José Ponce Díaz
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José Ramón Ponce Díaz (Pepe Ponce). Revolucionario cubano. Perteneció al grupo de jóvenes que en Artemisa, siguen las orientaciones de Juan Almeida y se prepara con firmeza para la lucha. Desde muy joven era militante del Partido Ortodoxo
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en Artemisa el 9 de abril de 1926, en la calle Colón entre Zenea y Agramonte, frente al antiguo centro obrero. Comienza sus estudios en el colegio de Luis Sánchez en Gral Gómez esquina a Gral. Díaz, hasta el quinto grado y de ahí a la Escuela Primaria Superior que se encontraba donde está hoy situada la farmacia de la calle Gral. Gómez, frente al centro telefónico. Eran cinco hermanos, falleció primero la hembra y quedan tres. Su padre era barbero y su madre ama de casa.
Con catorce años entra de aprendiz en la Imprenta Robainas, que se encontraba situada al lado del Teatro Juárez, había entonces pocas posibilidades, ya que todos los puestos de trabajo en las restantes imprentas estaban ocupados y el tenia algunos conocimientos de tipografía y es cuando los hermanos Trujillo, montan un pequeño taller en República No. 4, donde consigue trabajar, pero eran solamente dos o tres días a la semana, por ello decide pedirle un préstamo, al esposo de una tía que vivía en los Palacios, con el cual adquiere una máquina de imprimir y unas cuantas cajas de letras, montando así su propia imprenta, pero como no podía competir con un taller grande, como era la imprenta La Rueda, (que todavía existe en la calle República y que absorbía casi todos los trabajos de empresas, centrales azucareros, ruta 35, etc.). Lo único que podía hacer, de vez en cuando, eran algunos trabajitos pequeños y propaganda revolucionarias, como el periódico de los muchachos del Instituto de Segunda Enseñanza de Artemisa.
Trayectoria revolucionaria
Era militante del Partido Ortodoxo, y en estos trajines firma un manifiesto, que tenia el pie de “Imprenta Hermanos Ponce”, por lo cual sufre persecuciones y al final fue detenido, siendo golpeado en el cuartel de la Guardia Rural de este municipio de Artemisa. Pepe fue fundador del Partido Ortodoxo y del Movimiento 26 de Julio en Artemisa.
Desde este municipio sale con el resto de los compañeros, hacia el Asalto al Cuartel Moncada. Fue herido en combate durante el asalto. Se le atendieron sus heridas en la clínica de la Colonia Española junto a su compañero Gustavo Arcos. Fue uno de los pocos heridos de los asaltantes que salvó la vida, gracias a la viril actitud del médico que lo atendía, quien impidió que los soldados se los llevaran para asesinarlos.
Presidio
El 12 de octubre, el Ministro de Gobernación, Ramón Heredia, dispuso que el grupo de revolucionarios condenados por los sucesos del Moncada, dentro del cual se encontraba José Ponce, fuera trasladado al Reclusorio Nacional de la Isla de Pinos. Según las disposiciones del Tribunal deberían permanecer en locales especiales, separados de los presos comunes[1]. En aviones DC - 3, del ejército, bajo fuerte custodia militar fueron trasladados desde la provincia de Oriente hasta la Isla de Pinos[2].
Fue ubicado, junto al resto de sus compañeros, en una de las salas del hospital del presidio, separados de los presos comunes por una pared de ladrillos que fue levantada para ese fin[2]. Poco después se le permitió recibir una visita al mes y alguna correspondencia, que siempre era severamente revisada y censurada.
Como el resto de sus compañeros se negó a aceptar la cena especial del 24 de diciembre de 1953 en protesta por los asesinatos cometidos por el ejército y la guardia rural durante los sucesos del Moncada[2].
El 12 de febrero de 1954, cuando el dictador Fulgencio Batista visitaba el Penal para inaugurar la planta eléctrica de la prisión, José Ponce, junto a sus 25 compañeros[3] entonó a toda voz la Marcha del 26 de Julio. Batista prestó atención a la letra y visiblemente disgustado sólo preguntó quiénes cantaban, luego abandonó rápidamente el reclusorio. Por esta acción serían castigados severamente, Fidel Castro, Ramiro Valdés, Ernesto Tizol, Israel Tápanes y Agustín Díaz Cartaya. A él, y al resto de sus compañeros les retiraron el aparato de radio que tenía el pabellón y les suspendieron la entrega de periódicos además de prohibirles comunicarse con el exterior.
José Ponce fue trasladado junto a Julito Díaz, Pepe Suárez y Fidel Labrador a La Habana con rumbo a Pinar del Río, desde el 6 hasta el 24 de septiembre de 1954, como acusado de la Causa 125 de 1953 de la Audiencia de Pinar del Río, instruida en Artemisa por la detección en Pijirigua de una de las fincas que se habían utilizado para el entrenamiento militar antes del asalto al Cuartel Moncada.
