gardner, Boston, EE.UU.) y un pintó un Autorretrato que mandó a su familia. Sus cuadros destacan por el tratamiento de la luz, al estilo lombardo, y el colorido vivo de algunas pinceladas que hacen resaltar los rostros, las manos y los detalles sobre la oscuridad de los fondos.

Hacia 1562 pintó los retratos El príncipe Carlos (Buckingham Palace,Londres, Reino Unido), Juan de Austria (Pollock House, Glasgow, Reino Unido) y Alejandro Farnesio (National Gallery, Dublin, Irlanda), y un nuevo retrato de Isabel de Valois (Museo del Prado, Madrid), atribuido anteriormente a Sánchez Coello o a Pantoja de la Cruz. Se le ha atribuido recientemente un retrato de Felipe II (Museo del Prado, Madrid), realizado en 1565. Forma pareja con otro que pintó de Ana de Austria en 1575 (Museo del Prado, Madrid) y que presenta el mismo carácter grave y austero.

De 1567 es el Retrato del príncipe Carlos adolescente (Colección Bauzá, Madrid), que fue el modelo para las seis copias que le fueron encargadas a Sánchez Coello tras el fallecimiento del príncipe.

Tras el fallecimiento de Isabel de Valois, Sofonisba Anguissola permaneció en España al cargo de la educación de las infantas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela, mientras se iniciaban las gestiones para asegurar su futuro mediante la concesión de rentas propias y un matrimonio con un miembro de la nobleza.

Se casó en Palermo con Fabrizio de Moncada, hermano del virrey de Sicilia, adonde se trasladó a vivir poco después. A la muerte de su marido, en 1579, volvió a su ciudad natal. En 1580 contrajo matrimonio con el noble genovés Orazio Armellino y se instaló en Génova.

De la infanta Catalina Micaela hizo dos retratos, uno en 1585, que se conserva en el Museo del Prado, en Madrid, y otro en 1590 o 1595, titulado La dama del armiño (Pollock House, Glasgow, Reino Unido), atribuido anteriormente a El Greco, que se aparta de los convencionalismos del retrato cortesano. Enviudó por segunda vez y volvió a trasladarse a Palermo, donde residió hasta su muerte.

Entre sus últimas obras se encuentra un Autorretrato (Gottfried Keller Stiftung, Berna, Suiza) pintado hacia 1610, en el que la pintora porta un papel con una dedicatoria al rey español.

Fuente