Desde 1954 y con mayor fuerza a partir de 1955 comenzó un amplio movimiento nacional, que abarcó a casi todas las tendencias políticas y clases del país, en pro de una amnistía general que incluyese a los moncadista. El 10 de marzo de 1955, en medio de los festejos oficiales por el tercer aniversario del golpe de estado, se presentaron en ambas cámaras del Congreso Cubano sendos proyectos de amnistía general. El 6 de mayo, luego de ser aprobada por ambas cámaras del Congreso Cubano, Fulgencio Batista firmó la Ley de amnistía que ponía en libertad a todos los presos políticos[4], incluidos los asaltantes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes que cumplían su condena en el presidio de la Isla de Pinos. Gracias a la amnistía el 15 de mayo de 1955 salió en libertad junto a sus compañeros de presidio político.
Exilio y expedición del Granma
Cuando son amnistiados los Moncadistas y llega Pepe, a su pueblo natal, después de 22 meses de encierro, le hacen la vida imposible, con persecuciones y arrestos. En cierta ocasión camino al cuartel, detenido por el tristemente celebre Cabo Frómeta, este trata de introducirlo en el baño del bar “La Aurora” con el fin de asesinarlo, pero no le fue posible ya que había mucho público y no era aconsejable en ese momento. La tiranía arrecia el cerco y son obligados todos los Moncadistas a abandonar su pueblo. Con la ayuda de varios dirigentes, son ubicados en la Ciudad de la Habana y sus contornos, hasta que parten hacia otros países.
Pepe Ponce, sale hacia Costa Rica con su amigo y compañero, hoy General de División Efigenio Almejras Delgado, que como el mismo dijera en la despedida del duelo: “su compañero y amigo en las malas y en las buenas”. De Costa Rica parten hacia México, para unirse a los 82 Expedicionarios del Yate Granma.
Desembarcan y después de una bárbara persecución, en el primer combate que sostienen, en Alegría del Pío, cae herido de bala, entre el pulmón y el corazón, sufriendo, además, graves quemaduras, en estas condiciones fue hecho prisionero y llevado a Niquero ante el celebre Capitán Caridad Fernández, salvando la vida gracias a la movilización del pueblo. Después fue llevado a juicio y nuevamente condenado a prisión.
Revolución en el poder
El primero de enero de 1959 sale del encierro y es nombrado Jefe de la Policía Nacional Revolucionaria de la entonces Provincia de Pinar del Río y de ahí a Jefe del Estado Mayor del Ejercito Oriental.
Cuando la invasión a Playa Girón, se encontraba en Villa Clara de Jefe de la Policía y pide al Comandante Juan Almeida, ir para Girón, pero Almeida le dice que el cómo Jefe de la Policía, tenia que cuidar el orden en la Provincia, por lo que se queda cumpliendo las ordenes.
Posteriormente Almeida, lo manda a buscar y le dice: bueno Ponce coge un batallón y limpia todo, de mercenarios, La orden del Comandante Almeida, fue cumplida. Después pasó a la vida civil por necesidad de la revolución y es nombrado presidente del INDAF. Mas tarde pasa, junto con Víctor Bordón a las construcciones del MININT.
Cursó estudios en la Escuela Superior de Guerra con notas sobresalientes y también se licencio en Ciencias Sociales. Pepe Ponce, cumplió misiones internacionalistas en Angola, Argelia y Siria. Se jubila y trabaja en la Comisión de Historia del Comité Central del Partido, donde sintiéndose ya enfermo, tiene que dejar todo por lo que él luchó.
Muerte
El 17 de febrero del 2001, fallece a causa de su enfermedad, siendo sepultado con todos los honores en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en el cementerio de Colon de Ciudad de la Habana, despidiendo el duelo, su gran compañero y amigo, General de División, Efigenio Almeiras Delgado.
Referencias
- ↑ Acta de condena del 6 de octubre de 1953. Folios del 2944 al 2951. Acta de continuación de Urgencia. En Mencia, Mario. La Prisión Fecunda. Editora Política. La Habana. Cuba. 1980
- ↑ 2,0 2,1 2,2 Mencia, Mario. La Prisión Fecunda. Editora Política. La Habana. Cuba. 1980
- ↑ En ese momento estaban fuera del Penal, Ciro Redondo, quien respondía en Causa 125 de 1953 en la Audiencia de Pinar del Río y Abelardo Crespo, quien no se recuperaba aún de la grave herida de bala que tenía en el pulmón y estaba todavía en Santiago de Cuba
- ↑ Ley No 2. Gaceta Oficial de la República de Cuba. 7 de mayo de 1955
Fuente
- Museo Municipal de Artemisa

